Todo inversor debería tener a China o al menos a Asia en sus carteras, porque de lo contrario está dando la espalda a la región de mayor crecimiento del mundo, consideran desde abrdn, una gestora que cuenta con una amplia trayectoria en el continente. «Queremos convertirnos en el socio de confianza y creíble de todo inversor en Asia Pacífico y China en particular», señaló en entrevista con Funds Society Donald Amstad, Global Head of Client Growth de abrdn.
Amstad, experto en APAC con base en Singapur, trazó perspectivas diversas para el continente de cara a 2022 por la manera de abordar el tema COVID-19. China y Hong Kong siguen teniendo una política de «tolerancia cero» con el virus, por lo que sus fronteras están cerradas a todos los efectos, lo que contrasta con el resto de naciones asiáticas, que están intentando abrirse y convivir con el virus.
¿Qué efectos tiene esto sobre el crecimiento?
Los países de la región que son grandes exportadores, como Japón, Corea del Sur, Taiwán y China, tienen mucha demanda de sus productos manufacturados. Asia se está alimentando de la fuerte recuperación que estamos viendo sobre todo en Estados Unidos. Por el contrario, las economías están más contenidas en países como Tailandia, Malasia, Filipinas o Vietnam, en las que el turismo es una parte importante de la economía.
Este año ha sido muy intenso en China, por una parte con la consolidación del poder del presidente Xi Jinping, y por otra por las medidas regulatorias que el gobierno tomó en muchos sectores. ¿Qué opina de la situación política en el país?
Para China 2022 va a ser un año muy importante a nivel político. En febrero tendremos los Juegos Olímpicos de Invierno y en noviembre previsiblemente el 20º Congreso del Partido Comunista Chino, una reunión que se realiza cada cinco años. Y en este congreso se sabrá si Xi Jinping seguirá siendo el líder del país en los próximos cinco años. Lo inusual es que ya ha estado en el cargo durante 10 años, y los dos presidentes que lo precedieron sólo estuvieron durante 10 años. Así que hay posibilidades de que Xi Jinping sea el primero en bastante tiempo que gobierne durante más de una década. Hace dos semanas vimos cómo su pensamiento fue elevado al mismo nivel que el de Mao Zedong y Deng Xiaoping. Así que la mayoría de los analistas esperan que siga siendo el líder de China por al menos los próximos cinco años. La cuestión es pues qué hará con su poder.
¿Y con respecto a las medidas regulatorias? ¿Continuarán?
Hay que entender lo que persigue el Partido Comunista, y en nuestra opinión el objetivo número uno es la estabilidad social. Cuando observamos las reformas llevadas a cabo en el verano, sobre todo en los sectores inmobiliario, educativo y sanitario, creemos que estuvieron dirigidas a perseguir este fin, y reducir la desigualdad social y de ingresos en China, que ha ido en aumento en los últimos años. Los líderes chinos observan lo que provoca la inestabilidad social en Occidente, por ejemplo el Brexit en 2016, y por eso se han enfocado en esos tres sectores, que afectan de manera directa a las familias pobres y de clase media.
Creo que en lo que respecta a la desigualdad social, la mayoría de las reformas ya han terminado. Pero hay otro sector al que se han dirigido, el tecnológico, y en particular contra Alibaba. El ataque contra Alibaba se produjo porque estaban preocupados de que se convirtiera en un monopolio. Cuando se trata de la tecnología, China considera que están en una fuerte competencia con Estados Unidos, y en particular con la inteligencia artificial (IA). Muchos creen que quien domine la IA será el ganador del juego. Y China está determinada a llegar primero, por lo que se esfuerza en tener un sector tecnológico altamente competitivo. Por eso en este sector es probable que haya más intervenciones.
¿Cómo ve esta competencia tecnológica entre Estados Unidos y China?
China está ganando en muchos aspectos. Existe la percepción en Occidente de que la única tecnología que China posee es la que roba de Occidente, y que los chinos no son muy creativos. No voy a decir que no copie: los dueños de una compañía con secretos tecnológicos deberían cuidarse de no dejar la puerta trasera abierta, pero no sólo por los chinos, sino por todas las agencias de inteligencia del mundo. Pero cuando hablamos de los componentes necesarios para la energía solar, la energía eólica, los vehículos eléctricos, baterías y almacenamiento de baterías, hay muchas áreas en la actualidad en las que China es un líder global absoluto.
abrdn cuenta con dos fondos de renta variable en China. ¿Puede describir sus estrategias y dónde observa actualmente las mayores oportunidades de inversión?
