Desde el equipo de gestión y análisis de Abante Asesores tienen una visión positiva de la economía para 2019. Señalan que, si bien es cierto que el escenario macroeconómico a nivel mundial se presenta más débil para el próximo ejercicio, no se puede hablar de recesión, puesto que continúa el crecimiento macroeconómico y, además, a niveles muy razonables.
“A nivel macro sí vemos una cierta desaceleración a nivel global, aunque este crecimiento más flojo hay que ponerlo en perspectiva, ya que veníamos de niveles de crecimiento muy altos. Por ello, descartamos ver una recesión en los próximos meses y esperamos un crecimiento del entorno del 2,5% para Estados Unidos y del 1,8% para Europa”, explica Ángel Olea, director de inversiones de Abante.
Olea destaca que el mercado está queriendo anticipar una recesión antes de tiempo y se está poniendo nervioso ante esta desaceleración y, también, por el aplanamiento de la curva de tipos estadounidense. Así, y a pesar de que la inversión de la curva americana ha resultado ser en el pasado un indicador fiable de que había una recesión en el horizonte (12 -24 meses), hay que tener en cuenta que, en esta ocasión, este movimiento se puede deber a nuevos factores (programas de QE -expansión cuantitativa- de los bancos centrales y tipos muy bajos fuera de Estados Unidos) y que se sigue observando datos alentadores en Estados Unidos: actividad alta, fuertes beneficios empresariales, incremento de los salarios y la inflación cercana al 2%, sin que haya fuertes riesgos inflacionistas.
Desde la entidad indican que, a nivel empresarial, los beneficios que han conocido durante este año han sido muy buenos en general y, especialmente, en Estados Unidos, donde han visto crecimientos del 20%. En este sentido, “para 2019 auguran un crecimiento normal de los beneficios empresariales en la horquilla del 5% y del 10%, sin el efecto de la reforma fiscal de Donald Trump. Es decir, prevén un crecimiento bueno, pero no a los niveles de este ejercicio, y esto es algo que ya está descontado en el precio, puesto que el mercado ya contaba con ello.
El foco en el Brexit
Respecto al panorama político, uno de los principales focos de atención seguirá siendo el Brexit y cómo se desarrollará finalmente el acuerdo de salida con la Unión Europea. En este sentido, en Abante consideran poco probable que se produzca el ‘hard Brexit’, que sería «el único escenario real negativo para los mercados».
Asimismo, no espera más puntos de tensión para las bolsas europeas por parte del gobierno italiano, que acaba de pactar un nuevo objetivo de déficit para enviar sus presupuestos a Bruselas. Y en lo que se refiere a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha sido la gran cuestión geopolítica que ha centrado la atención de los inversores durante este año, cree que, aunque no se va a resolver de manera inmediata, en los próximos meses ambos países llegarán a un acuerdo.
Apuesta por las bolsas
Desde Abante mantienen que los mercados de riesgo presentan una gran oportunidad, por lo que para 2019 apuestan claramente por la renta variable. Así, tras las caídas de los últimos meses, en el último comité de inversiones que celebró la entidad se decidió elevar nuestro nivel de exposición, de forma que se va a comenzar el nuevo año sobreponderados en renta variable al 65%.
También consideran que para dar valor a sus inversores la mejor opción es tener exposición a bolsa con una visión global y activa, diversificando por zonas geográficas y evitando los sesgos de estilo. En este sentido, la bolsa europea continúa siendo el mercado que más gusta. En Europa habría muchísimo valor y el mercado lo va a poner en precio -las cotizaciones actuales están poniendo en precio un escenario peor del esperado-. Desde Abante también apuestan por Japón -es un mercado que está barato- y los mercados emergentes, en los que están estudiando incrementar el nivel de riesgo.
En renta fija continúan siendo muy cautelosos y siguen con una importante infraponderación al 25%. Con todo, desde la entidad ven más oportunidad en deuda financiera bancaria y en deuda emergente en moneda local.