Casi siete de cada diez inversores españoles coinciden en que los fondos indexados y los fondos cotizados (conocidos como ETFs) son una opción de inversión más barata, pero el 64% también cree que son inversiones de menor riesgo, según un nuevo estudio publicado recientemente por Natixis Global Asset Management. El estudio sugiere que muchos inversores tienen expectativas que no reflejan una comprensión plena de los riesgos y las ventajas de los fondos indexados.
Natixis ha encargado un estudio independiente entre 400 inversores particulares en España (como parte de un estudio global realizado entre 7.100 inversores de 21 países de Asia, Europa, América y Oriente Medio), que indica arroja conclusiones como las siguientes: el 58% de los inversores españoles creen que los fondos indexados y los ETFs pueden ayudarles a mejorar la diversificación de su cartera; el 69% cree que los ETFs pueden ayudar a contener pérdidas; y el 60% cree que los ETFs dan acceso a las mejores oportunidades de inversión en el mercado.
Los inversores no parecen tener claro qué están intentando conseguir y dónde residen las amenazas. Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore, lo explica: «Los fondos indexados pueden tener su lugar en una cartera, pero no encajan necesariamente en la estrategia de todos los inversores, para quienes la gestión activa es esencial si quieren conseguir una mayor diversificación, generar rentabilidades y crear carteras más resistentes». Varios estudios realizados recientemente por Natixis entre inversores institucionales y asesores financieros demostraron que los inversores preferían estrategias activas para aprovechar los movimientos del mercado, generar alfa y conseguir rentabilidades ajustadas al riesgo, mientras que enfocaban la inversión pasiva principalmente como una manera de ahorrar comisiones de gestión.
“Es clave que los inversores comprendan el nivel de riesgo de su cartera y que sepan identificar adecuadamente las fuentes de diversificación, por lo que es preocupante ver a los inversores sobrestimando los beneficios de la gestión pasiva”, afirma Sophie del Campo, que añade que “los asesores pueden ayudar a los inversores a comprender mejor los mercados y el mundo de la inversión”.
El valor de los asesores
En estos momentos, el 74% de los inversores españoles afirma que merece la pena pagar por recibir asesoramiento profesional. Tres cuartas partes de los inversores piensan que con un asesor profesional tienen más probabilidades de conseguir sus objetivos financieros que sin él.
La encuesta revela que, en total, el 62% de los inversores españoles busca algún tipo de asesoramiento: el 43% trabaja exclusivamente con asesores financieros personales y el 7% utiliza únicamente servicios en línea automatizados, también conocidos como robo-advisors, mientras que el 12% restante combina asesores personales con asesores automatizados.
Más allá de los resultados de la inversión, lo que los inversores españoles valorarían más conseguir de un asesor financiero es: ayuda para definir objetivos y trazar planes (38%); asesoramiento personalizado en periodos de volatilidad e incertidumbre en los mercados (38%); ayuda para tomar decisiones mejor informadas en relación con sus inversiones (34%).
Con esta idea en mente, «los asesores deberían adaptar sus servicios para atender las preferencias de los clientes. La relación entre asesores e inversores debe pivotar sobre la comunicación y la formación. Los inversores quieren estar mejor formados y participar más en el proceso de toma de decisiones de inversión, no quieren simplemente dejarlo todo en manos de los expertos. Por otro lado, la industria necesita ser más clara sobre las comisiones, haciéndolas más sencillas y más transparentes», añade Sophie del Campo.
El uso de las inversiones alternativas tiene margen de crecimiento
Los inversores de todo el mundo parecen estar buscando un nuevo modelo de inversión que pueda adaptarse a los cambios de los mercados. De hecho, el 78% de los inversores españoles (el 67% en todo el mundo) no cree que un enfoque tradicional de acciones y bonos dentro de la asignación de activos de una cartera sea la mejor forma de conseguir rentabilidades y gestionar inversiones. De hecho, el 69% de los inversores españoles (el 77% en todo el mundo) demanda nuevas estrategias de cartera que les ayuden a gestionar mejor el riesgo, y el 73% demanda nuevas estrategias de cartera que les ayuden a diversificar mejor sus inversiones. Dicho de otro modo, demandan un enfoque que parece abrir la puerta a un mayor peso de las inversiones alternativas. No obstante, aunque los inversores creen que las inversiones alternativas pueden ayudar, necesitan saber más antes de invertir. El 45% de los inversores españoles todavía no recurre a las inversiones alternativas. Quienes no las usan afirman que no invierten en activos alternativos porque no entienden cómo funcionan (23%).
Los inversores afirman que ampliar sus conocimientos sobre inversión es lo que más podría ayudarles a conseguir sus objetivos; así, reforzar los conocimientos financieros fue citado por el 52% de los encuestados.
La jubilación sigue planteando retos
La mayor parte de los inversores españoles (78%) señala que conseguir rentas estables es más importante para ellos que generar rentabilidades elevadas. Sin embargo, están divididos en cuanto a si la revalorización del capital a largo plazo (58%) es más importante para ellos que las ganancias a corto plazo, frente al 69 % mundial. Trabajar con estimaciones puede impedir a los inversores abordar su mayor desafío. El 67% de los inversores (el 72% en todo el mundo) afirma que la jubilación es su máxima prioridad financiera. Sin embargo, la falta de objetivos claros y planificación podría dejarlos en una situación vulnerable en el futuro.
La responsabilidad de la jubilación está trasladándose lentamente desde los estados hasta las personas. El 78% de los inversores españoles (el 77% en todo el mundo) siente que la responsabilidad de financiar su jubilación recae cada vez más sobre ellos. Los inversores muestran reacciones enfrentadas ante este hecho; así, el 25% siente resignación, el 25% optimismo y el 14% enfado/indignación.
Sophie del Campo señala que «los inversores tienen a su disposición muchas herramientas que les ayudan a financiar su jubilación, pero las hipótesis sobre los ahorros que necesitan para la jubilación están dando lugar a un déficit. De media, los inversores españoles piensan que necesitarán el 62% de su renta previa para vivir cómodamente durante su jubilación, un porcentaje inferior al 70%-80% que se recomienda normalmente. La buena noticia es que los inversores están empezando a fijarse objetivos basados en referencias personales. Este cambio hace que el papel de los asesores financieros sea más crucial que nunca, ya que pueden ayudar a los inversores a definir estos objetivos y guiarles para que mantengan su enfoque de inversión a largo plazo».
Natixis encuestó a 400 inversores particulares en España con un volumen mínimo de activos invertibles de 200.001 dólares. La encuesta electrónica se realizó en febrero y marzo de 2016 y forma parte de un estudio internacional más amplio en el que han participado 7100 inversores de 21 países de Asia, Europa, América y Oriente Medio. Las conclusiones se publican en un nuevo informe, titulado Help Wanted: How investor behavior is rewriting the job description for financial professionals (Se necesita personal: Cómo el comportamiento de los inversores está redefiniendo el trabajo de los profesionales financieros).