Es difícil no empezar 2021 con un suspiro de alivio. Así lo ve AllianceBernstein, tras la llegada de las vacunas para el COVID-19, el fin de las elecciones estadounidenses y el cierre de las negociaciones por el Brexit. Sin embargo, advierte de que la distribución de la vacuna debe superar la propagación de una variante del virus más contagiosa. Además, la mayoría de los países no volverán a la normalidad en un futuro próximo, ya que las economías requerirán un apoyo monetario y fiscal sostenido para continuar su recuperación.
«Para los inversores en bonos, esto significa más de lo mismo: rendimientos bajos y negativos, fuerte demanda de activos rentables y volatilidad de mercado», asegura en un artículo.
Afrontar los bajos rendimientos
La llegada de las vacunas aumenta las probabilidades de que el crecimiento mundial se recupere con fuerza en la segunda mitad de 2021; pero, a corto plazo, sigue siendo esencial mantener políticas fiscales y monetarias de apoyo.
En este entorno, los bancos centrales no permiten que los tipos de interés aumenten. «Esto significa que es probable que los rendimientos se mantendrán muy bajos en la mayor parte del mundo. De hecho, la Fed indicó en septiembre que fijará los tipos cerca de cero hasta por lo menos 2023», señala la gestora. Al mismo tiempo, la volatilidad sigue siendo un riesgo, dada la incertidumbre en torno a la nueva cepa, la rapidez de las vacunas y el momento de la reapertura.
En estas condiciones, una cartera de bonos debe limitar el riesgo de caída y generar ingresos y retornos a pesar de un entorno de bajo rendimiento. Afortunadamente, a su juicio, los mercados de renta fija pueden seguir ayudando a los inversores a cumplir ambos objetivos.
La gestora se muestra de acuerdo con los análisis que afirman que los retornos de los bonos gubernamentales serán más débiles que en el pasado debido a los bajos niveles de rendimiento. «De hecho, los rendimientos del Tesoro estadounidense han sido comparativamente bajos durante la última década, habiendo alcanzado ya los límites inferiores de una tendencia a la baja que duró 30 años», dice.
Sin embargo, considera que el argumento que vincula los retornos significativos con la reducción del riesgo no es válido por dos razones. En primer lugar, una larga historia de rendimientos extremadamente bajos en Japón sugiere que estos no necesariamente se corresponden con retornos bajos. Durante 11 de los últimos 12 años, el rendimiento del bono japonés a 10 años fue inferior al 1%. Por el contrario, los retornos anuales durante el mismo período promediaron más del doble, gracias a un aumento de los precios a medida que los bonos bajaban por la empinada curva de rendimiento. La curva de rendimiento del Tesoro estadounidense está igualmente empinada hoy.
«En segundo lugar, en medio de la drástica venta de activos de riesgo en marzo de 2020, cuando se arraigó la pandemia mundial, y de nuevo en septiembre, cuando los mercados de valores retrocedieron bruscamente, los bonos gubernamentales sirvieron como una de las pocas compensaciones reales de la volatilidad del mercado de renta variable«, defiende AllianceBernstein.
En los días de caídas en bolsa, la correlación diaria de seis meses entre los bonos del Tesoro estadounidense y el S&P 500 se mantuvo por debajo de -0,4, a pesar de que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años fue muy inferior al 1%. En Europa, donde el rendimiento del Bund alemán a 10 años se encontraba en territorio negativo cuando los mercados bursátiles cayeron, las correlaciones se volvieron más negativas durante las ventas.
En su opinión, los bonos gubernamentales se volvieron más defensivos cuando más se necesitaba. Esto justifica una asignación a ellos como un amortiguador esencial durante los períodos de mayor volatilidad en los mercados de riesgo.
Lograr el equilibrio
Mientras, la necesidad de los inversores de obtener ingresos y retornos es tan grande como siempre. Según AllianceBernstein, aquellos que buscan sacar el máximo partido de su asignación de bonos deberían considerar complementar la exposición a los bonos gubernamentales con una mezcla diversa de sectores de renta fija de mayor rendimiento en una sola cartera.
En contraste con una cartera tradicional, que abraza los índices de referencia, una equilibrada apunta a objetivos de defensa e ingresos eficientes. «Este enfoque se beneficia de las oportunidades de valor relativo, al tiempo que aprovecha las diferentes correlaciones entre los sectores», asegura.
Eso es porque los dos grupos están negativamente correlacionados durante entornos risk-off, como los bonos del Tesoro estadounidense y las acciones. «En otras palabras, los activos que buscan seguridad, como los bonos gubernamentales, tienden a tener éxito cuando los que buscan rentabilidad, como las empresas high yield, tienen un día de caída», destaca. Además, si se gestiona de forma dinámica, una cartera de este tipo puede inclinarse hacia cualquiera de las dos exposiciones a medida que cambian las condiciones del mercado.
Hallar ingresos y retornos
Hoy en día, la gestora identifica oportunidades y rendimientos potenciales en deuda emergente, particularmente en crédito soberano high yield; activos titulizados de EE.UU., como los valores de transferencia de riesgo crediticio y los respaldados por hipotecas; y crédito europeo, incluyendo deuda bancaria europea subordinada.
Asimismo, ve atractivo el crédito estadounidense con grado de inversión gracias a unas condiciones técnicas muy favorables y el crédito high yield global, sobre todo después de que la calidad haya mejorado tras el significativo estrechamiento de los spreads por el impacto de la pandemia en 2020.
AB American Income Portfolio
Con todo, la clave para AllianceBernstein es «mantenerse activo y ser exigente». Para ello, el AB American Income Portfolio busca ofrecer a los inversores una forma de generar rentas periódicas sin un riesgo elevado para su capital, sobre todo en el actual contexto de bajo rendimiento. Impulsado por bonos de EE.UU. y del resto del mundo denominados en dólares, el fondo tiene como objetivo generar una renta de entorno al 5% anual y estabilidad del capital a largo plazo.