La inclusión de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ASG) a la hora de gestionar carteras se ha vuelto fundamental para la mayoría de los fondos de inversión en la actualidad. La clave reside ahora en la forma en la que se aplican, es decir, en si se tratan de meras declaraciones de intenciones o si realmente están integrados en las estrategias de los fondos y, por ende, influyen positivamente en su rendimiento. La directora general de BNP Paribas Asset Management para Iberia, Sol Hurtado de Mendoza, asegura que “está comprobado que las empresas que mejor gestionan sus impactos ambientales, sociales y que poseen mejores prácticas de gobierno (ASG) son a medio y largo plazo más rentables”.
En una entrevista con Funds Society, aclara que incluir estos criterios no equivale únicamente a mejorar la gestión de riesgos, “sino también las oportunidades”, es decir, a mejorar el análisis para tomar decisiones de inversión más acertadas. Asimismo, apunta que existe cierta dificultad a la hora de decantarse por un resultado u otro al examinar la rentabilidad aportada por los factores ASG en un fondo de inversión.
Esto se debe, en su opinión, a la multiplicidad de variables a tener en cuenta y los parámetros utilizados, sobre todo en relación a los plazos considerados; y a la necesidad de “diferenciar la rentabilidad aportada por la selección de títulos individuales en razón puramente financiera, en manos del gestor; y aquella aportada por las credenciales ASG”.
Hurtado de Mendoza hace hincapié en que existen “numerosos estudios” de académicos y analistas financieros que demuestran que incorporar estos criterios en las inversiones mejoran los resultados. “Podemos afirmar con contundencia la premisa de que las empresas cuyo desempeño ASG es superior tienden, en su amplia mayoría, a ser más rentables a medio y largo plazo”, asevera.
En ese sentido, hace referencia al estudio ‘From the stockholder to the stakeholder’ de la Universidad de Oxford y Arabesque Partners. Basado en un análisis detallado de alrededor de 200 fuentes diferentes, el informe “confirma que existe una correlación indudable entre las buenas prácticas empresariales en sostenibilidad y la rentabilidad económica”.
Resultado operativo y rentabilidad
La primera parte del estudio explora esta tesis desde una perspectiva de gestión estratégica de negocio, con resultados, a juicio de Hurtado de Mendoza, “notables”: el 88% de las fuentes ven que las empresas con prácticas de sostenibilidad sólidas exhiben un mejor desempeño operativo, que finalmente se traduce en flujos de efectivo.
La segunda parte del informe parte de esta base y refleja que el 80% de los estudios revisados “demuestran que las prácticas prudentes de sostenibilidad tienen una influencia positiva en la rentabilidad de las inversiones”.
BNP Paribas AM es una de las gestoras pioneras en la aplicación de estos criterios, ya que lleva trabajando en este ámbito desde 2002. Para ello, cuenta con un sólido equipo liderado por Helena Viñes, quien, además de ejercer de jefa adjunta de Sostenibilidad y responsable de investigación y políticas en la gestora, integra el Grupo de Expertos de la Comisión Europea sobre Finanzas Sostenibles.
“Contamos con una ventaja competitiva importante y, de hecho, ya integramos un mínimo de criterios ASG en todos nuestros fondos de inversión. Nuestro foco ahora reside en mejorar, o mejor dicho profundizar, y hacer que se integren de una manera más estricta”, cuenta a Funds Society.
En esa línea, revela que el trabajo que lleva a cabo BNP Paribas AM se basa en la hoja de ruta de la Unión Europea, cuyo objetivo central es hacer que el sistema financiero sea sostenible. “Uno de los puntos clave del plan de acción de la UE es justamente la integración de factores ASG en la toma de decisiones de inversión, en el análisis y en la gestión de riesgos”, apunta.