Los ETFs activos son una tendencia consolidada en el mercado estadounidense que, poco a poco, va ganando peso y presencia en Europa. ¿Qué podría acelerar el desarrollo de esta clase de vehículos entre los inversores europeos? Según un informe elaborado por Carne Group, firma especializada en regulación y soluciones de gobernanza para la industria de la gestión de activos, el Viejo Continente experimentará un gran crecimiento de esta clase de fondo gracias a una mayor eficiencia del mercado, impulsada por un entorno regulatorio en evolución, la demanda de los inversores, más lanzamientos de productos y la entrada de nuevos gestores en el sector.
“Los ETFs activos se convertirán cada vez más en una opción para los gestores, lo que aumentará la variedad de productos y la elección para los inversores. El entorno regulatorio cambiante está permitiendo que más gestores ingresen al sector de ETFs, actualmente dominado por los fondos pasivos”, afirma Patrick O’Brien, Managing Director y Business Development de Carne Group. Según su análisis, el crecimiento en el mercado de ETFs activos estará respaldado por un número creciente de importantes gestores de activos, como Robeco, iShares, Eurizon Capital, ARK Invest y otros, que están lanzando ETFs activos en Europa o planean hacerlo. Además, sostiene que es probable que un entorno regulatorio más favorable impulse aún más este crecimiento. En concreto, la directiva sobre activos elegibles para UCITS, emitida por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) el 7 de mayo de 2024, podría ampliar el sector de ETFs activos.
A nivel global, las estrategias de gestión activa están desempeñando un papel más importante en el mercado de ETFs. Durante el primer semestre de 2024, atrajeron el 25% de los flujos y lograron una tasa de crecimiento orgánico del 20%, con los activos alcanzando un récord de 889.000 millones de dólares, frente a los 714.000 millones a principios del año. En 2022, los ETFs activos en Europa representaron el 3% de los flujos de ETFs, frente al 1,5% del total de activos bajo gestión y en 2023, las cifras correspondientes son 5% y 1.8%.
El análisis que ha hecho Carne Group muestra que los inversores institucionales planean aumentar sus asignaciones a ETFs, ya que el sector es cada vez más considerado parte de sus participaciones principales. El estudio, que incluyó gestores de patrimonio e inversores institucionales, como fondos de pensiones, aseguradoras y oficinas familiares, que en conjunto gestionan 1,7 billones de dólares en activos, concluyó que el 84% espera tener el 5% o más de sus activos de inversión en ETFs en los próximos tres años y un 32% más del 7%.
En opinión de la firma, esto representaría un crecimiento dramático, ya que actualmente alrededor de dos tercios (67%) de los inversores encuestados estiman que tienen menos del 5% de sus activos de inversión en ETFs. El crecimiento previsto refleja el cambio en la percepción institucional sobre los ETFs: casi todos (97%) los encuestados afirman que los ETFs se utilizan como participaciones principales, en lugar de herramientas para asignaciones a corto plazo. Además, un 48% espera que el sector global de ETFs valga 14 billones de dólares o más dentro de cuatro años, en comparación con los 10.212 billones en junio del año pasado.
Otra de las conclusiones que lanza este informe es que los inversores institucionales consideran que la principal atracción de los ETFs sigue siendo que proporcionan acceso a clases de activos de difícil acceso, seguido por su capacidad para facilitar el acceso concentrado a clases de activos específicas. El alto grado de innovación que ofrecen, así como sus menores costos en comparación con otras estructuras, también son vistos como beneficios importantes. «Los inversores institucionales están buscando aumentar sus asignaciones a los ETFs en los próximos tres años, como muestra nuestra investigación, con los ETFs firmemente establecidos como participaciones principales en lugar de herramientas para asignaciones a corto plazo. El aumento de ETFs activos llevará a más opciones. Esto incrementará aún más las participaciones de los inversores en ETFs como parte de sus inversiones principales, y esta tendencia se verá respaldada por la entrada de más gestores al sector y la apertura de nuevos canales de distribución», concluye O’Brien.