Schroders apuesta por la transición hacia un sistema energético bajo en carbono con el lanzamiento de su nuevo fondo de transición energética global, dando respuesta a la creciente demanda de los clientes, que buscan una gestión activa en este sector pionero y en plena evolución.
El fondo Schroder ISF Global Energy Transition tendrá como objetivo identificar las crecientes oportunidades que están surgiendo en el universo de inversión enfocado a la energía limpia, que abarca desde la generación y los equipos de energías renovables, la transmisión y distribución, el almacenamiento de energía, las tecnologías de redes inteligentes hasta las baterías de vehículos eléctricos.
Según ha explicado la firma, el fondo no invertirá en empresas expuestas a combustibles nucleares o fósiles y se centrará en tres tendencias globales: la descarbonización de la generación de energía, la electrificación del uso de la energía y el aumento de la eficiencia energética para su proceso de inversión.
Este nuevo fondo, según apunta la gestora, tiene un fuerte enfoque en sostenibilidad, además de un claro sesgo hacia las mejores empresas, así como a aquellas compañías capaces de demostrar una clara capacidad de mejora. Schroder ISF Global Energy Transition utiliza un enfoque temático específico, gestionado por el reconocido equipo de inversión en materias primas y recursos de Schroders, creado en 2005.
«La transición energética supone una oportunidad enorme, pues se prevé que se necesitan alrededor de 120 billones de dólares de inversión hasta 2050 para cumplir los objetivos climáticos acordados a nivel global. Esta tremenda inversión, junto con la creciente demanda de tecnologías limpias por parte de los consumidores, está creando fuertes oportunidades de crecimiento de beneficios reales para las empresas, que, esperamos también beneficie a nuestros clientes. En los últimos dos años se ha alcanzado un importante punto de inflexión que está permitiendo a las empresas del sector convertirse en oportunidades de inversión atractivas. Por lo tanto, creemos que podría ser un buen momento para que nuestros clientes asignen recursos a la transición energética. Fundamentalmente, nos centraremos en el sistema energético y en las tecnologías asociadas necesarias para hacer posible su cambio”, afirma Mark Lacey, responsable de commodities y gestor del fondo Schroder ISF Global Energy Transition.
Por su parte, Andrew Howard, responsable del análisis sostenible de Schroders, explica que dado el dramático cambio en la forma en que producimos y consumimos energía, “los inversores reconocen cada vez más que la exposición al sector de la transición energética no es sólo una oportunidad de inversión, sino también una necesidad. La transición energética es necesaria para reducir significativamente las emisiones de carbono y limitar los futuros aumentos de la temperatura global a menos de 2°C, como indica el Schroders’ Climate Progress Dashboard”.
El equipo tiene un enfoque de alta convicción y la cartera tendrá entre 30 y 50 posiciones en acciones.