Los flujos de inversión en productos cotizados durante septiembre —que captaron 8.900 millones de dólares— se vieron impulsados por las sólidas contribuciones provenientes de EE. UU., mientras que las aportaciones a la categoría de renta variable no estadounidense disminuyeron a pesar de unas valoraciones atractivas, según el último informe de BlackRock.
La inversión en productos cotizados en lo que va de año ha alcanzado los 190.900 millones de dólares a nivel mundial y sigue bien posicionada —a pesar del modesto volumen registrado en septiembre— para igualar el récord de 262.700 millones de dólares al que asistimos en 2012.
Dada la incertidumbre sobre el crecimiento mundial más allá de las fronteras estadounidenses, los inversores recurrieron a los mercados desarrollados en general y al estadounidense en particular, lo que derivó en flujos por valor de 12.600 millones de dólares a compañías estadounidenses de gran capitalización, 3.100 millones a los mercados desarrollados de renta variable y 2.600 millones a fondos de renta fija aggregate de EE. UU.
Si bien la inversión en ETPs de renta variable emergente se ralentizó a escala mundial, hay claros indicios que apuntan a una nueva reasignación a esta clase de activos, ya que el volumen neto en productos cotizados que invierten en compañías emergentes cotizadas en Europa y EE.UU. alcanzó un total de 2.000 millones de dólares en su conjunto.
Las salidas en productos cotizados de renta fija —por valor de 2.600 millones de dólares— se vieron impulsadas por los bonos del Tesoro estadounidense, dado que se acerca el final del programa de compra de bonos de la Fed y persiste el debate sobre el momento de aumentar los tipos de interés. Esta tendencia pareció invertirse a finales de mes puesto que, entre el 26 de septiembre y el 3 de octubre, los ETFs de renta fija cotizados en EE.UU. captaron 7.300 millones de dólares. Los ETFs de renta fija cotizados en Europa registraron un volumen de inversión de 200 millones de dólares durante el mismo periodo.