El mundo del asset management, zarandeado por motores como la tecnología, la regulación o la evolución económica, se enfrenta a un nuevo paradigma. Un paradigma en el que solo triunfarán aquellos que entiendan que las cambiantes necesidades de los inversores y las condiciones de los mercados exigen enfocar la industria desde nuevas perspectivas y con miradas renovadas.
Esa mirada es la que ha adoptado, al menos desde hace un año, Pedro Coelho, responsable de Ventas de UBS ETF para España desde el pasado septiembre y que recientemente ha ampliado sus responsabilidades al mercado portugués y al latinoamericano. El experto deja clara, en esta entrevista con Funds Society que coincide con el primer aniversario de la llegada de este negocio a España, su profunda convicción de una industria en evolución y que camina inexorablemente hacia un mayor equilibrio entre la gestión activa y la pasiva. Y busca desmontar tópicos como el hecho de que los ETFs se limitan simplemente a seguir o replicar índices, pues el mercado, impulsado por la innovación, se está convirtiendo en una fuerza arrolladora imposible de ignorar.
“El mundo de la gestión activa se está transportando a la gestión pasiva: ésta ya supone algo muy distinto a una mera réplica de índices”, explica. Coelho habla con pasión de la innovación en el mundo de los ETFs, por ejemplo en el campo de la smart beta, que requiere de análisis sistemáticos y estudios sobre los factores que explican la rentabilidad en los mercados, con el objetivo de construir índices y fondos que permitan a los inversores acceder y beneficiarse de esos factores, de forma que la exposición a los mercados ya no busque solo rentabilidad sino también limitar el riesgo de caídas. “Históricamente se ha criticado que los ETFs son un arma de destrucción masiva de la gestión activa y también que no están preparados para mercados bajistas pero ya se han creado estrategias con distintas betas de mercado y que ayudan a mitigar riesgos”, explica.
Así las cosas, Coelho habla de un mundo en el que, aunque la gestión activa seguirá marcándolo todo y siempre tendrá un gran espacio (en las decisiones de asignación de activos, por ejemplo, e incluso en el mundo de la gestión pasiva, en la elección de los ETFs o de los índices a replicar o del tipo de réplica), tenderá a haber un equilibrio. “En Europa solo un 7% del mercado está en ETFs y vamos hacia un equilibro entre gestión activa y pasiva”, dice, de forma que el camino para los fondos cotizados en el viejo continente tiene un enorme potencial. “Los gestores activos capaces de aportar valor a sus clientes siempre tendrán su espacio, pero los reguladores están vigilando a muchos fondos pegados a índices que cobran comisiones como si fueran activos, y éstos van a acabar desapareciendo”, añade; y ése es un espacio que probablemente caerá en manos de la gestión pasiva.
Los factores de impulso
La tendencia es imparable y muchas gestoras baluartes de la gestión activa están tomando nota y lanzándose a este mundo de la gestión pasiva (firmas como Franklin Templeton, JP Morgan AM, Fidelity…), un mundo que en UBS empezaron a explorar hace ya unos 15 años, conscientes de la existencia de factores impulsores como el atractivo de los costes o la transparencia de los ETFs. Y, más recientemente, normativas como MiFID II, UCITS o Solvencia, que llevarán a promocionar a los fondos cotizados: “En muchos países la regulación está llevando a promocionar instrumentos con estas características de costes bajos y transparencia”, explica Coelho.
A estas ventajas el experto añade otra fundamental: la consistencia de los ETFs. “Wealth managers, bancas privadas o gestoras buscan ofrecer servicios a los clientes bajo MiFID II a través de carteras de fondos discrecionales, en las que la asignación de activos es fundamental. Para ello necesitan instrumentos consistentes en rentabilidad, para reducir la volatilidad. Con la gestión activa, las rentabilidades pueden ser muy distintas con el tiempo y crear volatilidad y aquí puede ayudar la gestión pasiva”, dice el experto.
Otro potencial factor de impulso adicional en el mercado español, y aunque no imprescindible en esta tendencia, sería la traspasabilidad fiscal de estos instrumentos, actualmente autorizada en España para ETFs UCITS, que cumplan los mismos requisitos que los fondos tradicionales y que no estén listados en España. El problema es que los sistemas de los intermediarios financieros, las plataformas y los brokers, han de permitir esa traspasabilidad y, por cuestiones técnicas, aún no han encontrado un método para hacerlo posible (debido a que los ETFs cotizan de forma continua, no como los fondos). De conseguirlo el impulso podría ser fuerte, si bien Coelho también critica el sinsentido de no incluir a productos que estén listados en España si son UCITS y cumplen los requisitos exigidos. En cualquier caso, matiza que lo que movió a UBS ETF a entrar en el mercado español hace justo un año no fue la esperanza de que esto saliese adelante sino el deseo de entrar en un “mercado con gran potencial”.
