AllianceBernstein ha publicado un análisis sobre el impacto de la COVID-19 en las dinámicas de inversión ESG a lo largo de 2020, así como sobre las perspectivas de futuro para la inversión en este segmento. Según la gestora, el aumento de las desigualdades y de la vulnerabilidad social a raíz de la pandemia podría seguir afectando de manera negativa a las puntuaciones totales de ESG a corto plazo. Sin embargo, la crisis del coronavirus también tiene el potencial de actuar como catalizador positivo para el desarrollo de esta clase de inversiones a medio plazo.
A continuación, compartimos los puntos más destacados del informe ‘ESG in the time of COVID-19 and beyond’ de Alliance Bernstein, con especial atención a los avances en los indicadores sociales.
Mejoras en inversión ESG a nivel global
La dinámica de inversión en ESG ha mejorado a lo largo de 2020 tanto en los mercados desarrollados como emergentes. Los resultados se deben a un impulso de los indicadores sociales, “aunque no se sabe si estos avances podrán mantenerse”, indica la gestora.
En este sentido, AllianceBernstein puntualiza que uno de los principales retos en ESG deriva del desfase temporal en la obtención de datos, un hecho que complica el análisis en tiempo real de las tendencias ESG entre distintos países y regiones, sobre todo en el contexto de la COVID-19.
Impacto negativo en los indicadores ESG a corto plazo
El aumento de las desigualdades y las vulnerabilidades sociales como consecuencia de la pandemia debería llevar aparejado un impacto negativo a corto plazo tanto en los indicadores sociales netos como en las puntuaciones agregadas de ESG. El efecto negativo sobre los ingresos, la salud y la desigualdad “variará significativamente” entre países y regiones, según la gestora.
“Aquellos que sufrían de vulnerabilidades preexistentes antes de la crisis, así como quienes tienen redes de seguridad social y estructuras de gobernanza más débiles, podrán verse más perjudicados a medio plazo”, escribe AllianceBernstein.
El éxito de las campañas de vacunación de los gobiernos será un factor determinante en el alcance de la recuperación económica y, por tanto, para la mejora de las condiciones sociales en el futuro, apunta la gestora.
Deficiencias del sistema e importancia de la inversión ESG
La crisis del coronavirus podría ser un desencadenante de cambios positivos en materia de inversión ESG al poner de manifiesto las deficiencias de los sistemas de atención sanitaria, la desigualdad social y la sostenibilidad medioambiental, así como la necesidad de futuras inversiones en estos ámbitos.
AllianceBernstein también subraya que hay indicios de que los gobiernos prestarán más atención a las políticas de redistribución de la riqueza con el objetivo de abordar las desigualdades sociales. Ejemplos de esta voluntad política son el plan de apoyo Next Generation de la Unión Europea, o algunos aspectos de la política fiscal y monetaria prevista en Estados Unidos.
“Al margen de los costes económicos asociados, como el aumento del déficit fiscal, el éxito de los gobiernos a la hora de abordar las preocupaciones en materia de ESG dependerá de la eficacia en la implementación de las políticas”, apunta la gestora.
Crece la emisión social y sostenible
La creciente atención de los gobiernos a las políticas medioambientales y sociales también se reflejó en un aumento significativo de las emisiones en materia de financiación sostenible -bonos y préstamos– durante el año pasado. Esta tendencia se ha visto respaldada por el gran interés de los inversores en productos ligados a la ESG, indica AllianceBernstein.
Aunque la emisión de bonos sociales es todavía relativamente pequeña, la gestora apunta que ha sido uno de los segmentos de financiación sostenible que más rápido ha crecido últimamente. Estas inversiones se centran en la financiación de proyectos nuevos o existentes con una clara vocación social, como iniciativas dedicadas al fomento de la seguridad alimentaria, el acceso a la educación y la mejora de la sanidad.