Con unos flujos netos de activos valorados en 104.200 millones de euros en lo que va de año, los ETFs europeos ya han superado el volumen récord de 2019. Según el último análisis publicado por Lyxor, la tendencia mostrada en los últimos meses se mantuvo en julio, y la renta variable sumó cuantiosos flujos, mientras que los flujos en la renta fija se recuperaron tras un segundo trimestre de luces y sombras.
En este sentido, los ETFs acumularon flujos por valor de 11.800 millones de euros en julio de 2021. Los fondos de tipo abierto y los ETFs de renta variable revelaron flujos netos de activos por valor de 20.700 millones de euros: los fondos recibieron 15.500 millones y los ETFs cosecharon 5.300 millones de euros. “Las exposiciones generales fueron favorecidas, así como el sector de atención sanitaria”, apunta el documento de Lyxor.
La gestora considera que si bien los fondos activos ofrecen numerosas ventajas, el crecimiento exponencial de los activos gestionados de los ETFs de renta variable en los últimos años “confirma la importante función que desempeñan los ETF en las carteras de los inversores europeos”.
Respecto a la renta fija, los fondos y los ETFs de renta fija cosecharon, en su conjunto, unos flujos netos de activos por valor de 31.600 millones de euros, de los cuales 24.800 millones de fueron acumulados por fondos de tipo abierto y 6.800 millones de euros, por ETFs.
Por último, de nuevo destacaron los ETFs ESG, que prosiguieron su sólida tendencia, con unos flujos netos de activos valorados en 8.200 millones de euros. En concreto, la renta variable ESG acaparó el grueso de esos flujos.
Un año récord
“2021 ya se perfila como un año récord para el mercado europeo de ETFs. En lo que va de año, los ETFs en Europa han cosechado al menos 10.000 millones de euros al mes (14.900 millones de euros de media). Esto contrasta con la media mensual de 6.900 millones de euros en flujos netos de activos desde principios de 2015”, destacan desde Lyxor.
Según su análisis, esta tendencia se ha revelado extraordinariamente estable y resiliente hasta la fecha. “Los inversores muestran un ávido apetito por los activos de riesgo. Los ETFs de renta variable acapararon alrededor de tres cuartas partes del total de entradas en los ETFs desde comienzos de año. Este tipo de fondos representan ahora la exposición preferida de los inversores en renta variable en Europa. Por otro lado, los fondos de inversión siguen siendo la opción predilecta para las exposiciones a renta fija”, apunta el documento.
Además de este argumento de “posicionamiento táctico”, desde Lyxor identifican dos motivos más que explican el fuerte crecimiento al que estamos asistiendo. Por un lado, existe el consenso general de que los ETFs superaron con éxito la prueba de liquidez durante el periodo bajista del mercado en 2020. Según su análisis, “nunca antes se habían mostrado los inversores tan confiados a utilizar ETFs para volver a apostar por algunas exposiciones o durante periodos de reajuste de las carteras”.
Por último argumenta que los inversores parecen favorecer cada vez más los ETFs cuando afrontan decisiones de inversión entre fondos activos y pasivos. “Por ejemplo, los fondos de inversión recibieron menos del 10% de los flujos en renta variable estadounidense desde principios de año. Esto pone de relieve el reconocimiento de los inversores de que una continua generación de alfa en la renta variable estadounidense (p. ej., en las grandes capitalizaciones de Estados Unidos) puede resultar difícil a largo plazo”, concluyen desde Lyxor.