Vontobel mejora su oferta de fondos de bonos ESG con dos nuevas estrategias: un fondo de impacto de bonos verdes y un fondo sostenible de deuda de mercados emergentes. Según explica la gestora, estos dos nuevos productos surgen para satisfacer la creciente demanda por parte de los inversores de soluciones que “ofrezcan beneficios atractivos sin perder de vista la sostenibilidad”.
La gestora explica que el fondo Vontobel Fund – Green Bond invierte en el universo global de los bonos verdes, identificando a aquellos emisores que destinan sus ganancias principalmente a proyectos medioambientales que cumplen ciertas características y que tienen un impacto cuantificable en la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono. El objetivo del fondo es contribuir lo máximo posible a mitigar el cambio climático y proteger el medio ambiente, al tiempo que genera ingresos fijos a lo largo de todo el ciclo económico. Según el Reglamento de divulgación financiera sostenible (SFDR, por sus siglas en inglés), el fondo se clasifica como un fondo del artículo 9. La gestora matiza que este fondo estará disponible para su venta en Austria, Suiza, Alemania, España, Gran Bretaña, Francia, Italia, Luxemburgo, Liechtenstein, Países Bajos, Portugal, Suecia y Singapur.
Los gestores de cartera Daniel Karnaus y Anna Holzgang, con el respaldo de un equipo formado por más de 40 expertos en inversión y ESG, toman decisiones de alta convicción basadas en análisis exhaustivos de calidad crediticia, proyectos de bonos verdes, el valor relativo y factores macroeconómicos. El fondo sigue un proceso de inversión disciplinado según el cual solo un número seleccionado de bonos verdes cumplen los requisitos para la inversión, lo que se traduce en una cartera concentrada.
“El cambio climático supone un riesgo financiero real para los inversores y los bonos verdes son una herramienta eficaz para abordar el problema. Además, el impacto del fondo es cuantificable. Calculamos que, por cada millón de euros invertido en el fondo, reducimos las emisiones de carbono en 492 toneladas equivalentes de CO2 o, lo que es lo mismo, unos 206 turismos menos en las carreteras al año”, señala Daniel Karnaus, portfolio manager.
Respecto al segundo de los fondos que ha lanzado hoy la gestora, el Vontobel Fund – Sustainable Emerging Markets Debt invierte principalmente en bonos soberanos, cuasisoberanos y corporativos que demuestren capacidad para gestionar los recursos de manera eficiente, así como para gestionar riesgos ESG. Con el fin de encontrar oportunidades atractivas, este proceso de inversión se fundamenta en un modelo de puntuación ESG exclusivo, basado en planteamientos de inclusión best-in-class, así como de exclusión sectorial. Según el Reglamento de divulgación financiera sostenible (SFDR, por sus siglas en inglés), el fondo se clasifica como un fondo del artículo 8. Desde la gestora apuntan que esta estrategia está registrada para su venta en Austria, Suiza, Alemania, España, Francia, Italia y Luxemburgo.
Con la ayuda de un equipo integrado por nueve analistas de mercados emergentes y tres expertos en ESG, el gestor de cartera Sergey Goncharov se centra en optimizar el diferencial de un nivel de riesgo dado. Recurriendo a un estudio detallado y a un modelo de valoración exclusivo, el equipo compara el potencial de riesgo-rentabilidad en todas las calidades de emisor, países, tipos de interés, divisas y vencimientos dentro de su universo de inversión con el objetivo de localizar las oportunidades más rentables.
“Como inversores en renta fija, una de nuestras herramientas clave es nuestro compromiso con los emisores. El compromiso es una poderosa herramienta para completar posibles faltas de información, especialmente en el caso de los mercados emergentes, donde puede que tanto las compañías como los propios países no estén tan avanzados en cuestiones de ESG. Así, una simple conversación puede servir para crear conciencia entre los nuevos emisores y mostrarles la importancia de integrar riesgos ESG”, destaca Sergey Goncharov, portfolio manager.
La gestora lleva desde 1988 ofreciendo soluciones de renta fija. Su Fixed Income Boutique gestiona 24.000 millones de francos suizos en activos de clientes en las áreas de crédito global, bonos globales, mercados emergentes y estrategias flexibles. Su equipo de renta fija está formado por 41 profesionales expertos en inversiones de las sedes de Zúrich, Nueva York y Hong Kong.