Los activos bajo gestión en ETFs globales aumentaron en 73.700 millones de euros en enero, impulsados por la persistencia del sentimiento positivo de los inversores. Siguiendo las tendencias de diciembre, la renta variable y los ETFs ESG fueron los grandes protagonistas en el arranque del año.
Según los datos de Amundi, la renta variable representó la mayor parte de esa asignación, con 50.700 millones de euros sumados a esta clase de activos, además los ETFs de renta variable registrados en Europa registraron fuertes entradas positivas de 12.900 millones de euros.
“Las tendencias de los productos coincidieron con las observadas a nivel mundial, siendo las categorías más sólidas global, sectors & smart beta y mercados emergentes, que atrajeron 5.300 millones de euros, 3.500 millones de euros y 3.000 millones de euros. Reino Unido también mantuvo su momentum positivo desde finales del año pasado, ganando 1.000 millones de euros”, destaca el último informe elaborado por Amundi.
Los ETFs sectoriales también obtuvieron importantes suscripciones de 5.000 millones de euros, siendo el sector climático el más favorecido, con 1.200 millones de euros, lo que supone tres meses de tendencia positiva para esta clase de producto. Según indica la gestora, el sector financiero fue el segundo más popular, con entradas de 711 millones de euros. “En línea con la tendencia de 2020 de los ETFs de un solo factor, observamos un cierto momentum positivo en enero para los ETFs Value, que captaron 839 millones de euros, lo que refleja el optimismo de los inversores sobre la recuperación económica”, añaden.
Respecto a los ETFs de renta fija, en enero se registró una asignación muy inferior a la de renta variable, con 1.700 millones de euros, al menos en Europa. “Las tendencias europeas no coincidieron con las observadas a nivel mundial, y los bonos soberanos fueron los más populares, atrayendo flujos de entrada de 1.200 millones de euros. China y los Mercados Emergentes representaron la mayor parte de estos flujos, atrayendo 927 millones de euros y 833 millones de euros, respectivamente. Se produjeron salidas de los ETFs de bonos soberanos de mercados desarrollados, con salidas de 635 y 296 millones de euros en los de renta fija a medio plazo de EE.UU. y en los de deuda a largo plazo de la zona euro. Este apetito por los tipos más arriesgados en los bonos soberanos surgió a finales del año pasado como reflejo de las perspectivas positivas de los inversores sobre las economías asiáticas”, apunta el informe de Amundi.
Por último, reconoce que aunque se produjeron pequeñas entradas de 140 millones de euros en fondos de bonos corporativos, hubo una rotación de los fondos de bonos corporativos de menor riesgo de la zona euro y de EE.UU. hacia bonos corporativos high yield de EE.UU. y mercados emergentes. Los productos de las dos primeras categorías perdieron 506 y 268 millones de euros, mientras que las dos segundas sumaron 477 y 154 millones de euros, respectivamente.
Crecimiento sostenido: ETFs ESG
Sobre la segunda de las grandes tendencias del inicio de este año, reflejado en los datos de enero, se pronuncian desde Lyxor ETF: “Este mes examinamos el espectacular crecimiento de los ETF ASG a través de un prisma multiactivos. La inversión ESG abarca un amplio número de exposiciones y temas de inversión. Cabe reseñar que los flujos positivos se revelaron bastante uniformes en el conjunto de clases de activos y subsegmentos. Los inversores disponen ahora de acceso a todos los componentes necesarios para construir una cartera multiactivos ASG completa”.
Según recoge la gestora en su último informe, los ETF ESG prosiguieron su sólida tendencia y cosecharon 8.600 millones de euros, su segundo mayor dato de entradas mensuales hasta la fecha. En concreto, los ETFs ESG de renta variable fueron los líderes con unos flujos mensuales medios de 7.200 millones de euros en los tres últimos meses, en comparación con el dato de 1.400 millones de euros de los ETFs ESG de renta fija.
“Un significativo porcentaje de los flujos en renta variable se concentró en las asignaciones mundiales. El porcentaje restante se repartió, en su mayoría, entre los universos de renta variable de Estados Unidos y Europa, lo que refleja ampliamente la representación regional de los índices principales. Esta tendencia constituye una buena indicación de la actual e importante transición desde las carteras no ESG a las carteras ESG”, concluye Lyxor ETF en su último informe.