Santander y FT Longitude han lanzado el Índice Global del Progreso, que analiza la percepción de la prosperidad y el bienestar de personas en diferentes grupos demográficos en todo el mundo. El estudio revela que, mientras el encarecimiento del coste de vida ha impactado en el bienestar de las personas, en general, los ciudadanos son optimistas sobre el futuro, ya que un 63% de los encuestados espera mejorar su bienestar personal en los próximos tres años.
El índice mide el bienestar y la prosperidad en términos de calidad de vida; personas y comunidad; y educación y empleo. De esta manera, puntúa a cada encuestado y posteriormente combina los resultados en un índice global. Con ello, la nota media global del Índice del Progreso es de 66 sobre 100. Cuanto mayor es la puntuación, mayor es el grado de progreso y prosperidad que perciben. El índice revela puntuaciones más altas que la media en países de Asia-Pacífico, donde la mayoría de los encuestados está satisfecho con su nivel de bienestar.
Aspectos como la salud son un indicador relevante para la percepción del bienestar. En la región Asia-Pacífico, el 83% afirma gozar de buena salud, frente al 73% en América y sólo el 66% en EMEA. También tienen importancia primordial en la percepción de bienestar de los ciudadanos el medio ambiente, sentirse seguro en la comunidad local, ser valorado en el trabajo así como el nivel de ingresos.
Sin embargo, el encarecimiento del coste de la vida está teniendo su impacto: el 67% de los encuestados está de acuerdo con que el aumento de los precios está afectando a su bienestar y el 60% admite haber cambiado sus pautas de consumo. De hecho, aunque el 71% de los encuestados afirma que vivir cómodamente es importante, sólo el 58% dice poder permitírselo. Del mismo modo, la gran mayoría, un 90%, afirma que es importante tener unos ingresos regulares para cubrir algo más que lo esencial. Sin embargo, sólo el 63% asegura tenerlos.
A pesar de todo, la mayoría de los encuestados ven el futuro con optimismo respecto a los próximos tres años. Los brasileños son los más optimistas, ya que un 87% espera mejorar su bienestar en los próximos tres años. También es un sentimiento generalizado en países en desarrollo como México (82%) e India (75%). Por otra parte, sólo el 55% de los encuestados estadounidenses tiene expectativas similares. Los resultados son aún más bajos en Noruega (41%) y Francia (34%).
Los servicios financieros pueden crear oportunidades
Los bancos pueden mejorar la calidad de vida de las personas aumentando el acceso a servicios financieros. El 61% de los encuestados cita la falta de ahorros o ingresos y otras dificultades financieras como el mayor obstáculo para la prosperidad y el bienestar. Además, los bancos y los proveedores de servicios financieros también pueden mejorar el bienestar a través de la educación y el asesoramiento financiero, dos materias consideradas importantes por el 72% de los encuestados.
Juan Cerruti, economista jefe en Banco Santander, afirmó que las instituciones financieras desempeñan «un papel muy importante para mejorar los servicios financieros básicos, adaptándolos a las necesidades de particulares y pymes. Es fundamental educar sobre los conceptos financieros desde los primeros años en la escuela, así como fomentar la inclusión financiera, el emprendimiento y la empleabilidad».