En los últimos años, el capital privado ha ganado protagonismo en las carteras institucionales por su potencial de rentabilidad ajustada al riesgo y su capacidad de diversificación. Sin embargo, su principal característica, la iliquidez, puede suponer un reto tanto para inversores como para los propios gestores de portafolios. En este contexto, la securitización se presenta como una solución innovadora y eficaz para transformar activos ilíquidos en títulos listados, líquidos y fácilmente accesibles.
Este artículo se explica de manera clara y práctica cómo funciona la securitización en el contexto del capital privado, qué beneficios ofrece y cómo se puede implementar, señalan desde FlexFunds.
La securitización de activos, o titulización, no es más que un proceso de transformación de cualquier tipo de activo financiero en un título valor negociable. A través de esta técnica financiera tiene lugar el nacimiento de productos cotizados (ETPs) que actúan como vehículos de inversión, siendo su objetivo dotar a los activos subyacentes de una mayor liquidez, flexibilidad y alcance.
Tradicionalmente, este proceso ha estado vinculado al sector bancario o hipotecario. Sin embargo, cada vez más gestores de fondos de capital privado están explorando esta vía para aportar mayor flexibilidad a sus carteras, monetizar activos sin necesidad de venderlos directamente y atraer a una base más amplia de inversores.
Los fondos de capital privado son instrumentos de inversión diseñado para respaldar el crecimiento de empresas que no cotizan en bolsa. Este vehículo se constituye a través de intermediarios financieros que recaudan fondos de inversores, los cuales son dirigidos hacia diversas empresas o proyectos con un potencial de crecimiento significativo.
Estos fondos suelen tener horizontes de inversión largos (8 a 10 años o más) y son estructuras cerradas, es decir, que no permiten la entrada o salida de inversores durante el período de vida del fondo. Esto puede limitar el acceso de ciertos inversores que requieren mayor liquidez o enfrentan restricciones regulatorias.
Entre los tipos de inversiones de capital privado más comunes se encuentran:
Mediante la securitización, es posible agrupar participaciones en un fondo de capital privado, y emitir valores que representen derechos sobre los flujos de caja futuros de esos activos. Estos valores pueden estructurarse en diferentes tramos de riesgo y rentabilidad, lo que permite adaptarse a distintos perfiles de inversores.
Ahora bien, implementar una estructura de securitización requiere experiencia en diseño financiero, regulación internacional y acceso a plataformas de distribución. En este punto, FlexFunds, compañía especializada en la creación de vehículos de inversión eficientes, puede jugar un rol clave.
FlexFunds ofrece vehículos de inversión que permiten a los gestores de capital privado:
1.- Aumento de la liquidez: La titulización convierte activos ilíquidos en productos listados con código ISIN, negociables a través de plataformas como Euroclear y Clearstream, y custodiables en cuentas de corretaje existentes.
2.- Diversificación del riesgo: al distribuir los riesgos asociados con los activos subyacentes entre múltiples inversores, la securitización ayuda a reducir la exposición al riesgo para cualquier inversor individual. Esto es especialmente importante en tiempos de volatilidad del mercado.
3.- Acceso a capital internacional: la securitización facilita el acceso a los mercados de capital internacionales, permitiendo a los gestores atraer inversión de una base global de inversores.
4.- Protección de los activos que están bajo la estructura: debido a que la emisión se ejecuta a través de una sociedad de propósito especial (SPV), el subyacente está aislado del riesgo crediticio que pueda afectar al gestor, y, por ende, al inversor.
Como toda herramienta financiera, la securitización conlleva desafíos que deben gestionarse, entre los que se destacan:
- La correcta valoración de activos privados.
- La transparencia informativa hacia inversores.
- El cumplimiento normativo en múltiples jurisdicciones.
La securitización aplicada al capital privado es una tendencia en expansión. Ofrece una alternativa viable para abordar la iliquidez inherente al sector, ampliar el universo de inversores y aumentar la distribución en los mercados de capital.
Si está pensando en potenciar la distribución de su fondo de capital privado, la securitización puede ser una herramienta que le permitirá ampliar la base de inversores. Las soluciones de FlexFunds permiten reempaquetar este tipo de instrumento en menos de la mitad del tiempo y coste que cualquier otra alternativa del mercado.
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