Los flujos netos de activos durante el mes de julio alcanzaron los 8.200 millones de euros, el doble de la media mensual registrada desde principios de año, según datos de Lyxor. El total de activos gestionados se situó en 474.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 5% con respecto a la cifra de finales de 2015, e incluye un impacto limitado de mercado (+3,5%). En un entorno incierto, los ETFs sobre Smart Beta, que ofrecen mayores rendimientos, acumularon la mayor parte de los flujos de entrada.
Los índices de renta variable registraron niveles máximos de entradas de capitales desde comienzo de año: 2.200 millones de euros. En los mercados desarrollados, los flujos registrados fueron limitados, situándose en 598 millones, señala la firma, que dice: «Estas cifras ponen de manifiesto una situación bastante heterogénea». Los flujos en Estados Unidos, espoleados por el tono acomodaticio que sigue mostrando la Fed y la buena temporada de publicación de beneficios, fueron de gran envergadura (2.000 millones de euros). Por otra parte, la incertidumbre reinante tras el referéndum del Brexit siguió haciendo mella en la renta variable europea, que acumuló unas salidas de capitales de 2.900 millones. Tras dos meses de debilidad, la renta variable emergente confirmó su repunte con entradas por valor de 1.500 millones, principalmente en los índices generales, lo cual muestra movimientos tácticos de los inversores ante el aplazamiento de la subida de los tipos por parte de la Fed. El fuerte dinamismo de los ETFs sobre Smart Beta se mantuvo y marcaron en julio un máximo anual de 1.800 millones, centrándose principalmente en los productos de volatilidad mínima y generadores de dividendos.
Las entradas en renta fija experimentaron un fuerte repunte hasta alcanzar los 4.900 millones de euros, dato próximo al máximo anual registrado en marzo de 2016 de 5.700 millones. En los países desarrollados, las entradas se concentraron principalmente en los ETF de deuda corporativa investment grade (1.900 millones), que siguieron contando con el respaldo de las medidas del BCE. Las entradas en deuda de mercados emergentes marcaron nuevos máximos acumulando 2.000 millones, al beneficiarse del gran apetito de los inversores por el rendimiento derivado de unos tipos de interés muy bajos o cercanos a cero. «Los irrisorios rendimientos también explican el repunte de los flujos en los ETF de deuda High Yield, con 660 millones tras dos meses de salidas de capitales. Resulta interesante comprobar que los ETF ligados a inflación registraron niveles mínimos anuales al anotarse salidas por valor de 120 millones».
Por último, señala Lyxor que los flujos relativos a las materias primas marcaron un máximo anual de 1.100 millones, concentrados principalmente en los índices generales y respaldados por el renovado apetito de los inversores por esta clase de activos.