La deuda corporativa asiática ha sido considerada durante muchos años como una estrategia de nicho, con una asignación satélite dentro de las carteras de los inversores. Sin embargo, el importante desarrollo del mercado de los últimos años y la necesidad de buscar nuevas fuentes de rendimiento, han hecho que el interés por esta clase de activo vaya en aumento.
En un nuevo VIS, organizado por Funds Society, Robert Gibbs, especialista de renta fija de DWS, expuso en detalle por qué “el crédito asiático (en moneda fuerte) tiene el potencial de convertirse en el tercer pilar de la renta fija junto con el mercado americano y europeo”. El evento fue moderado por Manuel Felipe García Ospina, Head of Wealth Management de Skandia Colombia y contó con la participación de Stella Gonzales-Vigil, VP de DWS, ,miembro del equipo de Institucional Sales Latin America de DWS.
Percepción de riesgo no ajustada a la realidad
El desarrollo de los últimos años de los mercados de deuda emergente ha sido debido, en su mayor parte, al mercado de deuda asiática. Para ponerlo en contexto, el tamaño actual del mercado de deuda corporativa asiática es similar al mercado US High Yield, una categoría de activo en sí misma. Sin embargo, según informes recientes, las carteras de los fondos de deuda emergentes se muestran subinvertidas en esta subregión, invirtiendo aproximadamente un 30% del total cuando su representación en los índices es cercana al 50%.
Para Gibbs, la falta de transparencia y una percepción de riesgo que no coincide con la realidad son las razones que explican la escasa presencia del crédito asiático en las carteras. Sin embargo, es una región con una alta calidad crediticia, donde casi el 78% de los emisores están dentro del espectro de grado de inversión. En esta línea, el experto afirma que los fundamentales de las compañías asiáticas se encuentran en muy buena forma con altos niveles de caja y bajos niveles de endeudamiento operativo, especialmente en el segmento grado de inversión.
Además, señala que solo el 1,4% de los emisores dentro del espectro de grado inversión fueron rebajados a High Yield ( Fallen Angels) durante los nueve primeros meses de 2020, comparado con el 9% en el resto de las regiones emergentes. “Si actualizáramos estas cifras a los primeros tres meses del año el número de rebajas de grado inversión a High Yield seria cero”, añade.
Igualmente, las tasas de default de la deuda corporativa asiática (3,5%) se comparan de forma favorable con el mercado estadounidense (6,8%) y está en línea con el resto de las regiones emergentes. De cara a 2021, y según las estimaciones, las tasas de default del crédito asiático se situarán el en 2,3%, frente al 3,5% del crédito grado de inversión americano y 2,5% de la región y además las tasas de recuperación son muy elevadas.
“Los valores de recuperación, cuando se han producido defaults son los mejores a nivel global, no solo a nivel mercados emergentes sino también frente al mercado americano”, añade.
Asian Bid : Factor de estabilidad
La volatilidad es otro de los factores que los inversores usan para medir el riesgo de una clase de activo. La volatilidad histórica del crédito asiático, grado de inversión, se sitúa en 3,7%, el nivel mas bajo de todas las subregiones que componen la categoría de deuda emergente, y el Asian Bid, o la preferencia de los inversores asiáticos por invertir deuda de su región geográfica, explica en gran parte esta menor volatilidad. Los inversores asiáticos han ido aumentando su peso dentro de los tenedores de la deuda asiática desde 45% hasta niveles cercanos al 80%, muy superior al resto de las subregiones.
“Si se tiene soporte dentro de la región, se tiene un impulso muy poderoso, que ha ayudado a bajar la volatilidad, al menos históricamente, y ayuda a mitigar algunos de los hot money flows y carry tourists que se suele observar en otras regiones”, afirma Gibbs. Así, el experto lo compara con el mercado latinoamericano donde solo el 10% de la deuda corporativa es adquirida por inversores locales y donde son más susceptibles a los cambios en la percepción de riesgo.
China no es el único jugador en la cancha
Sin duda, el mercado de crédito asiático debe gran parte de su desarrollo al mercado chino, no en vano representa el 50% del índice JACI (J.P. Morgan Asia Credit Index), pero para Gibbs no es el único jugador de la cancha, recalcando la importancia de una gestión activa frente a la replica de los benchmark.
En este sentido, en DWS se encuentran subponderados en el país y ha llegado incluso, en ocasiones, a tener exposición de un solo dígito a China en su cartera. “Hay una gran parte del mercado chino donde no nos sentimos cómodos comprando y manteniendo a vencimiento”. Como ejemplo, cita los vehículos de financiación de los gobiernos locales, que han tenido un gran crecimiento en los últimos años, pero que para DWS no cuenta con la liquidez necesaria en el mercado secundario, su nivel de transparencia es insuficiente y como resultado no tienen la suficiente cobertura de equipos de análisis internacionales.
Por el contrario, afirma que en China existen oportunidades en otros sectores como el industrial o el tecnológico donde hay empresas de renombre mundial cuya deuda ofrece retornos interesantes por encima de los bonos soberanos chinos.
Con respecto a oportunidades en otros países cita India, Indonesia y Tailandia donde su representación en el índice no corresponde con el tamaño e importancia de su economía. Por último, añade que en ocasiones invierten en países fuera del índice como mitigadores de riesgo, citando como ejemplos a Japón y a Australia.
Inversores en moneda fuerte pero atentos al desarrollo del mercado de moneda local
En DWS están focalizados en el mercado de crédito asiático en moneda fuerte, debido a la preferencia de sus clientes, su liquidez, transparencia y costes de transacción. Además, Gibbs señala que las tesis de inversión de las estrategias de crédito asiático en moneda local, se basan principalmente en una apuesta por la revaloración de las divisas y “la realidad es que muy pocas monedas de economías emergentes han tenido revalorizaciones sostenidas frente al dólar, exceptuando el remimbi”, señala.
No obstante, el experto reconoce el crecimiento del mercado de crédito en moneda local en China y que la cuestión es “cómo se accede y cuál es el tamaño de la oportunidad”. En este sentido, afirma que la oportunidad es aún limitada: un 55% proviene del gobierno y bancos regulados (policy Banks) y el 40-45% de áreas “donde no vemos el mismo nivel de transparencia y divulgación que esperaríamos desde el punto de vista de un inversor internacional”. “Los grandes números de los titulares, no cuadran con las posibilidades de inversión desde nuestro punto de vista”, concluye.
Puede acceder a la grabación del evento en el siguiente link (contraseña:DWS1404_asianbonds)