El interés de los inversores en soluciones de “smart beta” ha crecido en los últimos años en respuesta a algunas de las limitaciones en los índices existentes ponderados por capitalización y en la medida en que los criterios de riesgo se han ido incorporando al proceso de asignación de activos. Para cubrir esta demanda, los gestores y proveedores de índices han desarrollado una oferta cada vez más amplia.
La primera fase de desarrollo en este marco de smart beta se centró principalmente en analizar y seleccionar estrategias individuales como la de value, de mínima volatilidad, altos dividendos, diversificación o paridad de riesgo. Pero, según explica Laure Peyranne Rovet, responsable de relaciones con clientes de Amundi ETF, ahora hemos entrado en una segunda fase, centrada en la combinación de factores de smart beta utilizando tanto estrategias dinámicas basadas en señales como sistemáticas, en lugar de emplear estrategias individuales que no reaccionan de la misma forma bajo diferentes condiciones de mercado.
El objetivo es asegurar robustez a largo plazo y, según Peyranne, proponer soluciones indexadas personalizadas a bajo coste a los clientes institucionales de Europa, Asia y Oriente Medio, con productos que repliquen índices smart beta sin los inconvenientes que presentan los índices tradicionales.
Entre esos inconvenientes desde Amundi destacan la sobreponderación de empresas de mayor capitalización (que en términos históricos son menos rentables que las de menor tamaño y además, por definición, pueden ser fruto de una subida de precios y estar más caras), con sesgo de crecimiento (y no de valor) o la concentración de compañías (algo que ocurre en la mayoría de los índices).
En este sentido, Amundi ha movido ficha y se ha asociado con EDHEC Risk Institute Scientific Beta para promover índices de smart beta que puedan ser replicados tanto como un mandato en formato índice como en formato de ETF. Es su forma de entrar en una nueva fase de desarrollo de la smart beta, teniendo en cuenta que la gestora cuenta con un rango existente de estrategias en ETF y capacidades para replicar índices personalizados para mandatos personalizados.
La nueva estrategia
La nueva estrategia de Amundi combina una selección de cuatro factores que se espera produzcan rentabilidad a largo plazo (baja volatilidad, valoración, tamaño y momentum) con cinco estrategias de smart beta, y busca proporcionar una rentabilidad ajustada al riesgo mejorada, en comparación con los índices tradicionales ponderados por capitalización.
Así, el índice, llamado “Scientific Beta Developed Multi-Beta Multi-Strategy ERC Strategy Index”, está diseñado para representar la rentabilidad de las compañías de grande y mediana capitalización de las economías desarrolladas a la vez que batir al índice del mismo universo ponderado por capitalización.
Ayudar a los asesores
Amundi gestiona actualmente 12.000 millones de dólares en soluciones de smart beta, tanto en productos de gestión activa como pasiva, y con sesgo de una sola estrategia o multiestrategia.
La gestora también ha desarrollado un servicio específico de asesoramiento para ayudar a los inversores a la identificación, selección e implementación de soluciones de smart beta, tras revisar la oferta que hay ahora en el mercado. Su objetivo: compartir su experiencia con los inversores y ayudarles a tomar decisiones de inversión en un momento en el que el apetito por productos de beta inteligente no hace sino crecer.