En línea con el buen comportamiento de los mercados bursátiles, 2013 fue un año muy fructífero para los productos cotizados de renta variable: sus flujos de entrada alcanzaron un máximo histórico en 247.300 millones de dólares, según los datos de BlackRock. Pero en enero la situación se ha complicado ligeramente, debido a las correcciones generalizadas en bolsa y a la crisis en los mercados emergentes.
A lo largo del mes, hubo reembolsos: los inversores retiraron capital de los productos cotizados de renta variable por valor de 10.800 millones de dólares, alejándose así de la solidez con la que comenzaron los dos últimos años. Este mal comportamiento explica que las salidas netas registradas en los productos cotizados en todo el mundo ascendieran a 9.700 millones de dólares durante el mes de enero, según el ETP Landscape Report de BlackRock correspondiente al primer mes del año.
Las noticias positivas sobre la inversión en ETPs durante el mes de enero se dieron en la renta variable de mercados desarrollados distintos al estadounidense, que captaron 11.200 millones de dólares, aunque la cifra no bastó para borrar los reembolsos en otras categorías.
En concreto, Los ETPs de renta variable de mercados desarrollados en general (global/global excluyendo EE.UU.) atrajeron una inversión neta de 3.700 millones de dólares y las exposiciones a renta variable japonesa captaron otros 4.000 millones de dólares. Además, los productos cotizados de renta variable europea registraron unas entradas de 4.000 millones de dólares, impulsadas por el índice de gestores de compras de enero para la zona euro, cuyo dato fue el más positivo desde 2011.
Al otro lado, los ETPs de renta variable de mercados emergentes registraron unas salidas netas de 10.000 millones de dólares, las salidas mensuales más altas jamás registradas, promovidas por la debilidad de los datos de fabricación en China y la continuación de la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal.
Los fondos que replican índices estadunidenses también sufrieron: EE. UU. sufrió salidas netas por valor de 12.000 millones de dólares, que reflejaron principalmente los reembolsos experimentados por el segmento de la renta variable de gran capitalización (de 15.900 millones de dólares), mitigados por unos flujos de entradas netas de 2.900 millones de dólares en ETPs sectoriales estadounidenses.
Y es que las preocupaciones en torno a los mercados emergentes y a las valoraciones y beneficios de las empresas estadounidenses afectaron en gran medida a los flujos de inversión en enero. Tales preocupaciones también provocaron caídas en las bolsas de todo el mundo y es probable que la volatilidad se aleje de sus mínimos históricos y aumente en adelante, según BlackRock.