La gestión de portafolios modernos requiere instrumentos financieros flexibles y diversificados que permitan maximizar rendimientos y gestionar riesgos de manera eficiente. Dos de los más utilizados en este contexto son las notas estructuradas y las entidades de propósito especial (SPVs, por sus siglas en inglés). Aunque ambos cumplen con funciones específicas, su aplicación varía según las necesidades del proyecto, la estructura del portafolio y el perfil de riesgo del inversor, explican desde la gestora especializada FlexFunds.
Para seleccionar el instrumento más adecuado, es crucial que el gestor de portafolios comprenda a fondo las características, usos y riesgos asociados a cada herramienta, y que estas se alineen con los objetivos y necesidades de sus clientes. A continuación, se analizan las particularidades de cada opción.
Notas estructuradas
Las notas estructuradas son instrumentos financieros personalizados que combinan elementos de renta fija y derivados, permitiendo a los gestores acceder a un rendimiento potencial ligado a activos subyacentes como acciones, índices o materias primas.
¿Cuándo utilizar una nota estructurada?
- Optimización de rendimientos ajustados al riesgo
Las notas estructuradas permiten diseñar perfiles de riesgo-rendimiento a medida. Son útiles para gestionar portafolios donde el objetivo es preservar capital mientras se capturan rendimientos moderados. - Acceso a activos complejos
Los portafolios que buscan exposición a activos difíciles de negociar o replicar (como índices personalizados o canastas de acciones) pueden usar notas estructuradas como una solución eficiente. - Cobertura de riesgos
Estos instrumentos permiten incorporar estrategias de cobertura, como protección contra caídas de mercado, a menudo a un costo inferior al de operar derivados directamente. - Gestión de flujos de efectivo
Las notas estructuradas ofrecen flexibilidad en términos de vencimiento y pago de cupones, lo que facilita su integración en portafolios con necesidades específicas de liquidez.
Riesgos
- Riesgo de contraparte: están respaldadas por la solvencia del emisor, típicamente bancos o instituciones financieras. Si el emisor quiebra, la inversión puede perderse.
- Falta de liquidez: estas notas son ilíquidas y difíciles de vender antes de su vencimiento.
- Complejidad y transparencia: la estructura puede ser difícil de entender y las tarifas asociadas no siempre son transparentes, lo que podría impactar negativamente al inversor.
SPVs (Special Purpose Vehicles)
Un SPV es una entidad legal separada creada para gestionar activos o riesgos específicos, aislando las operaciones de su matriz. Estas estructuras son comunes en titulizaciones de activos y proyectos específicos.
¿Cuándo usar un SPV?
- Aislamiento de riesgos: los SPVs separan los riesgos asociados a ciertos activos del balance general de la matriz, protegiendo a los inversores y la compañía matriz.
- Flexibilidad financiera: permiten captar capital mediante instrumentos adaptados, como bonos o vehículos de inversión estructurados.
- Distribución del riesgo: al ser financiados por múltiples inversores, los SPVs distribuyen el riesgo entre ellos.
- Eficiencia de costos: dependiendo de la jurisdicción, pueden ser más económicos de establecer en comparación con otras alternativas.
- Gestión de activos complejos: en carteras que incluyen activos ilíquidos o de alto riesgo, los SPVs facilitan su empaquetamiento, valoración y venta.
Riesgos
- Complejidad operativa: la estructuración y gestión de un SPV pueden ser complicadas y requieren experiencia técnica.
- Falta de transparencia: la separación legal no siempre elimina por completo el riesgo reputacional o financiero para la matriz.
- Exposición a mercado: los SPVs dependen del rendimiento de los activos que gestionan; si estos no rinden como se espera, los inversores podrían enfrentar pérdidas.
Ambos instrumentos ofrecen beneficios significativos, pero la elección depende de los objetivos y la estrategia del portafolio. Las notas estructuradas son útiles para gestores que buscan diversificación con cierto nivel de protección, mientras que los SPVs son ideales para proyectos específicos o estructuración de activos. La clave está en evaluar cuidadosamente los riesgos, costos y beneficios de cada opción antes de tomar decisiones de inversión. En la tabla siguiente se resumen las principales diferencias de cada instrumento.
FlexFunds, como un líder en la creación de vehículos de inversión a través de SPVs irlandeses, simplifica un proceso que tradicionalmente es complejo y costoso. Gracias a nuestra experiencia y enfoque innovador, ofrecemos a los gestores de portafolios diseñar estructuras de inversión adaptadas a sus estrategias, logrando una ejecución más ágil y económica.
Al combinar las ventajas de las notas estructuradas y los SPVs, FlexFunds ofrece soluciones personalizadas que maximizan la eficiencia en la distribución y captación de capital. Además, destacan por ser soluciones costo eficientes ya que pueden ser emitidas en la mitad el tiempo y coste asociados con alternativas convencionales.
Para explorar cómo FlexFunds puede potenciar su estrategia de inversión en los mercados de capital internacionales, no dude en contactar a sus especialistas en info@flexfunds.com
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