Primer aniversario
Con estas ventajas, los ETFs tienen el campo abonado para su desarrollo en mercados como España, en el que UBS ETF está presente desde hace un año. Un primer año que Coelho define como “muy positivo”, en el que se ha fortalecido mucho el negocio de fondos cotizados dentro de la estructura de UBS AM, que ya cuenta en total con 260.000 millones de euros en estrategias de gestión pasiva (fondos, mandatos y ETFs). De hecho, con 45.000 millones de euros, la gestora se ha convertido en el cuarto proveedor del mercado europeo en ETFs UCITS, y en réplica física es el tercero más grande, dado que la oferta de la gestora está direccionada a este campo (un 85% de sus activos en ETFs tienen este tipo de réplica). En términos de flujos netos, 2017 está catapultando a la gestora como la segunda de toda Europa: aunque el mercado europeo va por detrás del estadounidense en adopción de ETFs, en Europa su desarrollo será más rápido, y con mayor innovación y calidad, añade el experto.
Y en España la evolución también está siendo muy positiva tras ese primer año de andadura con Coelho al frente del negocio. “Es un mercado que se está desarrollando a gran velocidad: no solo las grandes gestoras están adoptando ETFs sino también las medianas y pequeñas, y en todo tipo de activos”, explica. Pero, además de las gestoras activas, también ve un creciente interés por parte de las aseguradoras y también los fondos de pensiones (que acaban de reducir por ley sus comisiones máximas, un tema clave que puede impulsar la adopción de ETFs, en su búsqueda de reducir costes). Las EAFIs también muestran un cada vez mayor interés y en UBS AM cuentan con equipos específicos para atender a estos actores: los ETFs de smart beta, ISR y renta fija pueden funcionar muy bien como elementos diversificadores, defiende Coelho.
El poder de la innovación
Cualquier cliente, dice el experto, busca proveedores de calidad, con una oferta con réplicas bien hechas, para diversificar sus carteras y en UBS AM trabajan a demanda –UBS AM trabaja junto a UBS WM, incorporando ideas a su oferta, innovando y apoyando las demandas de los clientes de la banca privada-.
En cuanto a propuestas concretas que triunfan en general, y también en España, destaca el flujo clave hacia vehículos de renta variable core, dicen los estudios de ETF GI, pero también va creciendo el interés de los inversores por entender otros conceptos: “Los clientes se dan cuenta de que hay mucho más allá de la réplica de un índice y del poder de la innovación de los ETFs, en áreas como la smart beta”, dice Coelho. Como ejemplo, hace cuatro meses, UBS WM, UBS AM y MSCI se unieron para crear un índice de renta variable estadounidense que combina seis factores equiponderados de rentabilidad (USA MSCI USA Select Factor Mix), con el consiguiente ETF que lo sigue. Así, la innovación no solo es hacia la smart beta, sino incluso dentro de este campo, que normalmente viene dominado por ideas que incluyen un solo factor pero que está en continua evolución.
Otras ideas innovadoras que ha desarrollado la gestora, dice Coelho, están en el terreno de los ETFs con cobertura de divisa, una idea transversal a todas las clases de activo, y un campo en el que UBS ETF se sitúa como líder en Europa. Y también, y con especial fuerza, ha innovado en el terreno de la ISR, la inversión socialmente responsable: cuenta con 2.000 millones de euros en ETFs con esta filosofía, siete de renta variable y dos de renta fija (en este último caso, más centrados en empresas que en gobiernos, a las que se aplican criterios de exclusión y best in class). Coelho asegura que los inversores españoles están interesados en este campo.
Las materias primas son otra de las áreas de innovación, con cuatro ETFs diversificados que acaba de lanzar en el mercado español. Los fondos cotizados de materias primas son el reducto en el que la gestora aplica un método de réplica sintética por un tema de costes.
Nuevos mercados: Portugal y Latinoamérica
España, y el registro de tres sicavs con ETFs en este mercado, fue un punto de partida pero las responsabilidades de Coelho se han expandido a otros mercados: para empezar, estos vehículos ya están registrados en Portugal. Y, poco a poco, la firma va entrando también en Latinoamérica, con el foco en Chile (para inversores institucionales) y México (están en proceso de listar algunos vehículos en el país). La idea es proporcionar a sus clientes globales vehículos en los mercados en los que estén presentes, explica.
Entre los vehículos que más pueden interesar en la región, habla de ETFs con clase de divisa cubierta, o aquellos que proporcionen exposición a renta variable europea, por ejemplo. El tema de smart beta e inversión en factores también podría ser interesante en estos mercados que, dice Coelho, presentan “un potencial de crecimiento muy alto en el segmento de ETFs”. También hay potencial en los mercados offshore, donde el uso de ETFs en las bancas privadas aún es bajo.