El universo de los ETFs sigue creciendo. Según las estimaciones de Cerulli Associates, en el mercado estadounidense, los activos gestionados por estos vehículos de inversión podrían multiplicarse de aquí a 2030. “En EE.UU. el mercado siguió creciendo durante 2020 y, pese a la situación de la pandemia, alcanzó los 5 billones de dólares”, apunta la firma.
Según sostiene en su informe U.S. Exchange-Traded Fund Markets 2020: Broadening Product Use, a medida que la industria crece, y se espera que se multiplique en la próxima década, “los emisores tendrán la oportunidad de generar ingresos significativos a través de una mayor variedad de exposiciones diferenciadas más allá del núcleo de productos básicos”.
En su opinión, la industria de los ETF está experimentando un cambio trascendental. Según indican el 79% de los emisores de ETFs en Estados Unidos están desarrollando o trabajando para ofrecer vehículos activos más transparentes, a pesar de que solo un 3% de ellos cuenta ahora mismo con este enfoque.
En cuanto a las categorías, en el mercado estadounidense, el desarrollo de productos se sigue centrando en los productos de renta fija y de renta variable. Por ello, desde Cerulli Associates advierten de que es muy posible que estas dos categorías de productos ya estén muy saturadas. En cambio, los emisores pueden tratar de lanzar productos temáticos y bajo criterios ESG, según desvela su última encuesta. «Estos productos permiten una mayor diferenciación y atractivo para los inversores y asesores más jóvenes», afirma Daniil Shapiro, director asociado de Cerulli Associates. Además, añade que los asesores también están más dispuestos a utilizar ETFs de renta fija, tanto pasivos como activos, después de “superar la prueba” de volatilidad que ha supuesto el COVID-19.
Según el documento, varios catalizadores ayudarán a hacer crecer tanto los ETFs activos como el dinero que gestionan: la dinámica más competitiva del mercado, una regulación más sencilla y la voluntad de los asesores de utilizar una mayor variedad de ETFs. Eso sí, en sus conclusiones deja una advertencia: lo fundamental será diferenciarse del resto de ETFs del mercado.
«A medida que los emisores perciben cada vez más que el panorama pasivo de los ETFs está saturado de productos y comprimido por las comisiones, la capacidad de diferenciarse será clave para generar ingresos», señala Shapiro. La regulación, es decir, la aprobación de la Regla 6c-11, facilita a los emisores el lanzamiento de ofertas activas transparentes. Además, los asesores indican una mayor apertura a la utilización de ETFs activos más transparentes o al menos así lo afirma el 50% de los encuestados.
Desde Cerulli indican que, a medida que los ETFs se transforma y se convierten en un vehículo más allá de sus posiciones pasivas, los inversores podrán usarlos para lograr más de sus objetivos financieros, y sugieren que los emisores deberían pensar en su papel de atender las necesidades de los clientes a lo largo de su ciclo de vida, ya que hay mucho espacio para la innovación dentro de este mercado.
Aun así, advierte que la saturación del mercado en torno a ETFs de activos tradicionales puede reformularse con un nuevo enfoque. “Las gestoras que quieran tener éxito tendrán que asegurarse de que los productos se lanzan con intencionalidad y se dirigen a segmentos de mercado distintos, y no simplemente por la urgencia de actuar», concluye Shapiro.