En opinión de Cerulli Associates las estrategias smart beta podrían estar perdiendo atractivo. Así lo apunta en un informe publicado a finales de abril en el que señala que el lanzamiento de este tipo de producto se redujo en 2018, en comparación con el año anterior. Además señalaba que los fondos cotizados (ETFs) no han logrado aumentar sustancialmente su cuota de mercado en Europa durante los últimos 12 meses.
«Si se supone las estrategias smart beta son una tendencia disruptiva tanto en la gestión de activos en general como dentro del segmento de los ETFs, las cifras sugieren que la revolución puede haberse estancado», afirma Fabrizio Zumbo, director asociado de análisis de gestión de activos en Europa de Cerulli Associates, firma global de consultoría.
Desde Cerulli consideran importante tener en cuenta que este universo de smart beta tiene una amplia variedad de estrategias y factores, y que la mayor confianza de los inversores en este tipo de productos no se refleja, como es lógico, en un mayor rendimiento de mercado. En este sentido, el reciente entusiasmo por las estrategias de baja volatilidad, por ejemplo, parece estar ligeramente en desacuerdo con los retornos obtenidos. Según Zumbo, «los números de S&P sugieren que en 2018, los índices de value mejorado produjeron los mayores rendimientos dentro del universo europeo, con un rendimiento del 9,5%, mientras que la baja volatilidad cayó un 1,9%».
Si este mismo ejercicio se hace sobre los últimos diez años, según S&P, las estrategias de value y low volatility lograron rendimientos mejores que el índice de referencia con niveles de riesgo más bajos. En este sentido, el value mejorado surge como una estrategia mucho más volátil, con rendimientos más bajos. «Curiosamente, de las 11 familias de factores identificadas por S&P, todas han producido rendimientos más altos, y cinco de las 11 presentan niveles de volatilidad más bajos», dice Zumbo.
Según muestra un estudio sobre los cinco factores más comunes (value, momentum, low volatility, quality y growth) en el mercado bursátil de Estados Unidos, si bien los rendimientos generado por los índices de los ETFs smart beta son ligeramente inferiores a los del índice de referencia, su rendimiento es bastante más amplio, en línea con las expectativas de los inversores. «Otra ventaja de los ETFs europeos smart beta es que los índices tiene un coste mucho más competitivo que su pares gestionados activamente” recuerda Zumbo.