En el primer trimestre de 2022, los inversores destinaron 267.000 millones de euros a ETFs globales, que sumaron 109.000 millones en marzo. Según el último informe de Amundi, se produjo una aceleración en las entradas respecto a febrero, cuando se registraron 80.400 millones de euros, tras el impacto de la guerra iniciada por Rusia en Ucrania.
Los datos indican que la renta variable siguió siendo la clase de activo más popular, con 210.000 millones de euros, lo que supone casi el 80% del total de entradas; mientras que los inversores incorporaron 36.300 millones de euros a los ETFs de renta fija. A nivel geográfico, los Estados Unidos representaron algo más de las tres cuartas partes de las entradas totales, con 207.000 millones de euros y los flujos de entrada en los ETFs UCITS europeos fueron de 41.300 millones de euros en el trimestre.
“La asignación a esta clase de activos se redujo ligeramente en marzo, con 5.000 millones de euros asignados este mes, frente a los 5.800 millones de febrero y los 27.000 millones de enero. Aunque el panorama general del trimestre fue positivo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia a finales de febrero hizo que los inversores retiraran 3.000 millones de euros de las estrategias de renta variable de la zona euro. A principios de marzo, también se produjo una huida hacia quality, con captaciones de 1.300 millones de euros en bonos soberanos, así como importantes flujos de entrada en oro y materias primas”, explican desde Amundi.
Flujos europeos
Desde principios de año, las entradas en ETFs UCITS europeos de renta variable fueron de 32.100 millones de euros, mientras que los índices globales siguieron siendo la clase de activo más popular, ganando 15.000 millones de euros, y los norteamericanos, 12.000 millones. Por su parte, los ETFs japoneses registraron la mayor salida, con una retirada de 2.600 millones de euros, pero también hubo un reembolso de 1.700 millones de euros de la renta variable de la zona euro.
Según explican desde Amundi, “esto ocurrió en marzo tras el estallido de la guerra en Ucrania y refleja la preocupación de los inversores por el impacto de la crisis en los precios de las materias primas y la inflación en esta región”.
Respecto a las estrategias más demandadas, durante el primer trimestre, los fondos smart beta sumaron 4.900 millones de euros, siendo las estrategias value las más populares, añadiendo 4.000 millones de euros durante este periodo. Sin embargo, las estrategias value perdieron popularidad en marzo, con salidas de 489 millones de euros. “Esto refleja probablemente la preocupación de los inversores por el impacto del aumento de los precios de los costes en el crecimiento económico”, matiza el informe mensual de la gestora.
En el caso de las estrategias sectoriales, ganaron 6.500 millones de euros en el primer trimestre y, en concreto, las de clima captaron 2.200 millones de euros, mientras que la energía sumó 2.000 millones de euros. El sector financiero fue la tercera estrategia más popular durante el primer trimestre, ganando 741 millones de euros, aunque perdió 1.400 millones en marzo.
En marzo, la guerra de Ucrania hizo que los inversores se decantaran por los valores defensivos en detrimento de los cíclicos, con la energía, sumando 614 millones de euros, mientras que se produjeron salidas de 416 millones de euros de los ETFs de consumo discrecional. “Los productos de renta variable ESG ganaron 9.100 millones de euros en el primer trimestre, siendo las estrategias estadounidenses las más favorecidas con 3.800 millones, mientras que las globales quedaron en segundo lugar con 3.000 millones.
Esto refleja la tendencia regional general e indicaría que los inversores continúan cambiando de estrategias más tradicionales a fondos ESG”, añade Amundi a raíz de los datos del último trimestre.
En renta fija
Respecto a los ETFS de renta fija, los fondos de bonos soberanos ganaron 4.300 millones de euros durante los tres primeros meses del año, con 3.100 millones de euros en bonos de EE.UU. a medio plazo y 1.200 millones de euros en bonos a corto plazo en la zona euro. Aunque, “los inversores retiraron 1.300 millones de euros de los bonos ligados a la inflación de EE.UU., mientras que estas estrategias en la zona euro ganaron 525 millones de euros en el primer trimestre, tal vez como reflejo de la mayor preocupación por el mayor coste de los precios en esta región”.
Los bonos corporativos ganaron 1.700 millones de euros durante el trimestre, siendo la estrategia corporativa de EE.UU. la más favorecida, con 2.200 millones de euros. Los datos muestran que las principales salidas se produjeron en las estrategias de high yield, con pérdidas de 761 millones de euros, 607 millones de euros y 548 millones de euros, respectivamente, “como reflejo de la preocupación de los inversores por la subida de los tipos de interés”, matizan desde la gestora.
Amundi reconoce que, a principios de marzo, los inversores reaccionaron a la invasión rusa de Ucrania con una huida hacia la calidad y compraron bonos soberanos, pero a finales de marzo los bonos corporativos europeos fueron su activo preferido. “Los bonos corporativos de la zona euro ganaron 1.100 millones de euros en marzo. Esto supuso una reversión de la tendencia observada en meses anteriores. En lo que va de año, los inversores retiraron 555 millones de euros de los bonos corporativos de la zona euro. Las estrategias de renta fija ESG ganaron 4.500 millones de euros, siendo la estrategia corporativa estadounidense la más popular, con 1.600 millones de euros”, concluye el informe de la gestora.