En lo que va de año, los ETFs globales sumaron 281.000 millones de euros durante los cuatro primeros meses. Sin embargo, en abril, estas estrategias captaron cerca de 23.000 millones de euros, aproximadamente una quinta parte de los 109.000 millones de euros del mes anterior, según los datos de Amundi. En opinión de la gestora, estos datos siguen reflejando la preocupación por el impacto de la guerra en Ucrania, el aumento de la inflación y la crisis del coste de la vida.
Si hacemos un balance hasta abril, se observa que los ETFs de renta variable siguen siendo los más relevantes, ganaron 206.000 millones de euros, aunque la asignación a esta clase de activos se redujo drásticamente en abril, cuando solo sumaron 4.500 millones de euros. Según los expertos, como respuesta a la volatilidad de los mercados y la preocupación por la guerra que Rusia desarrolla en Ucrania.
“En estas cuatro semanas se produjeron salidas netas de 12.400 millones de euros en EE.UU., mientras que las entradas en los ETFs UCITS europeos siguieron siendo positivas en este mes, añadiendo 9.500 millones de euros”, señalan desde Amundi.
Respecto a la renta fija, hasta abril, los ETFs de renta fija global atrajeron 52.400 millones de euros, siendo la deuda pública la estrategia más popular, con 42.300 millones de euros. De hecho, en abril, las asignaciones a renta fija superaron a las de la renta variable, añadiendo 15.900 millones de euros.
Flujos europeos
En el caso de los flujos europeos, Amundi destaca que los ETFs UCITS de renta variable regional europeos captaron 37.900 millones de euros en el primer cuatrimestre, añadiendo casi 9.000 millones de euros en abril. Según sus datos, los índices globales siguieron siendo los más populares, con 21.700 millones de euros, y las estrategias norteamericanas sumaron 12.600 millones de euros. Por el contrario, los inversores retiraron 2.800 millones de euros y 2.300 millones de euros de la renta variable de la zona euro y de Japón, respectivamente.
En abril, sin embargo, los inversores añadieron 7.000 millones de euros a los índices globales y sólo 706 millones de euros a las estrategias norteamericanas, mientras que retiraron 1.000 millones de euros de los índices de la zona euro. “Aunque la tendencia general de marzo y abril fue positiva, hubo cierta volatilidad, con flujos que estabilizaron y luego se invirtieron a principios de marzo, como reflejo de la preocupación por la guerra en Ucrania. Sin embargo, posteriormente, los flujos de entrada retomaron un ritmo similar al de principios de año”, apuntan en su informe mensual.
En lo que va de año, las estrategias sectoriales sumaron 7.600 millones de euros, siendo la climática la más popular, con 2.600 millones de euros, y la energía la segunda más demandada, con 1.900 millones de euros. La otra cara de la moneda fue el sector de consumo discrecional, donde los inversores retiraron 718 millones de euros. “Estas tendencias reflejan el impacto del aumento de los costes de la energía en el gasto de los consumidores”, matizan desde la gestora.
A la hora de hablar de “los más populares”, los datos muestran que se asignaron 5.500 millones de euros a estrategias de smart beta, siendo el value la más aclamada, con captaciones de 3.800 millones de euros en los primeros cuatro meses del año. “En abril, sin embargo, los inversores retiraron 200 millones de euros de esta estrategia, aproximadamente la mitad de lo retirado en marzo”, señala Amundi en su documento.
Por último, aunque los flujos de entrada en las estrategias ESG de renta variable continuaron, el impulso se redujo. “Las entradas en lo que va de año fueron de 10.400 millones de euros, pero en abril los flujos fueron de 1.400 millones de euros, lo que supone una ligera desaceleración respecto a los 1.500 millones de euros de marzo”, afirma la gestora. Según la región, se observa que los índices globales ESG sumaron 3.900 millones de euros en los cuatro primeros meses del año, mientras que los ESG de Norteamérica añadieron 4.000 millones de euros. No obstante, en abril, los índices globales ESG captaron 933 millones de euros, frente a sólo 202 millones de euros de los índices ESG norteamericanos, lo que refleja el reciente descenso de la popularidad de esta región.
Vehículos europeos de renta fija
Respecto a la renta fija, en lo que va de año, los inversores asignaron 6.300 millones de euros a ETFs UCITs de deuda pública europea, siendo la exposición a la deuda pública estadounidense la clase de activos más popular. Por áreas geográficas, las exposiciones a deuda de EE.UU. a medio, largo y broad captaron 4.000 millones de euros, 856 millones de euros y 797 millones de euros, respectivamente.
Una tendencia curiosa fue que las asignaciones a renta fija soberana se aceleraron en abril, y los inversores añadieron 2.000 millones de euros, frente a los 1.300 millones del mes anterior, lo que refleja un alejamiento de los activos de mayor riesgo. Entre los datos que destacan desde Amundi apunta que los inversores han retirado 2.900 millones de euros de la deuda pública china, de los que 1.900 millones se reembolsaron en el mes de abril, como consecuencia de la preocupación por el impacto continuado del COVID-19 en la nación.
En deuda corporativa, se sumaron 3.000 millones de euros en lo que va de año. “Los inversores asignaron 3.300 millones de euros a deuda corporativa estadounidense y retiraron 1.200 millones de euros y 935 millones de euros de la deuda high yield e investment grade de la zona euro, respectivamente. Los floting rates captaron 1.400 millones de euros, ya que los inversores buscaron beneficiarse del entorno de tipos al alza. En abril, los inversores asignaron algo menos de 1.300 millones de euros a bonos corporativos. Por último, en lo que va de año, las estrategias ESG de renta fija sumaron 6.000 millones de euros, con 2.000 millones de euros asignados a deuda corporativa de EE.UU. y 1.000 a renta fija corporativa de la zona euro”, concluye el informe de Amundi.