Desde el lanzamiento del primer fondo indexado en 1971, el negocio se ha expandido hasta alcanzar los 3,6 billones de dólares en activos en fondos retail y ETF en todo el mundo. Un crecimiento debido a los beneficios que aporta este tipo de inversión, el creciente rango de índices utilizados y la capacidad de evolución de las estrategias para adaptarse a las condiciones del mercado y necesidades de los inversores. Pero esos cambios presentan retos, en la medida en que los inversores se enfrentan a un gran número de índices y productos donde elegir.
En este sentido, iShares, la plataforma de fondos cotizados (ETFs) de BlackRock ha invitado a los inversores a ver con otros ojos la inversión en gestión pasiva en un nuevo informe que analiza cómo está cambiando la indexación y ofrece una visión que ayuda a seleccionar el vehículo de inversión pasivo adecuado.
“Durante los últimos tres años, hemos asistido a una evolución sin precedentes en el universo de los índices y de la gestión pasiva. En España, los inversores utilizan cada vez más este tipo de vehículos para plasmar sus ideas de inversión y acceder a nuevos mercados”, afirmó Iván Pascual, director de Ventas de iShares Iberia. “De cara al futuro, creemos que este crecimiento seguirá su curso, alimentado por la ampliación de la oferta de productos, el aumento de la implementación y una mayor combinación de betas”, añade.
El informe titulado «The Art of Indexing» ha sido elaborado como recurso para quienes se plantean o ya recurren a la gestión pasiva. Dicho informe expone las diferencias entre los fondos cotizados, los fondos de inversión indexados, los certificados y los swaps, además de ilustrar cómo el nivel de riesgo y rentabilidad que se desprende de replicar un índice puede experimentar variaciones considerables, incluso aquellos que parecen ofrecer exposiciones similares o tienen denominaciones parecidas. El informe aporta ejemplos de estrategias más novedosas, como los índices de mínima volatilidad, de factores de riesgo y los índices ponderados por fundamentales, así como sus ventajas e inconvenientes.
“Existe el mito de que replicar un índice es un proceso sencillo y automático y esto no es así. Pueden existir diferencias notables entre los índices de referencia, los vehículos de inversión basados en índices y los estilos de gestión, por no hablar de los proveedores de productos”, explica Ursula Marchioni, directora de estrategia de renta variable y análisis de productos cotizados para EMEA de iShares.
Por eso, defienden que los inversores interesados en fondos indexados apliquen el mismo grado de atención que en el caso de los fondos de gestión activa. “El análisis exhaustivo y la comprensión de las distintas opciones resultan fundamentales, especialmente en un momento en el que el número de índices está creciendo y el mercado comienza a ofrecer nuevas formas de indexación”, añade.
El informe destaca la necesidad del proceso de due dilligence a la hora de seleccionar un producto de gestión pasiva y defiende la idea de que los inversores que entiendan la beta en profundidad y la evolución y el futuro de este tipo de inversión estarán mejor posicionados para captar las oportunidades y evitar las trampas.
Las diferentes betas
El surgimiento de diferentes estrategias de beta tras los índices tradicionales plantean cuestiones sobre qué beta utilizar y cómo utilizarla (por ejemplo, algunos inversores pueden sustituir parte de su asignación tradicional de beta con una asignación core a una beta tradicional por capitalización de mercato y una satélite, o táctica, de estrategias distintas a la de capitalización). Como tendencias, en iShares destacan que los fondos de pensiones están incrementando el uso de ETF como complemento a los futuros, mientras las aseguradoras utilizan los ETF junto a fondos indexados para implementar visiones tácticas o tener liquidez.
Advertencia sobre la beta inteligente
A medida que crece el abanico de índices y productos, muchos de ellos reciben el calificativo de “smart beta” o beta inteligente. Pascual señala que esta etiqueta induce a engaño. “Los nuevos tipos de betas —incluyendo los índices que no están ponderados por capitalización— no son necesariamente más inteligentes ni mejores, simplemente son distintos. Recomendamos a los inversores replantearse el concepto de la indexación: céntrese primero en el objetivo que persigue, ya sea mejorar las rentabilidades o controlar determinados riesgos, y sopese después cómo podría desarrollarse esa estrategia en el panorama económico y de inversión”, aconseja.