¿Pueden los bonos seguir aportando valor defensivo y proporcionar ingresos cuando los rendimientos se encuentran en mínimos históricos? AllianceBernstein cree que sí: al relacionar estratégicamente el riesgo de los tipos de interés con diversas fuentes de riesgo crediticio, los inversores pueden mejorar los perfiles de riesgo, rendimiento e ingresos de sus carteras.
Bajos rendimientos y alta volatilidad
“Las preocupaciones de los inversores son comprensibles. Los bancos centrales han llevado los tipos de interés a mínimos históricos en un esfuerzo por impulsar la recuperación económica durante la pandemia. Esos bajos y negativos rendimientos podrían durar mucho tiempo”, señala la gestora en un artículo.
Al mismo tiempo, ve casi seguro que la volatilidad crezca en los próximos meses debido a una posible segunda ola de COVID-19, las elecciones estadounidenses, el aumento de las tensiones geopolíticas, y unas negociaciones por el Brexit cada vez más conflictivas.
“En estas condiciones, una cartera de bonos debe jugar tanto a la defensiva como a la ofensiva: debe limitar el riesgo de caída en los mercados volátiles y generar ingresos y retornos a pesar de un entorno de bajo rendimiento. Afortunadamente, el mercado de renta fija sigue estando posicionado para cumplir ambos objetivos”, asegura.
Los bonos del Tesoro de EE.UU. y los Bunds alemanes
AllianceBernstein considera que los rendimientos de los bonos del Estado serán más débiles que en el pasado debido a los bajos niveles de rendimiento. De hecho, los rendimientos del Tesoro estadounidense han sido comparativamente más bajos durante la última década, habiendo alcanzado ya los límites inferiores de una tendencia a la baja de los rendimientos que duró 30 años.
Sin embargo, cree que el argumento que vincula los rendimientos significativos con la mitigación de riesgos no es válido. Primero, porque una larga historia de rendimientos extremadamente bajos en Japón sugiere que los bajos rendimientos no necesariamente se corresponden con los bajos retornos. Durante 11 de los últimos 12 años, el rendimiento del bono japonés a 10 años fue inferior al 1%, mientras que los retornos durante el mismo período raramente coincidieron con los niveles de rendimiento inicial. En cambio, los retornos fueron de media más del doble de los rendimientos gracias a una subida de precios a medida que los bonos caían por la empinada curva de rendimiento.
“En segundo lugar, en medio de la dramática venta de activos de riesgo a principios de este año debido a la pandemia mundial, y de nuevo en septiembre cuando los mercados de renta variable cayeron, los bonos del Estado sirvieron como una de las pocas compensaciones reales de la volatilidad del mercado de valores”, añade.
Como muestra el gráfico, la correlación entre los bonos del Tesoro de EE.UU. y el S&P 500 se ha mantenido por debajo de -0,4 en días de caídas para el mercado de valores, a pesar de un rendimiento del Tesoro a 10 años muy por debajo del 1%. En Europa, donde los rendimientos de los Bunds alemanes a 10 años estaban en territorio negativo cuando los mercados bursátiles cayeron en marzo y septiembre, las correlaciones se volvieron aún más negativas durante las ventas.
“En otras palabras, los bonos gubernamentales se volvieron más defensivos cuando más se necesitaba. Esto aboga por una asignación a los bonos del Estado como un amortiguador esencial durante los períodos de mayor volatilidad en los mercados de riesgo”, asegura la gestora.
Buscar fuentes de ingresos
Mientras, la necesidad de ingresos y retornos de los inversores es tan grande como siempre, incluso cuando los dividendos de las acciones mundiales caen en picado. En ese sentido, hace hincapié en que los bonos tienen prioridad sobre las acciones en la estructura de capital y, a diferencia de estas, deben pagar cupones o entrar en default. Por tanto, a su juicio, los bonos son la única clase de activo que proporciona ingresos de manera fiable.
“Hoy en día, los inversores deberían considerar la posibilidad de diversificarse en los sectores de renta fija de mayor rendimiento para mejorar los ingresos y los retornos potenciales. Este enfoque aprovecha las oportunidades de valor relativo y las diferentes correlaciones entre los sectores”, afirma.
AllianceBernstein ve oportunidades (y rendimientos atractivos) en crédito BBB, ángeles caídos, empresas de alto rendimiento, deuda bancaria europea subordinada, deuda emergente y activos titulizados.
Conseguir el equilibrio
En su opinión, los inversores que deseen sacar el máximo partido a su asignación de bonos deberían considerar la posibilidad de combinar la exposición a los bonos gubernamentales con sectores de mayor rendimiento en la misma cartera. En contraste con una cartera tradicional, que abraza los índices de referencia, una equilibrada apunta a los objetivos deseados de defensa e ingresos eficientes.
“Esto se debe a que los dos grupos están negativamente correlacionados durante los entornos de riesgo, es decir, que los activos que buscan la seguridad (bonos gubernamentales) tienden a tener éxito cuando los activos que buscan retornos (empresas high yield) sufren un día de caídas”, destaca.
Si se gestiona de forma dinámica, una cartera de este tipo puede inclinarse hacia cualquiera de las dos exposiciones a medida que cambian las condiciones del mercado. Por ejemplo, según la gestora, hoy en día tiene sentido inclinarse hacia el crédito para mejorar los ingresos y el rendimiento potencial.
Además, un inversor activo puede aprovechar las oportunidades a medida que se presentan. Por ejemplo, algunos activos de riesgo se han recuperado más rápidamente que otros desde que comenzó la pandemia, y los gestores activos pueden rotar hacia sectores rezagados antes de que se recuperen. “Los picos en la volatilidad pueden crear ventanas para la adquisición de bonos a bajo precio”, insiste.
Por último, AllianceBernstein hace hincapié en la importancia de ser selectivo en el incierto entorno actual. “Los fundamentales importan”, sentencia.