Las suscripciones netas durante el mes de noviembre hacia los ETFs europeos alcanzaron los 4.300 millones de euros, por encima de la media en lo que va de año, que se sitúa en 3.700 millones de euros, según datos publicados por Lyxor. El total de activos gestionados se situó en los 497.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 10% con respecto a la cifra de finales de 2015, e incluye un impacto limitado de mercado (subida del 2,2%).
Los flujos en los ETFs experimentaron una gran rotación de renta fija a renta variable, así como de renta variable de países emergentes a renta variable de países desarrollados. El repunte de la renta variable de las economías desarrolladas se centró principalmente en los subyacentes estadounidenses y europeos, tras la victoria de Trump.
Los ETFs de renta variable alcanzaron los 7.600 millones en entradas, su máximo en 11 meses. Los flujos en los ETFs de renta variable estadounidense se aceleraron hasta situarse en 3.600 millones de euros, en particular durante los días siguientes a las elecciones en Estados Unidos. Los ETFs de bolsa europea experimentaron una importante inversión de la tendencia (2.500 millones), si bien aún no han compensado las enormes salidas observadas anteriormente durante el año. A nivel mundial, la renta variable de los países desarrollados también se benefició del aumento de la confianza de los inversores con 1.700 millones de euros en entradas de capital. La confirmación por parte de la Fed de la próxima subida de tipos de interés desató un cierto número de salidas de los mercados emergentes por valor de 1.300 millones de euros, principalmente de ETFs generales y asiáticos.
En el ámbito de los ETFs de beta inteligente, el estilo valor siguió acumulando cuantiosos intereses con 621 millones de euros de entradas junto a un cierto número de flujos en los ETFs de volatilidad reducida, mientras que los ETFs de mínima volatilidad siguieron acusando salidas de capitales en un entorno de renovado apetito por el riesgo. En términos generales, los flujos de beta inteligente se situaron en 614 millones de euros en el mes de noviembre.
Las entradas en la renta fija registraron una inversión de la tendencia con salidas de 3.300 millones tras 16 meses de entradas de capitales. Estas salidas de capitales afectaron principalmente a la deuda pública, tanto de países desarrollados como emergentes (-1.300 millones de euros y -1.900 millones de euros respectivamente), al verse perjudicados por el cambio en las expectativas de los tipos de interés tras las elecciones en Estados Unidos.
Los flujos en la deuda privada con calificación investment grade también se estabilizaron con 319 millones de euros de salidas tras nueve meses de flujos positivos, y un promedio anual de 1.200 millones de euros, reflejando probablemente las dudas de los inversores sobre la ampliación del programa de expansión cuantitativa (QE).
Por otro lado, los ETFs vinculados a la inflación siguieron registrando entradas por valor de 284 millones de euros, concentrados principalmente en los ETFs estadounidenses, debido al aumento de los temores de inflación en el mercado tras las elecciones en Estados Unidos. Los ETFs de estrategia inversa, que se benefician de las subidas de los tipos de interés (double short bund o valores del Tesoro estadounidense) también acumularon cuantiosos intereses con entradas de capitales de 248 millones, un máximo anual, debido al repunte de los tipos de interés en Estados Unidos y Europa ante las expectativas de una subida de los tipos por parte de la Fed y un cambio en la política fiscal estadounidense.
Los ETFs de materias primas -que incluyen también los ETFs no admisibles/conformes según la normativa UCITS- no registraron prácticamente flujos en noviembre, pero los flujos desde principios de año fueron positivos (2.500 millones de euros).