Estados Unidos continúa sin conocer quién habitará la Casa Blanca y parece que no se confirmará en las próximas horas. Si a este escenario le sumamos la posibilidad de que la elección sea impugnada, y que no se oficialice un ganador hasta enero, el mercado de valores podría sufrir momentos de intensa volatilidad.
Sin embargo, varios expertos analizaron el comportamiento “estable” de la jornada de este martes con la posible fragmentación en las mayorías del Congreso.
Los inversores confían en que se mantendrá la política de estímulos gane quien gane
En caso de que se confirme la tendencia de que los republicanos retengan el Senado la posibilidad de que se aumenten los impuestos será poco probable y también se reduce la perspectiva de un estímulo fiscal masivo, dice Ahmed Riesgo, Chief Investment Strategist de Insigneo.
A este panorama se le suma que la mayoría en la Cámara de Representantes para el Partido Demócrata podría ser menor de lo esperado, por lo que los cambios radicales quedarían más coartados ante una posible presidencia de Joe Biden.
“A más largo plazo, nuestra tesis de inversión fundamental positiva (es decir, política monetaria acomodaticia y liquidez, aún amplia aunque disminuya el estímulo fiscal y crecimiento global creciente y sincronizado) permanece intacta”, asegura Riesgo.
Santiago Ulloa, co-fundador y managing partner de We Family Offices, aseguró que el mercado “ha tomado relativamente positivo” la posibilidad de un Congreso dividido.
Para Ulloa, en caso de que Biden sea presidente, “en cierta forma habrá un ‘check and balance’ de todas las operaciones que pueda haber. Va a ser menos radical y el mercado está asumiendo que en cierta forma no se ha ido ni a un lado ni al otro”.
Por otra parte, el mercado “está descontando que nadie va a impugnar, a pesar de las declaraciones de algunas de las partes”, dijo Ulloa, quien aclaró que si realmente se impugna, llega a la justicia y no se tiene un resultado para antes del fin de semana, o incluso a hasta enero, eso “va a generar una volatilidad bastante importante en el mercado que puede producir que haya caídas temporales en el mediano plazo”.
Para We Family Offices habrá una inyección de dinero sea uno u otro el presidente y eso generará que los mercados sigan subiendo.
“El peor escenario bajista ha podido evitarse”
David Page, Jefe de Macro Research de AXA Investment Managers también afirma que “la reacción inmediata del mercado financiero parece haber excluido las expectativas de un barrido demócrata y existe cierta cautela ante la perspectiva de una elección disputada”
Para Page, esto “ha eliminado cierto apoyo a las acciones tipo value, pero ha proporcionado cierto alivio a las acciones tipo growth”; los rendimientos de los bonos del Tesoro han caído y el dólar ha subido.
Paul Brain, head of fixed income at Newton Investment Management, coincide con lo ya expuesto.
“El potencial de que ambas cámaras se inclinen hacia los demócratas parece poco probable, lo que aumenta la posibilidad de que el debate sobre un paquete fiscal significativo continúe respaldando los bonos del Tesoro de EE. UU. y los activos de riesgo relacionados”, comentó.
Un informe de Natixis IM confirma que “el peor escenario bajista ha podido evitarse” y que las cosas “transcurrieron con una relativa tranquilidad”.
Sin embargo, apunta a que si los republicanos retienen el Senado, eso será “un candado” que concluirá en que no haya “ningún acuerdo climático”.
Además, el estudio de Natixis IM coincide con el resto de los analistas en que se congelará o matizará un alza de impuestos o un paquete de estímulo fiscal que podrían ser más esperables si los resultados arrojaban una ola azul.
Incertidumbre e impugnación
Más allá de la reacción tranquila de este martes, la incertidumbre y la amenaza de una impugnación por parte del presidente Donald Trump agita los nervios de los inversores en un momento donde lo más recomendable es la calma.
“Las situaciones de incertidumbre, cuando perduran, suelen ser perjudiciales para el crecimiento económico, ya que obligan a los inversores a ser extremadamente cautelosos”, dice el análisis de Manuel Maleki, economista de Edmond de Rothschild.
Según el experto, esto se traduce a más ahorro por parte de los hogares, menos consumo, un aplazamiento de las compras importantes y muy a menudo una caída de la moral.
Para las empresas, el aplazamiento de la contratación y la inversión es un comportamiento clásico e incluso puede ir acompañado de una reducción de puestos de trabajo, ya que la incertidumbre suele repercutir en las órdenes de compra.
Por último, Stefan Kreuzkamp, Chief Investment Officer en DWS, estima que la continuación del status quo se ha vuelto mucho más probable.
“Estamos más lejos de un cambio de rumbo político de lo esperado. Pero eso también significa que no debemos temer cambios dramáticos”, concluyó Kreuzkamp.