Durante los nueve primeros meses del año, los flujos de entrada de ETFs a nivel mundial ascendieron a 803.000 millones de euros, de los cuales casi el 80% correspondió a Estados Unidos, con 638.500 millones de euros. Europa aportó el 16%, con unos flujos de 126.000 millones de euros, mientras que los flujos asiáticos, de 38.300 millones de euros, representaron el 5%.
Según indican los datos recopilados por Amuni y correspondientes a finales de septiembre de 2021, la renta variable fue la clase de activos más popular, representando casi tres cuartas partes de todos los flujos, con 595.000 millones de euros. Se mantiene así la tendencia observada durante el primer semestre, en el que este activo también representó alrededor del 75% de todos los flujos. Los inversores asignaron 202.000 millones de euros a ETFs de renta fija global, lo que equivale a una cuarta parte de todos los flujos, manteniéndose una vez más la tendencia vista los últimos seis meses. Según explica Amundi, los inversores favorecieron la deuda pública en detrimento de los bonos corporativos.
Flujos europeos
Según los datos de flujos europeos de Amundi, la tendencia global se replica a nivel europeo: los ETFs de renta variable registrados en Europa captaron 92.300 millones de euros en los nueve primeros meses del año. “Las tendencias observadas a seis meses se mantuvieron, y los índices mundiales siguieron siendo los más populares, con entradas de 44.400 millones de euros, mientras que los índices norteamericanos fueron los segundos más populares, con 25.700 millones de euros”, apunta la gestora en su informe mensual. Además, los inversores destinaron 7,9 millones de euros a los índices mundiales de mercados emergentes.
Según explica la gestora, el cambio desde los índices de renta variable tradicionales hacia los que se inclinan por las características medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) continuó, y estos productos sumaron 44.100 millones de euros en los nueve primeros meses del año. “Los productos ESG más populares fueron los índices norteamericanos, que captaron 16.500 millones de euros, los índices globales, que añadieron 14.000 millones de euros, y los mercados emergentes globales, que ganaron 4.400 millones de euros. En otras palabras, el 64% de la asignación a índices norteamericanos durante los nueve primeros meses del año se destinó a productos ESG, mientras que los índices globales ESG representaron el 31% de su total y los índices ESG de mercados emergentes supusieron el 55% de la asignación a esta región”, señalan.
Otro dato relevante es que si bien las asignaciones en lo que va de año a la estrategia value fueron sólidas, con 6.700 millones de euros, esto oculta la aceleración de las salidas en este tipo de fondos en septiembre. En concreto, los inversores retiraron 888 millones de euros de esta estrategia en el último mes.
Respecto a la renta fija, el último análisis de Amundi muestra que los inversores destinaron 30.600 millones de euros a productos da ETFs de esta tipo registrados en Europa en los nueve primeros meses del año, favoreciendo a los bonos corporativos frente a la deuda pública, que captaron 15.300 millones de euros y 12.000 millones de euros, respectivamente.
“Las asignaciones a renta fija siguieron trazando una imagen quijotesca de la actitud de los inversores ante el riesgo. Por un lado, los inversores están claramente preocupados por el incremento de los precios en EE.UU. y Europa, favoreciendo la deuda pública china, que sumó 7.700 millones de euros, y los bonos ligados a la inflación. Los índices de bonos ligados a la inflación en EE.UU. y la eurozona captaron en ambos casos 2.000 millones de euros. La deuda estadounidense a corto plazo sumó 2.700 millones de euros. Pero los inversores también destinaron 4.300 y 4.000 millones de euros a los bonos corporativos de la zona euro y de EE.UU., respectivamente, así como a high yield estadounidense, que sumó 1.700 millones de euros”, indican.
Al igual que ocurre con los ETFs de renta variable, la inversión en productos ESG de renta fija también es una tendencia que se consolida. Los flujos hacia los índices ESG de renta fija durante los nueve primeros meses fueron de 14.000 millones de euros, lo que equivale al 46% del total de los flujos de entrada de renta fija.
Por último, los datos de Amundi indican que los inversores asignaron 5.400 millones de euros a índices ESG corporativos de EE.UU. y 2.900 millones de euros a productos corporativos de la zona euro. El cambio de la renta fija tradicional a los índices ESG continúa y muestra el apetito de los inversores por estos productos en este segmento.