Los fondos ETF han evolucionado mucho durante los últimos años, como se puede observar con la proliferación de ETFs EGS o ETFs de gestión activa. Sin embargo, hay un segmento en el que aún tiene un amplio potencial de crecimiento: los ETFs de renta fija.
Según el último informe WisdomTree, si hacemos un análisis histórico, esta clase de productos han corrido diferente suerte. “2019 fue un punto de inflexión a raíz de las colocaciones récord que los inversores realizaron al rotar hacia los instrumentos de ETFs. Si bien la mayor parte de los activos en el mundo de los bonos aún están en los fondos activos, los ETFs han permitido a los proveedores ofrecer soluciones innovadoras en la renta fija y esta tendencia es improbable que se revierta. Gracias al paquete que los ETFs representan, la dificultad de acceso a las clases de activo se ha disipado y han pasado a ser más accesibles que nunca. Asimismo, estos instrumentos han proporcionado la base necesaria para que los inversores construyan carteras diversificadas a través de un vehículo fácilmente operable y transparente”, argumenta Lidia Treiber, directora de Research de WisdomTree.
En su opinión, de los ETFs podría decirse que ofrecen a los inversores el “paquete más innovador y eficiente” para los productos de renta fija. “Su capacidad para tomar bonos equivalentes reduce las comisiones de trading al no tener que salir al mercado a comprar o vender los bonos subyacentes cada vez que se coloca una orden. Esto, junto con el efecto de contar con un mercado secundario en donde los inversores se benefician de dos niveles de liquidez, sin tener que pasar por el mercado primario, demuestra alguno de los beneficios que ofrecen los ETFs sobre bonos”, añade Treiber.
No obstante, ¿puede una falta de innovación detener la adopción creciente de los ETFs sobre renta fija? En este sentido defiende que, aunque el modo envoltorio característico de los ETFs ha propiciado la innovación, la renta fija no es vista como una clase de activo del todo innovadora. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha dado nacimiento a una nueva clase de activo de renta fija: los bonos conjuntos de la UE, diseñados para combatir al virus y promover una recuperación económica en la Eurozona. “Se espera que la emisión de estos bonos convierta a la Unión Europea en la segunda mayor emisora de bonos AAA de Europa, transformando así el espacio supranacional”, estima.
Y añade: “Si bien hemos visto a los inversores incrementar su exposición a todo el espectro de clases de activo de renta fija a través de los ETFs, solamente pocos de ellos están buscando incrementar la exposición al sector de renta fija durante los próximos doce meses. A pesar de un cambio hacia los ETFs sobre renta fija durante los últimos años, menos del 15% de los inversores los están considerando activamente al momento de pensar en los títulos de deuda. Por lo tanto: ¿ha alcanzado la adopción de ETFs de renta fija su punto máximo? ¿Se necesita más innovación para que su trayectoria de crecimiento continúe?”.
En años recientes han aparecido en Europa más herramientas de acceso al mercado, las cuales van desde modos económicos de incrementar la exposición a los CoCos AT1, hasta los bonos del Tesoro de EE.UU. a interés variable. En este sentido, el mercado de bonos continúa evolucionando con la formación de nuevas clases de activo y el comportamiento de los inversores vira hacia las opciones Ambientales, Sociales y de Gobernación (ASG).
“Es probable que los ETFs se mantengan al ritmo de esta evolución y proporcionen un acceso de mercado a estas nuevas clases de activo innovando, al mismo tiempo, en clases de activo ya existentes a través de la promoción de prácticas ASG más amigables entre los emisores de bonos”, comenta Treiber.
Mirando específicamente a los bonos de la UE, todos aquellos emitidos bajo el programa SURE están comprendidos en el marco de los bonos sociales y una porción emitida bajo la iniciativa NextGenerationEU, podría comprenderse también dentro de los marcos de bonos sociales o ecológicos.
Para Treiber, a pesar de la evolución dentro del sector de renta fija, el grupo de activos comprendido en él se enmarca en los índices de capitalización de mercado ponderados, proporcionándoles a los inversores una exposición de beta puro. “Más de la mitad de los asesores financieros europeos (53%) utilizan los ETFs sobre bonos para reducir el gasto total de las carteras. Si bien ya ha sido muy discutido el coste/beneficio de los ETFs, esto no puede ser a costa de la rentabilidad y por lo tanto aquí, es donde la innovación puede ayudar”, matiza.
En los mercados de renta fija de hoy, la capacidad de los inversores para mantener el equilibrio apropiado entre riesgo y rentabilidad continúa siendo muy desafiante. Según el informe de WisdomTree, en entornos de tipos de interés más normales, la cartera de bonos básica de un inversor puede estar construida con el fin de generar renta y mitigar la volatilidad de otras clases de activo más riesgosas. Dado que muchos inversores generalmente suelen seguir los índices de capitalización de mercado ponderados, los rendimientos de sus tenencias han caído en general a lo largo de los años. “Estos declives del rendimiento se dan a costa de su capacidad para generar una renta suficiente en sus carteras centrales. Las soluciones innovadoras como los índices con mecanismos de optimización de rendimiento, pueden potenciar los rendimientos manteniendo el riesgo en línea con un índice de referencia familiar. Acceda a los ETFs Smart beta”, explica el documento.
Según Treiber, los ETFs smart beta comprenden cerca del 3% de los activos de los ETFs sobre renta fija domiciliados en Europa. “Tras haber despertado inicialmente la curiosidad de los inversores, 2019 fue un año duro para los productos de renta fija smart beta debido a que los capitales se colocaron en las estrategias de ETFs activas y de capitalización de mercado ponderada. En 2020 la historia cambió de algún modo, con los ETFs smart beta habiendo captado más del doble de los flujos registrados en las estrategias de ETFs activas. A menudo pasadas por alto, estas soluciones innovadoras pueden equilibrar los resultados y reducir los costes que los inversores están buscando. Un dato a destacar de nuestra investigación, es que el 31%[8] de las asignaciones de ETFs sobre renta fija realizadas por los asesores europeos, corresponden a los mercados de bonos de alto rendimiento. Sin embargo, un índice con un mecanismo de optimización de rendimiento podría convertirse en una herramienta útil para acceder a estos mercados. Algunos ETFs smart beta ofrecen modos de filtrar el universo de los bonos de alto rendimiento para excluir a las compañías con menores calificaciones crediticias, las cuales tienen una mayor probabilidad de default. Si bien la adopción de los ETFs sobre renta fija smart beta ha solamente arañado la superficie, la innovación que los inversores están buscando puede estar a la vuelta de la esquina o ya estar aquí”, concluye.