El contexto económico global refuerza el argumento de los bonos indios. La transformación de la India es, en gran medida, una historia de crecimiento interno, en contraste, por ejemplo, con la de China. La economía de la India tiene una baja correlación con los mercados internacionales, y esto se extiende a Asia.
En un estudio llevado a cabo por Bank of America Merrill Lynch se descubrió que la correlación promedio de los bonos indios con el resto de Asia ha estado cerca de cero durante los 5 últimos años. Los bonos indios, por lo tanto, ofrecen una gran fuente de diversificación para los inversores en deuda internacional.
Por todo esto, Aberdeen sigue estando bastante positiva en India y si preguntáramos a sus gestores y analistas cuál es su idea de inversión de mayor convicción (high conviction ideas) para los próximos meses, Kenneth Akintewe, senior investment manager del equipo de renta fija asiática de la firma, está convencido de que la respuesta casi unánime sería precisamente esa. No en vano, la firma tiene posiciones al país en sus productos de renta fija y renta variable.
Su fondo de renta fija lanzado en 2015 ha tenido muy buena acogida en el mercado de US Offshore y en Latinoamérica y ya supera los 200 millones de dólares. El mercado de bonos de India es un mercado líquido y grande –con más un billón en deuda– y con una rentabilidad atractiva que se sitúa en lo que va de año en el 7,42%. La duración media de la estrategia de Aberdeen es de 6,4 años y tiene un rating investment grade de Baa3. Ahora mismo en el mercado, solo hay unos cinco fondos que compiten en este asset class.
“India ahora mismo es una historia de reformas y crecimiento excepcional, pero esa no es la única razón. Hay muchas. Uno de los principales factores es que si pensamos en el entorno global actual, existen múltiples riesgos –la política, la demanda global, la evolución del mercado de las materias primas, la geopolítica–, así como una alta correlación entre los principales mercados y tenemos muy pocas opciones que ayuden a contrarrestar esos riesgos. Sin embargo la deuda india es una clase de activos con una correlación baja con otros mercados”, explica Akintewe.
Creciente demanda
El mercado de bonos de India es un mercado grande y líquido –supera el billón de dólares– y Aberdeen ha estado invirtiendo allí desde hace casi 10 años. Todo un logro si tenemos en cuenta que, hasta hace unos años, la India tenía el dudoso honor de formar parte del grupo de economías conocidas como los ‘Fragile Five’, es decir, las cinco economías emergentes demasiado dependientes de la inversión extranjera para financiar su crecimiento, con altos niveles de déficit fiscal, déficit por cuenta corriente y un alto grado de corrupción institucional. El acceso a los mercados de capital era muy difícil.
Pero Akintewe explica la transformación: «Hace diez años, el contexto para la inversión de bonos era radicalmente diferente. La regulación de los mercados de capitalhacían muy difícil invertir. Los inversores internacionales tenían que tener una licencia previa, entonces conseguían acceso a una cuota para los bonos del gobierno y otra para la deuda corporativa, que estaban sometidas a múltiples capas de otras reglas y restricciones. Si un gestor vendía una de sus posiciones, perdía su cuota y eso suponía esperar un tiempo indefinido para obtener otra. La gestión activa era imposible», recuerda.
Sin embargo, la reforma de los mercados de capitales ha simplificado muchísimo y eso ha hecho que para Aberdeen ahora sí tenga sentido comercializar un fondo de estas características. “Ahora es cuando podemos gestionar activamente el riesgo”, apunta el gestor. Pero a pesar de esta apertura, la exposición de los inversores extranjeros al país es todavía pequeña.
Esto se debe en parte al hecho de que, debido a los controles de capital, India no forma parte de la mayoría de los índices de bonos, ni siquiera de los mercados emergentes. Aberdeen examinó cerca de 160 mercados emergentes de bonos en moneda local y encontró que la exposición promedio a la India era inferior al 1%, una cantidad ridículamente pequeña considerando que el país no sólo ha sido protagonista de una de las más historias más potentes de reformas entre los emergentes, sino uno de los mercados con un desempeño más consistente en los últimos años.
Acceso al capital
Los principales jugadores del mercado doméstico de bonos son en esencia los inversores institucionales o las aseguradoras indias, aunque Akintewe cree que conforme crezca el mercado, los inversores internacionales van a prestarle más atención. El mercado de bonos indios es un mercado de un billón de dólares, en el que 700.000 millones de dólares corresponden al mercado de deuda pública y 300.000 al de deuda corporativa. La cuota para deuda pública a la que las firmas de asset management extranjeras pueden acceder era del 3,5% en 2015 y se va a ir incrementando hasta llegar al 5% en marzo de 2018.
El mercado ha registrado una creciente participación, pero, explica el gestor de Aberdeen que en comparación con la exposición extranjera del mercado de bonos global, la cifra sigue siendo baja: en torno al 7,5%. En otros mercados de bonos de los mercados emergentes la exposición extranjera puede ser del 30% o mucho más alta en algunos casos, haciéndolos vulnerables a los cambios en la confianza de los inversores.
“Todavía hay espacio para crecer. Va poco a poco, pero se espera que a largo plazo el gobierno se encuentre más cómodo con los inversores internacionales en su mercado de bonos. Entonces, es posible que la cuota extranjera sea aumentada, sobre todo los 51.000 millones de dólares de la cuota de deuda corporativa. Es importante para el país que las empresas continúen teniendo acceso ininterrumpido al capital”, puntualiza Akintewe.
Perfil de riesgo
En lo que respecta al perfil de riesgo de los fondos de Aberdeen, el gestor explica que es un asset class con poca correlación a temas que sí están muy correlacionados con otros mercados emergentes, como el petróleo, incluso con el mercado global de bonos o el de deuda emergente. Es un mercado más ligado a factores internos como las políticas monetarias, fiscales, la reducción del déficit o el control de la inflación.
“Las aseguradoras locales están incrementando sus activos un 20% anual gracias al crecimiento de la riqueza de la población, por lo que técnicamente hay un crecimiento muy fuerte de la demanda por parte del institucional local”, apunta.
El fondo Aberdeen Global Indian Bond invierte en bonos en moneda local. Akintewe explica que es el activo que más está descorrelacionado, porque la inclusión en cartera de deuda india en moneda fuerte significa cierta correlación con los treasuries estadounidenses.
Akintewe sabe que el riesgo divisa existe, está claro. “La clave está en que India mantenga sus objetivos de reforma fiscal y con eso, más los programas de inversión directa, estimamos que la rupia será capaz de mantenerse a niveles actuales o incluso apreciarse contra el dólar en torno a un 1%-2%”.
Akintewe sabe que el riesgo cambiario existe, está claro. «Sin embargo, la India sigue comprometida con la reforma fiscal, ha construido un alto nivel de reservas de divisas, ha visto su déficit por cuenta corriente bajar significativamente y ha conseguido una posición básica positiva en balanza de pagos gracias al fuerte crecimiento de la inversión extranjera directa. La rupia goza de un firme apoyo de sus fundamentos subyacentes. Por eso, estimamos que la rupia será capaz de permanecer en los niveles actuales o incluso apreciarse alrededor de un 1% a 2% frente al dólar, pero la clave es su baja volatilidad».
“Hay que señalar que la volatilidad del fondo es bastante baja comparada con otros mercados emergentes de deuda pública, y por supuesto, muy inferior al de cualquier exposición a renta variable india. Desde su nacimiento, la volatilidad del fondo se ha situado en el 5,6%”, concluye.