La tendencia positiva de flujos hacia ETFs europeos continúa e incluso soprepasó, de enero a junio, la marca de 50.000 millones de euros del año pasado en esas mismas fechas. En concreto, entraron en el primer semestre del año 54.000 millones de euros, según datos de Amundi ETF. La renta variable sigue siendo la opción preferida por los inversores, canalizando el 65% de estos flujos, 34.000 millones de euros, según los datos de 2017 correspondientes a finales del mes de junio.
La renta variable europea ha sido la clase de activo más atractiva hasta junio, especialmente después de los resultados obtenidos en las elecciones francesas, que despejaron las dudas sobre el futuro de la Unión Europea. A continuación, encontramos la renta variable emergente, que continúa el rebote iniciado en 2016, atrayendo más de 2.000 millones de euros en los seis primeros meses del año.
La renta variable americana, por otro lado, experimentó un cambio de tendencia, con reembolsos de más de 1.000 millones de euros en el segundo trimestre del año.
Los flujos hacia productos smart beta ascendieron a 2.200 millones de euros, con value y mid cap como factores más populares, en línea con lo observado el primer trimestre.
Resultados de la renta fija
En el universo de renta fija, la situación hasta junio es esencialmente la misma que en la parte de renta variable, con una continuación de las tendencias observadas el primer trimestre. En la primera mitad del año, entraron 17.500 millones de euros en ETFs de renta fija, según Amundi ETF. La deuda de países emergentes sigue recibiendo la mayor cantidad de flujos, con casi 7.000 millones de euros en la primera mitad del año.
En lo que a crédito respecta, los bonos flotantes siguen siendo favorecidos por los inversores, los cuales han asignado 3.000 millones de euros desde comienzos de año y hasta junio. A continuación, se encuentra la deuda corporativa estadounidense, que continúa ofreciendo rentabilidades mucho más altas que sus segmentos homólogos europeos, atrayendo flujos cercanos a los 2.000 millones de euros.
En un ambiente continuo de bajos tipos de interés, la búsqueda de rentabilidades sigue siendo el mayor conductor en la asignación de renta fija.
Los rembolsos se han concentrado en los bonos estadounidenses vinculados a la inflación con más de 1.000 millones de euros. Las expectativas de subidas de precios en Estados Unidos tras la elección de Donald Trump han sido ampliamente revisadas a la baja en los últimos meses.
Finalmente, se ha apreciado un renovado interés por las materias primas. Esta clase de activo ha recibido más de 2.400 millones de euros durante la primera mitad de año, superando ya la cantidad generada durante todo 2016.