Funds Society entrevista a los gestores del equipo de Global Impact de Wellington Management Campe Goodman y Tara Stilwell, especializados en renta fija y renta variable respectivamente, sobre cuestiones clave acerca de la inversión de impacto, como dónde se encuentran las oportunidades de este tipo de inversión o qué efecto tiene en las rentabilidades.
¿Qué es la inversión de impacto?
La inversión de impacto sirve para financiar a compañías y emisores de deuda que están tratando de solucionar activamente los principales desafíos sociales y medioambientales del planeta. Tanto nosotros como otros inversores de impacto invertimos con un objetivo claro: generar resultados que beneficien al planeta y a la sociedad, al tiempo que tratamos de obtener rentabilidades atractivas.
¿Dónde se encuentran las oportunidades de la inversión de impacto?
Centramos nuestro análisis en 11 temáticas de impacto, focalizadas en los elementos básicos de la vida, el empoderamiento de las personas y el medioambiente. Los «elementos básicos de la vida» representan la vivienda asequible, el agua limpia y el saneamiento, la atención sanitaria y la agricultura sostenible. El «empoderamiento de las personas» alude a la brecha digital, la formación laboral y la educación y la inclusión financiera, así como a la seguridad y la protección. La categoría medioambiental abarca los objetivos de energías alternativas y el uso eficiente y la administración responsable de los recursos.
¿Cómo se define el impacto de una compañía?
Para poder incluir una inversión en nuestros fondos de impacto, cada candidata debe cumplir unos exigentes requisitos de vinculación con nuestras temáticas. Debe ser capaz de generar un impacto cuantioso, y la mayor parte de sus ingresos o sus actividades deben apoyar una o varias de nuestras temáticas. La inversión potencial también debe ejercer un impacto adicional y tratar de satisfacer una necesidad específica que no esté siendo atendida por otras compañías, ya sean empresas rivales, Gobiernos u organismos no gubernamentales.
Creemos que también es importante comprender el impacto global de una compañía o de un emisor. Por ejemplo, en el caso de los bonos verdes no nos limitamos a examinar para qué se usan los ingresos obtenidos mediante su emisión, sino que analizamos todas las actividades del emisor. A su vez, solo invertimos en bonos del Estado si comprobamos que los ingresos se están utilizando específicamente para abordar una o varias de nuestras temáticas de impacto. Del mismo modo, evaluamos las posibles consecuencias negativas que podría tener una inversión potencial, para comprobar si contrarrestarían los resultados positivos. Por ejemplo, verificamos si una nueva planta de reciclaje afectará a las comunidades locales, o qué consecuencias medioambientales tiene el almacenamiento de datos que precisan las soluciones digitales.
Por último, el impacto de cada inversión debe ser medible, de modo que podamos cuantificarlo y dejar constancia de su evolución con el paso del tiempo. Creemos que hay que facilitar las herramientas para que los inversores analicen, supervisen y midan los resultados del impacto con la misma precisión con la que valoran la rentabilidad. Asimismo, creemos que la transparencia incentiva que las compañías y los inversores de impacto reciban el capital que tanto necesitan.
¿Cómo se mide el impacto exactamente?
A fin de medir el impacto, creamos indicadores clave de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) ad hoc para cada compañía o emisor en nuestras carteras. Los KPI dependerán del valor, el sector o la temática de impacto, pero todos deben ser lógicos, transparentes y estar basados en información fiable, como datos empíricos recabados por nuestro equipo de análisis climático. Por ejemplo, podemos medir la cantidad de gases de efecto invernadero que no se han emitido gracias al reciclaje de desechos, en lugar de depositarlos en vertederos, o el porcentaje de la población que ha conseguido acceso a agua limpia, internet o viviendas asequibles. Además de redactar publicaciones mensuales sobre la rentabilidad de nuestros fondos, publicamos informes anuales sobre los KPI y el impacto de nuestras inversiones.
¿Cómo se abordan los ODS de la ONU?
Cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, nos complació comprobar que nuestras temáticas coincidían con dichos objetivos ampliamente. En la actualidad, nuestras inversiones abordan los 17 ODS, ya sea directa o indirectamente, gracias a nuestras estrategias de impacto en renta variable y renta fija.
