Los flujos en el mercado europeo de ETFs fueron limitados en noviembre de 2015. Los flujos netos de activos durante el mes alcanzaron los 3.700 millones de euros, es decir, acusaron un descenso del 27% con respecto a la media anual, según los datos de Lyxor.
El total de activos gestionados ascendió a 462.000 millones de euros, lo que supone un aumento del 27% con respecto al dato de finales de 2014, e incluye un reducido impacto de mercado del 2,15%. En un entorno caracterizado por las cambiantes expectativas acerca de la política monetaria de la Fed, los inversores centraron su interés principalmente en los ETFs de renta variable de los mercados desarrollados.
Los índices de renta variable registraron entradas por valor de 2.600 millones de euros, lo que representa casi tres cuartas partes de los flujos totales en el mercado. Habida cuenta de la sólida creación de empleo y la aceleración de la inflación salarial, las expectativas del mercado viraron hacia una subida de los tipos por parte de la Fed a mediados de diciembre.
En este contexto, el repunte de los flujos experimentado por los mercados emergentes en octubre se reveló efímero, ya que tan solo se registraron entradas por valor de 97 millones, en comparación con los 319 millones en salidas, de la renta variable de los mercados emergentes asiáticos.
Los inversores prefirieron volver a apostar por los índices de los mercados desarrollados en su conjunto, lo que se tradujo en 2.400 millones en flujos de entrada, un dato que duplica el registrado en octubre de 2015. Los flujos en los ETFs de renta variable de Japón y Estados Unidos se anotaron un considerable incremento, con entradas por valor de 785 millones y 321 millones, respectivamente. Los flujos hacia Europa (667 millones) siguieron siendo modestos y permanecieron sin cambios con respecto al mes precedente, y se concentraron principalmente en los índices financieros y de pequeña capitalización.
¿Y en renta fija?
Las entradas de capital en los índices de renta fija cayeron de forma significativa y se situaron en los 930 millones, lo que supone un descenso del 57% con respecto a la media anual. La deuda pública de mercados desarrollados acusó el grueso de las salidas (1.100 millones). En un contexto de fuerte divergencia entre las políticas monetarias, con una brecha entre los rendimientos de EE.UU. y Alemania en máximos históricos, las salidas de capitales afectaron principalmente a la deuda pública europea (997 millones) y también a la deuda pública alemana (354 millones).
Por el contrario, las entradas en la deuda corporativa y de alto rendimiento aumentaron hasta alcanzar un total de 1.900 millones, un dato un 65% superior a la media anual, apuntaladas por la búsqueda de rendimientos y, en Europa, por las expectativas de una ampliación del programa de expansión cuantitativa, que finalmente se produjo. Cabe destacar que las entradas en los ETFs de bonos indexados a la inflación marcaron máximos anuales, al acumular 240 millones de euros.
Los flujos relativos a las materias primas fueron positivos y se situaron en 153 millones, gracias a los flujos positivos en los índices generales (146 millones), mientras que los ETFs de metales preciosos y oro registraron discretas entradas por valor de 7 millones de euros.