Con la llegada del nuevo año, es tiempo de hacer balance sobre lo sucedido en el año anterior. El año 2015 fue un buen año para los ETFs, acumulando unos 238.000 millones de dólares en activos bajo gestión, algo por debajo de los 243.000 millones con los que se cerró el 2014. Ningún otro vehículo de inversión se aproxima a estas cifras, que son mucho mayores que la combinación del flujo que se mueve en fondos indexados, fondos mutuos activos, y hedge funds. Recientemente Bloomberg publicó un análisis sobre las cinco cuestiones a tener en cuenta con respecto a los movimientos de los flujos de los ETF, detallados a continuación:
1. Los ETF internacionales movieron casi la mitad de los flujos:
Como polillas que van hacia la luz, los inversores de ETF fueron atraídos por las políticas acomodaticias del Banco Central Europeo y del Banco de Japón. En renta variable, unos 108.000 millones de dólares fueron invertidos en fondos internacionales frente a unos 61.000 millones que fueron invertidos en el mercado estadounidense. Los ETFs internacionales excluyendo a Estados Unidos, consiguieron un 45% de todos los flujos netos de entrada, incluso cuando estos fondos sólo suponen el 20% de todos los ETFs.
Casi la mitad del dinero que apostó por la “jugada del banco central”, lo hizo en ETF con cobertura de divisa, mientras que el resto lo hizo sin cobertura. Al final, la compra de ETFs con cobertura de divisa resultó una mejor opción, aunque no por mucha diferencia. El ETF de Deustche X-trackers MSCI EAFE Hedge Equity alcanzó los 12.500 billones de dólares en entradas de flujos netos, mientras que el ETF de iShares MSCI EAFE, alcanzó los 9.300 millones. La gran pregunta del 2016, es hacia dónde deben dirigirse los inversores en caso de que las políticas acomodaticias de los bancos centrales dejen de ser ejercidas a nivel global.
2. El SPY (SPDR S&P 500 ETF) tuvo el mayor número de salidas de flujo
2015 ha sido de lejos el peor año para el SPDR S&P 500 ETF (SPY), con una salida de 32.000 millones de dólares en activos bajo gestión. De hecho, muchos de los ETFs como mayor liquidez preferidos por los inversores de “dinero caliente” también vieron salidas. El iShares MSCI Emerging Markets ETF, el SPDR Gold Shares, y el iShares Russell 2000 ETF, estuvieron entre los diez primeros ETFs que experimentaron un mayor número de salidas de flujos.
El “dinero caliente” suele precipitarse dentro y fuera de estos ETFs, basándose en el rendimiento de estos. En un año bastante corriente para el mercado bursátil de Estados Unidos y un horrible año para los mercados emergentes y las materias primas, estos ETFs cayeron en el olvido. El hecho de que miles de millones de dólares fueron invertidos en ETFs cuando ningún tipo de activo tuvo un rendimiento considerable, habla mucho de la habilidad de los ETFs para continuar extrayendo capital de los fondos mutuos, acciones, y derivados, conforme más inversores cambian a este producto.
3. ETFs tipo “low cost” y “smart beta” toman el relevo
Mientras los ETFs más veteranos perdían fujos, nuevos ETFs tipo “low cost” y “smart beta” aparecen para ganar cuota de mecado. WisdomTree Europe Hedged Equity Fund y Deutsche X-trackers MSCI EAFE Hedged Equity ETF crecieron en 13.900 y 12.500 millones respectivamente. Además, el Vanguard S&P 500 ETF, el ETF más barato y más reciente del S&P 500 tomó 13.000 millones al continuar atrayendo a los inversores con estrategias de “buy-and-hold”.
Estos ETFs demuestran que existen dos corrientes en el mercado. Una primera corriente que busca competir con bajas comisiones, hasta el punto de que los inversores pueden obtener exposición diversificada utilizando ETFs con una comisión menor del 0,10%. Ese sería el caso del grupo Vanguard y de Charles Schawb que consiguieron más de 90.000 millones de dólares conjuntamente. Y una segunda corriente, que busca la robotización de la gestión activa, con ETFs diseñados para dar al inversor la oportunidad de batir al mercado, como los ETFs que realizan una selección en base al tamaño, la volatilidad, y el impulso del mercado. Los ETFs con “smart beta” crecieron en 60.000 millones de dólares. También incluidos entre estos están los ETFs que agrupan una apuesta de inversión, como los ETFs con cobertura de divisa, que compran una serie de acciones internacionales y se ponen cortos en la divisa. Este tipo de ETFs consiguió 50.000 millones por sí sólo.
4. Los ETFs con apalancamiento crecieron el doble que el conjunto total de los ETFs
Los ETFs con apalancamiento tuvieron un crecimiento de 6.300 millones de dólares, un salto del 26% en activos desde principio del año, comparado con el incremento del 12% de los ETFs en su conjunto. La razón de este crecimiento tan acusado en los ETFs apalancados, fue la tentación de pensar que se había llegado al final de la caída del precio del crudo.
Los inversores invirtieron cerca de 20.000 millones en 2016 en su apuesta por un rebote en el precio del crudo y eligieron productos apalancados para llevarla a cabo. En particular, el VelocityShares 3x Long Crude Oil consiguió unos 2.400 millones de dólares, la cantidad más grande de flujos netos aplicada en productos apalancados de los seis últimos años. Desafortunadamente estos inversores perdieron el 99% de su valor en el año.
5. iShares superó a Vanguard en cuestión de liquidez
Hace unos años, estaba relativamente ampliamente aceptado que Vanguard dominaría el flujo en el mercado de ETFs, ofreciendo bajas comisiones, profundidad y liquidez. Pero en este año iShares de la gestora BlackRock, que hace ETF con bajas comisiones y ETFs con smart beta, ha dominado el flujo de entradas, sobrepasando los 76.000 millones de Vanguard, al alcanzar la cifra de 106.000 millones.