La industria financiera uruguaya está resistiendo a la parálisis provocada por el coronavirus. Según un estudio de la CFA Society Uruguay, ninguno de los afiliados de la institución perdió su empleo a causa de esta crisis, aunque un 11% declararon haber tenido una reducción importante de sus ingresos y un 8% una reducción leve.
Relevando las respuestas de los participantes, (55,6% afiliados activos de CFA Society Uruguay, y 44,4% candidatos al programa CFA), el informe, cuyos resultados fueron revelados durante el webinar “El profesional de inversiones del futuro” organizado por la escuela de negocios de la Universidad Católica del Uruguay, analizó la percepción del impacto de la pandemia en la economía del país y en el ámbito laboral de los encuestados, enfatizando en la nueva modalidad de empleo a distancia.
El impacto de la emergencia sobre la economía
Consultados respecto a si consideraban que la emergencia sanitaria afectaría la economía local, el 77,8% estuvo de acuerdo, acotando que tendrá un alto impacto en el corto plazo, generando, a su vez, una recesión fuerte de corto plazo. En cambio, el 20,2% coincidió en el primer aspecto, pero afirmó que causará una recesión prolongada, mientras que el 2,0% restante manifestó que no solamente incidirá negativamente, sino que también ocasionará una depresión económica.
En la misma línea, expresaron que las áreas que presentarán cambios profundos o duraderos a mediano plazo son entretenimiento (46,4%), educación (20,6%), tecnología (13,4%), salud (9,3%) y transporte (10,3%).
Nuevas formas de trabajo y situación laboral
Por otra parte, en lo referido al ámbito laboral de los participantes, el 80,8% respondió que la crisis sanitaria actual tendrá efectos colaterales moderados en sus formas de trabajo a futuro, seguido del 8,1% más optimista que entendió que no tendría ningún impacto. En contraposición, el 5,1% afirmó que el cambio será sustancial y un 6,1% añadió que además de experimentar importantes transformaciones, se modificará la forma en que su empresa trabaja.
En tanto, el 66,3% reveló que las circunstancias no afectaron su situación laboral, frente al 28,6% que indicó que desde entonces trabaja más que antes. El 5,1% restante, por otro lado, señaló que vio reducida su carga horaria. Cabe destacar que ninguno de los encuestados manifestó haber perdido su empleo.
Asimismo, la gran mayoría declaró no haber visto afectados sus ingresos (78,8%), mientras que algunos sí expusieron haber tenido una reducción importante (11,1%) o leve (8,1%) y algunos incluso percibieron un aumento en los mismos (2,0%).
Bárbara Mainzer, presidenta de CFA Society Uruguay, explicó que la encuesta resultó una valiosa herramienta que permitió confirmar algunos elementos vinculados con la formación y el trabajo de los inversores.
“Este estudio nos confirmó ciertas ideas y factores que manejábamos previamente. Uno de ellos es que un mayor nivel educativo y una mayor preparación vienen acompañados de trabajos de mayor calidad y mejor remunerados, así como de una mayor probabilidad de tener y mantener un trabajo. Los profesionales que tienen la designación CFA o están en vías de obtenerla se comprometen al aprendizaje y la capacitación permanente”, expresó.
El desafío del trabajo remoto
Paralelamente, el teletrabajo permitió que aquellas organizaciones cuyos colaboradores podían llevar a cabos sus tareas desde el hogar no vieran interrumpidas sus actividades, velando a su vez por la salud de sus integrantes, motivo por el que se indagó sobre varios aspectos en la materia.
En ese sentido, el 82,8% de los encuestados destacó que su empresa tenía las condiciones dadas para implementar rápidamente el teletrabajo y solamente el 17,2% respondió que su firma no estaba preparada para realizar tareas a distancia. Además, el 75,5% afirmó que le dedica entre el 75% y el 100% del tiempo a esta nueva modalidad; el 13,3% sostuvo que destina del 50% al 75% del total de su jornada laboral al home office; el 8,2% del 25% al 50%; y finalmente el 3,1% hasta el 25%.
Ante el incremento del trabajo remoto, el 61,6% consideró que algunas empresas empezarán a tomarlo como una práctica permanente. En tanto, el 16,2% opinó que las firmas optarán por mantenerlo, el 10,1% sostuvo que para la mayor parte de las instituciones implicará un cambio que permanecerá en el tiempo y el 12,1% dijo que se trata de algo temporario.
Solicitando que evaluaran su productividad mediante el teletrabajo, el 37,4% dijo que lo hace más productivo y mejora la relación con el empleo y las actividades personales; el 33,3% entendió que no tiene mayor impacto; 20,2% que implica un detrimento en su productividad; y el 9,1% que hace que el trabajo sea mucho más productivo para la empresa y los empleados.
Más de la mitad de los encuestados concluyeron que esta forma afectó positivamente el equilibro entre la vida personal y laboral (54,5%), poco menos de un cuarto de ellos dijo que fue negativo (22,2%) y el resto se mantuvo en una posición neutral (23,5%).
El estudio titulado “El impacto del coronavirus (COVID -19) en la industria financiera del Uruguay”, contó con la participación de 99 profesionales de inversión, lo que representa más del 50% del total de miembros activos de CFA Society Uruguay y de candidatos a los programa CFA Institute en Uruguay