Los ETFs globales vivieron un mes de mayo de entradas netas de flujos de inversión. En total, las suscripciones ascendieron a 42.100 millones de euros, aunque la cifra sigue estando por debajo de la media, según recoge el informe mensual de Amundi sobre flujos de ETFs.
En cuanto a activos, a diferencia de abril, cuando los inversores se decantaron por la renta fija, las asignaciones a esta clase de activos en mayo fueron casi iguales a las de la renta variable, con entradas de 19.500 millones de euros y 18.200 millones de euros, respectivamente.
Las entradas norteamericanas se mantuvieron prácticamente estables respecto al mes pasado, con 33.300 millones de euros, mientras que las europeas fueron inferiores a las del mes anterior, con 7.200 millones de euros. Los inversores asiáticos añadieron 1.000 millones de euros este mes.
Renta variable
Los ETFs con exposición a índices globales fueron los más populares, con entradas de 2.100 millones de euros. Los inversores siguieron centrándose en la renta variable de los mercados emergentes, puesto que añadieron 1.200 millones de euros, «lo que convierte a mayo en el quinto mes consecutivo desde principios de año con grandes asignaciones a esta clase de activos», según describe el informe. Las estrategias en bolsa japonesa también fueron populares, con una entrada de inversión por 500 millones de euros, lo que refleja la popularidad del mercado asiático entre los inversores europeos. Los inversores añadieron 400 millones de euros a la renta variable de mercados emergentes, lo que supone alrededor de un tercio de la asignación total a esta clase de activos.
En cambio, los inversores retiraron 1.400 millones de euros de las estrategias de renta variable europea, frente a las entradas registradas en febrero y marzo. Los inversores sacaron 600 millones de euros de las estrategias energéticas, tal vez como reflejo de la preocupación por una posible recesión, según Amundi. Las estrategias de volatilidad mínima y alta calidad registraron ingresos de 600 millones de euros y 200 millones de euros, mientras que los inversores retiraron 800 millones de euros de los productos de value, lo que indica, a juicio de la firma, «la adversidad de los inversores al riesgo».
Las estrategias de renta variable ESG ganaron 2.700 millones de euros en mayo, con los índices mundial y europeo añadiendo 1.000 millones de euros y 600 millones de euros respectivamente, lo que refleja la
continua transición desde estrategias más tradicionales.
Por zona geográfica del inversor, los estadounidenses asignaron 17.600 millones de euros a ETFs de renta variable, frente a 13.900 millones de euros a ETFs de renta fija; los inversores europeos se mostraron más adversos al riesgo: los UCITS europeos de renta variable recibieron 2.300 millones de euros, algo menos de la mitad que los de renta fija.
Renta fija
Los ETFs de renta fija UCITS europeos vieron entradas de inversión por 5.100 millones de euros, siendo los bonos soberanos la estrategia más popular, con 2.500 millones de euros, seguida de la deuda corporativa con calificación investment grade, con 1.000 millones de euros. En lo que va de año, 2023 es un año récord para las asignaciones a estrategias de ETF de renta fija, con 27.000 millones de euros. Esta tendencia refleja tanto la cautela de los inversores como la mejora de los rendimientos de esta clase de activos, según explican en Amundi.
Dentro de los bonos soberanos, los inversores prefirieron la deuda denominada en euros, como nuestra la entrada de 1.400 millones de euros a este activo, frente a las ganancias de 600 millones de euros de la deuda denominada en dólares estadounidenses. Dentro de la deuda en euros, los inversores prefirieron las estrategias a todos los plazos, mientras que en el caso de la deuda pública en dólares se decantaron por las estrategias a largo plazo.
Las suscripciones de ETFs de bonos corporativos investment grade denominados en euros ascendieron a 700 millones de euros, todavía con preferencia por las estrategias a todos los vencimientos, y 300 millones de euros a la deuda corporativa investment grade denominada en dólares estadounidenses.
Los ETFs de renta fija ESG ganaron 1.600 millones de euros, con inversores que añadieron 1.000 millones de euros a bonos del Estado y 200 millones de euros a estrategias de investment grade y high yield, respectivamente.