Mientras las turbulencias actuales de mercado ponen a prueba la resiliencia de las carteras de los clientes, los inversores multiactivos utilizan los ETFs para lidiar con la volatilidad. Según los datos de BlackRock, así es como los inversores posicionan sus carteras para hacer frente a la incertidumbre.
En primer lugar, y de acuerdo con los flujos de ETFs registrados en la semana del 24 de febrero de este año, los inversores recurren a iShare para acceder a los mercados y realizar asignaciones de cartera rápidas y rentables utilizando ETFs. El volumen de iShare EMEA alcanzó un récord en los 36.300 millones de dólares, una media diaria de 7.260 millones.
“En los últimos doce meses, hemos realizado consultas a más de 600 gestores multiactivos europeos que reflejan un aumento del 5% de inversores que usan ETFs en sus carteras desde 2018 en decisiones de asignación de activos tanto tácticas como estratégicas en propuestas de asesoramiento y discrecionales, tanto en unit link como en fondos de fondos”, destaca Ursula Marchioni, directora de Análisis y soluciones de cartera de BlackRock.
La mayor parte de las ventas se produjeron en equities pero, aún así, el flujo “parece relativamente silenciado en un contexto de fuertes flujos de capital”, subraya la gestora. En el último trimestre de 2019, los ETFs globales de renta variable registraron unos 145.000 millones de dólares, a medida que la velocidad de corrección disuadía a algunos inversores de vender a niveles del 10% desde los máximos.
Además, se registró un récord de operaciones en toda la industria de ETFs europea con casi 100.000 millones de dólares, más del doble de la media semanal de 2019. Al mismo tiempo, el spread se mantuvo en línea con los datos históricos.
Por otro lado, los productos de BlackRock fueron apoyados por un amplio grupo de proveedores de liquidez y sirvieron como vehículos de descubrimiento de precios para los inversores. La actividad de renta fija fue impulsada principalmente por los flujos brutos de high yield, que crecieron un 251%.
“Los flujos de renta fija han estado impulsados por salidas de ETFs de crédito cotizadas en EMEA y high yield cotizado en Estados Unidos, superando las entradas en tasas de 3.900 millones”, recoge la gestora. Esto refleja, según BlackRock, cómo los ETP se están volviendo comunes para los inversores que buscan expresar su visión de asignación de activos en diferentes escenarios de mercado.
Además, los flujos de ETFs hacia exposiciones defensivas permanecen silenciados, incluidos dividendos de calidad, la volatilidad mínima. Los mismo ocurre con el impulso de las exposiciones de renta variable de mercado desarrolladas, incluso cuando estos sectores “han reflejado un rendimiento superior y se ven bien posicionados para ofrecer protección a la baja en este entorno”, asegura la entidad.
Por otro lado, en equity, la tendencia hacia factores medioambientales, sociales y de buena gobernanza (ESG) se mantiene, ya que los inversores parecen centrados en riesgo a largo plazo y recolocación de activos en lo referente a estos factores. “Vimos un flujo de 5.600 millones de dólares entrar en ETFs de sostenibilidad global en febrero, de los que 1.200 millones entraron esta semana”, añade BlackRock.
¿Cómo se posicionan los inversores frente a la incertidumbre?
Según Andrew Keegan, director del equipo de Riqueza en soluciones de cartera de cliente en BlackRock, en los últimos meses, han usado los ETFs, junto con otras herramientas, para diversificar las carteras modelo y ajustar riesgo. Para ello, han aumentado la exposición a bonos extranjeros de alta calidad, volatilidad mínima europea y estadounidense y valores inmobiliarios (REITS), pero manteniendo su asignación en oro. “Como la duración y magnitud de la caída del crecimiento global aún es incierta, estamos preparados para ajustar los perfiles de riesgo a medida que evolucionen los datos”, subraya Keegan.