Asignamos a las empresas y los emisores en nuestras carteras los objetivos que creemos que pueden corresponderse mejor con su actividad, y hacemos lo mismo con cada una de las 169 metas subyacentes señaladas por la ONU. Aunque no gestionamos las carteras con la intención específica de cumplir los ODS, nuestros estándares de inclusión son tan elevados que, sin pretenderlo, una sola estrategia de inversión ya se adapta a varios ODS. Todas las compañías y los emisores en los que invertimos ofrecen soluciones que, a nuestro juicio, son imprescindibles para afrontar los desafíos enumerados en estos objetivos. En Wellington, nos enorgullece seguir participando en la consecución de los ODS de la ONU.
¿Qué clase de activos es mejor para la inversión de impacto: renta variable o renta fija?
Ambas clases ofrecen magníficas oportunidades para la inversión de impacto, ya que presentan abanicos amplios y en expansión. De hecho, creemos que brindan una exposición complementaria a las temáticas de impacto, y que se pueden combinar en una cartera general para crear sinergias de lo más atractivas. Algunas temáticas quedarán más a mano para los gestores de renta fija, que pueden invertir en bonos para la vivienda asequible, emitidos por los correspondientes organismos locales. Otras temáticas, como las de inclusión digital y financiera, son más aptas para los gestores de renta variable.
¿Cómo afecta a la rentabilidad?
Creemos que la inversión de impacto no tiene por qué perjudicar la rentabilidad. Tanto el Wellington Global Impact Fund como el Wellington Global Impact Bond Fund tratan de ofrecer rentabilidades atractivas a los clientes, al tiempo que benefician al medioambiente y la sociedad. Para incluir una inversión de impacto en la cartera, primero es necesario que satisfaga unos criterios económicos específicos. En nuestra opinión, muchas de las empresas en las que invertimos también se benefician de factores favorables estructurales, puesto que ofrecen productos y servicios que ayudan a combatir los retos más acuciantes del mundo. Aquellas compañías que brinden soluciones efectivas probablemente verán un respetable aumento en sus ingresos y su cuota de mercado en el futuro.
¿Cómo se combinan estos enfoques?
Después de definir el universo de inversiones potenciales que satisfacen nuestros criterios de impacto, hacemos un análisis bottom-up para seleccionar la mejor combinación de valores con la que alcanzar nuestros objetivos financieros. Personalmente, creemos que nuestro enfoque multidisciplinario es esencial para construir y gestionar carteras de forma satisfactoria. Recopilamos periódicamente los datos y las perspectivas de los equipos de Wellington en todo el mundo, que están compuestos por veteranos analistas expertos en todo tipo de sectores, clases de activos y estilos de inversión. En este proceso, colaboramos estrechamente con nuestros analistas de crédito profesionales y con analistas de industria, que prestan su conocimiento exhaustivo sobre un valor, una industria o un sector específicos. Igualmente, aprovechamos al máximo la experiencia de nuestros equipos especializados en análisis climáticos y ESG.
¿Cómo enfocamos el diálogo activo?
Tratamos de optimizar tanto el impacto como el valor financiero de nuestras carteras a través de un diálogo activo con los equipos directivos y los consejos de dirección de las empresas. Si nos implicamos, podremos detectar más fácilmente las oportunidades que se presentan para que una empresa mejore, mida o registre sus iniciativas de impacto. Del mismo modo, nos permite recabar datos más significativos a nivel de emisor y cartera. En última instancia, la implicación crea un bucle que resulta vital y se convierte en un mecanismo para generar y medir el impacto.
¿Qué nos atrae de la inversión de impacto?
La inversión de impacto nos despierta interés porque podemos ayudar a los clientes a que cumplan sus objetivos financieros, sociales y medioambientales. Nos sentimos llamados a enseñar a los inversores los beneficios potenciales que conlleva invertir en renta variable y renta fija que permitirá crear soluciones que beneficien a la sociedad y al planeta, y que también les ayuden a alcanzar sus objetivos de inversión.