Los últimos datos de iShares de BlackRock sobre los ETPs en la región EMEA, correspondientes a mayo, muestran que los productos de renta variable estadounidense concretaron la mayoría de los flujos de inversión, mientras que los de mercados emergentes fueron los que más cayeron.
En términos generales, 2.300 millones de dólares se dirigieron hacia ETPs en mayo, la cifra más baja registrada hasta el momento durante este año. De hecho, los flujos se redujeron en 715 millones dólares, en comparación con los 4.700 millones alcanzados en abril. Por productos, los que más flujos atrajeron fueron los de renta variable, que aumentaron en 100 millones dólares.
Especial interés despertó la renta variable estadounidense, que lideró las entradas de capital en mayo al captar 1.600 millones de dólares, la mayor entrada mensual a la exposición estadounidense desde octubre de 2018. El informe de BlackRock sostiene que, en lo que llevamos de 2019, los inversores no se mostraron muy confiados en el mercado de renta variable de Estados Unidos dejando un claro empate en estos cuatro primeros meses: dos meses registrándose entradas y dos meses sufriendo salidas. Según el análisis de la gestora, esta tendencia “mixta” comenzó a verse a finales de 2018 y se está prolongando en este año.
“Sin embargo, es alentador comprobar que la confianza sí ha aumentado cuando se habla de renta variable estadounidense. Las suscripciones netas registradas en esta clase de activo durante el mes de mayo decantaron la balanza hacia el lado más positivo, después de que se hubieran registrado dos meses con salidas y otros dos con entradas de dinero en lo que iba de año”, apunta al respecto Aitor Jauregui, responsable de BlackRock para España, Portugal y Andorra.
El mayor atractivo de la renta variable norteamericana ha ido en detrimento de la europea. “También convendría destacar que, aunque los ETP con exposición a renta variable europea han registrado el cuarto mes consecutivo con salidas netas, sí se ha reducido sensiblemente el volumen de los reembolsos, después de que el último mes terminase con salidas netas por valor de 900 millones de dólares, por los 2.800 millones mensuales que salieron durante abril y marzo, lo que reflejaría una cierta mejoría con respecto a la confianza en la renta variable del viejo continente”, añade Jauregui.
El otro dato significativo de mayo está protagonizado por los ETPs de mercados emergentes. Según sostiene Jauregui, “el análisis de los flujos en ETPs desprende que los inversores han rebajado su confianza en los mercados emergentes, tal y como refleja el hecho de que se hayan registrado las mayores salidas en productos de renta variable de estos mercados desde agosto de 2018 o, en el caso de la renta fija, desde noviembre de 2016”.