El mes de septiembre es clave para el nuevo blanqueo de capitales argentino, un proceso que se inició legalmente el pasado 18 de julio que tiene como principal objetivo almacenar dólares y apunta especialmente a las cuentas no declaradas de residentes argentinos en Estados Unidos, con la cuenta atrás del reporte automático de intercambio de información tributaria.
La fecha clave: el 30 de septiembre
Se supone que, dentro de los acuerdos de intercambio tributario entre Argentina y EE.UU., el primer reporte automático llegara a finales de septiembre.
A partir del acuerdo firmado el 5 de diciembre de 2022 entre las autoridades argentinas (AFIP) y el temible FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) no sólo estarán disponibles los pedidos de información por requerimientos puntuales de la AFIP sino que por primera vez en la historia local se abrirá el secreto financiero desde Estados Unidos a la Argentina.
Así, en teoría, la AFIP tendría en su poder un informe de las cuentas en donde figura al menos un argentino y que hayan obtenido ingresos por dividendos, rentas o intereses por encima de los 10 dólares durante el 2023.
La administración Milei ha añadió dramatismo a la fecha señalando el 30 de septiembre como primera fecha para entrar en el blanqueo si se tienen más de 100.000 dólares con una alícuota impositiva del 5%. Pero la suma crece al 10 y al 15% hasta marzo de 2025. Los descuentos no solo apuntan a aquellos con cuentas a Estados Unidos, sino que miran a los que tienen dinero en casa en efectivo, a quienes regularizar menos de 100.000 dólares saldría totalmente gratis.
Los ojos puestos en el blanqueo
En primera instancia, el sinceramiento tenía como objetivo empezar a reformar el sistema fiscal argentino, reduciendo la presión impositiva, y de paso conseguir los dólares que el tesoro nacional necesita con desesperación, ya que los capitales deben quedarse en el país hasta 2025.
Con las reservas del banco central cerca del rojo y nuevos vencimientos de deuda en el horizonte, hay expectación.
La gestora Cohen lo resumen de este modo: “La tensión entre las reservas internacionales y la brecha cambiaria persiste. Aunque el BCRA logró comprar divisas en la última semana, el contexto general indica una mayor demanda de dólares y una menor liquidación de exportaciones, lo cual complica la acumulación de reservas. A esto se suma la reciente caída en los precios de las materias primas agrícolas, que agrava el panorama externo. Por el momento, el gobierno no ha esterilizado los dólares comprados entre abril y junio, lo que ha aliviado parcialmente la presión sobre las reservas, mientras que la brecha cambiaria ha mostrado una leve tendencia a la baja. Sin embargo, con un saldo comercial que probablemente se torne más negativo y sin la entrada de financiamiento externo, la estrategia del gobierno se centra en un blanqueo «exitoso» que pueda suavizar el trade off entre reservas y brecha”.
Según las promesas del gobierno al FMI, la amnistía fiscal podría suponer ingresos de hasta 40.000 millones de dólares. El problema reside en que los expertos mejor informados y más optimistas manejan cifras mucho más bajas.
Las numerosas casas de bolsa del país se preparan para hacer ofertas a los potenciales participantes del blanqueo, ya que se espera que las cantidades inmovilizadas (si se quieren obtener ventajas fiscales y amnistías) se inviertan en fondos comunes de inversión e instrumentos soberanos.
Según Diego Toso, director de Wealth Management de Adcap Grupo Financiero: “Es una excelente oportunidadporque el contribuyente no pagará impuestos o multas, sino todo lo contrario, podrá invertir y tener una gestión activa de la cartera de parte de nuestros asesores que sugerirán invertir en activos financieros de acuerdo al perfil y objetivos del cliente. De esta manera, se podría generar una rentabilidad del 8% anual en dólares para inversiones relativamente conservadoras – hablando de Argentina- “.
«Es importante recordar que la normativa permite invertir en acciones, bonos soberanos, obligaciones negociables, dólar MEP o incluso fondos comunes de inversión. Pero no permite invertir en Cedears ni comprar cables para mandarlos alexterior. Otro punto clave es que los fondos una vez que ingresan al bróker, el cliente tiene 10 días para invertirlos, caso contrario la ALYC está obligada a devolverlos a la cuenta CERA (cuenta especial para el blanqueo) del banco originante», añaden desde la entidad argentina.
Según datos oficiales (INDEC), los activos argentinos fuera del sistema financiero suman 400.000 millones de dólares y, según fuentes independientes, unos 200.000 millones de dólares circularían por el país en efectivo.