La renta variable china está dividida en tres mercados, el de acciones de Serie A que cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, las de Serie H cotizadas en Hong Kong, y las ADR cotizadas en Nueva York. Nuestro fondo Aberdeen Standard SICAV I All China Equity Fund invierte en todos los sectores, cumplirá 30 años el año que viene con un historial muy fuerte y un volumen bajo gestión de casi 800 millones de dólares. El Aberdeen Standard SICAV I – China A Share Equity Fund fue lanzado en marzo de 2015, gestiona unos 4.700 millones de dólares y como su nombre lo indica incluye solo acciones de Serie A.
Consideramos que hay grandes oportunidades en dos grandes temáticas: el consumo y la energía verde. En lo que respecta al consumo, como comentaba antes, el gobierno está intentando que las personas de menores ingresos avancen. La tasa de población urbana en China es solo del 55%. Creemos que hay aún cientos de millones de personas que pueden trasladarse de la pobreza rural a un estilo de vida urbano de clase media y creemos que este cambio se verá acelerado por las reformas de este verano. Nos centramos por tanto nos en los productos de consumo de primera necesidad y en los bienes de consumo duraderos porque confiamos en la premiumización de un gran porcentaje de la población.
Sobre el componente de energía verde, ha crecido en nuestra cartera en el último año desde un 6% hasta aproximadamente un 15%. Las cinco temáticas incluidas en nuestro fondo son la aspiracional (el ascenso de las clases medias), digitalización, verde (energías renovables), salud y riqueza (con el aumento de la prosperidad). Las acciones ligadas al consumo bajaron mucho en el tercer trimestre y nuestro fondo se vio más afectado que el índice de referencia, pero en el mes de septiembre hemos tenido en cambio un rendimiento superior, lo que muestra lo rápido que puede moverse el mercado.
¿Qué pueden aportar a los inversores?
Desde el punto de vista de un inversor, aún hay enormes oportunidades en estas acciones relacionadas con el consumo que han sufrido un leve revés. Para quienes ya tengan inversiones en China es el momento de aumentar la exposición, y para quienes lo ven aún desde la barrera a la espera de comprar, ahora es una excelente oportunidad de hacerlo, ya sea en el mercado asiático o chino. No es un mercado barato pero está más barato que en el pasado, y lo que es más importante: el modelo de negocio de nuestras compañías no se ha visto afectado por los cambios de política en Pekín, y sus ingresos están creciendo por encima de un 20% en la cartera. Definimos nuestro estilo de inversión como «de calidad a largo plazo», y desde el punto de vista de la calidad nuestras empresas no se han visto afectadas y además no sólo no están endeudadas –algo que puede ser muy problemático en China-, sino que cuentan con altos niveles de liquidez en sus balances. El acercamiento de abrdn es conservador y de calidad, con solo 37 compañías en la cartera. Nuestras empresas tienen apalancamiento económico, no financiero.
¿Dónde observa oportunidades en renta fija?
En renta fija tenemos el Aberdeen Standard SICAV I – China Onshore Bond Fund y pensamos que es una oportunidad particularmente interesante para inversores españoles en bonos en este momento. En dólares, el fondo tiene un rendimiento en el último año de casi un 6%, es decir que es una de las partes con mejor performance del universo global de renta fija, en un momento en el que los bonos en moneda local de mercados emergentes registran un retroceso en promedio de un 9%. Así que China lo está haciendo espectacularmente bien. Hay dos factores muy importantes de cara al futuro que refuerzan la moneda local. No hay salida de divisas por viajes de turistas chinos, China está teniendo superávits en comercio exterior y de cuenta corriente, y el precio de las materias primas, que está en dólares, está subiendo. El gobierno chino, que desea evitar la inflación, está muy interesado en mantener una moneda fuerte para que estas materias primas que importa no se encarezcan tanto. El yield de nuestro bono es de 2,8% en este momento. Y a diferencia del resto del mundo, donde las presiones inflacionarias están presionando para que las tasas de interés suban, en China ocurre lo contrario: es más probable que haya una mayor flexibilización porque el gobierno quiere resolver burbujas como las que llevaron a crisis como la de la inmobiliaria Evergrande.