A fecha de 31 de diciembre de 2015 había 950 productos de beta estratégica, representando unos 478.000 millones de dólares a nivel mundial. Morningstar ha publicado un estudio sobre las diferencias de costes -comisiones, costes de replicación y costes de trading- entre los ETFs de beta estratégica y los ETFs tradicionales que concluye que los primeros, de media, tienen unas comisiones más altas que sus homólogos ponderados por capitalización de mercado.
Los ETFs de renta variable estadounidense y de gran capitalización son los más caros en términos relativos. El TER de los ETFs de beta estratégica que utilizan el S&P 500 como índice comparable es tres veces más alto que el de los tradicionales ETFs sobre el S&P 500 (0.43 % frente a 0.14%); por el contrario, la comisión media para los ETFs de mercados emergentes de beta estratégica es sólo ligeramente superior a sus rivales ponderados por capitalización de mercado (0,60% frente al 0,53%); por último, el TER medio en los ETFs de beta estratégica de renta variable europea ha caído hasta el 0,39% desde el 0,43% en los últimos cinco años, sobre todo debido a la introducción de productos de beta estratégica más baratos en el mercado.
“Los inversores en ETFs de beta estratégico, así como aquellos que invierten en fondos gestionados activamente, están más preocupados por la rentabilidad y las complejidades de una determinada estrategia que por su coste,” comentó Hortense Bioy, directora europea de análisis de fondos pasivos de la firma de análisis. “Deberían tener en mente que existe una gran diferencia en las comisiones cobradas por los fondos de beta estratégica -incluso para aquellos que ofrecen exposición a estrategias similares- y que los fondos de menor coste ofrecen mayores probabilidades de éxito en el futuro”.
La rotación más alta de la cartera de los índices de beta estratégica comparado con los índices más tradicionales ponderados por capitalización de mercado resulta en costes de replicación más altos, los cuales no están incluidos en el TER del fondo y representan un lastre más en la rentabilidad tanto de los fondos sintéticos como de los fondos físicos. Los índices de beta estratégica tienen generalmente una rotación de cartera que varía entre el 20% y el 30% mientras que la tasa de rotación media para los índices de capitalización de mercado se sitúa entre el 3% y el 8%.
Los inversores en ETFs de beta estratégica también pueden sufrir potencialmente unos costes de transacción más elevados. Ya que muchos ETFs de beta estratégica son relativamente recientes, pequeños y muchas veces utilizados como inversiones buy and hold, pueden tener un menor volumen de contratación y unos mayores diferenciales de compra-venta, aumentando por lo tanto sus costes de estudio.