El índice Lyxor Hedge Fund subió un 1,3% en julio. Ocho de cada 12 índices de Lyxor terminaron el mes en terreno positivo, liderados por el índice Lyxor CTA Long Term, que repuntó un 4,6%, el índice Lyxor Global Macro, que sumó un 2,6% y el índice Lyxor Variable Bias con un incremento del 2,3%.
«El retroceso de los riesgos sistémicos que se produjo tras el acuerdo griego y la estabilización de las bolsas chinas no ha abierto un período de apetito por el riesgo. En cambio, la atención se ha desplazado a las consecuencias de la desaceleración de China y de la normalización de la Fed», explica Jean-Baptiste Berthon, estratega senior de Cross-Asset en Lyxor AM.
En un mes de julio plagado de datos macro, los mercados se han visto impulsados por catalizadores altamente especulativos, casi obligados a seguir las sacudidas imprevisibles de la saga griega antes de la fecha límite de 20 de julio en la que el país heleno debía afrontar un pago de 3.500 millones al BCE. El acuerdo con sus acreedores en el último minuto, permitió que los activos de riesgo se recuperaran.
A 3.000 km de allí, el acuerdo nuclear con Irán desataba otro catalizador especulativo con implicaciones graves para el sector energético. En Asia, la aceleración de la caída de la bolsa china impactó en los activos globales y en los mercados emergentes, elevando la preocupación de un efecto dominó.
Los fondos Long/Short de renta variable subieron con fuerza en general, excepto los de renta variable asiática. El final –temporal– del tema griego y un segundo periodo bajista en las materias primas favoreció selectivamente a Europa y en cierta medida a Japón. Ambas regiones disfrutaron también de una fuerte temporada de ganancias. Los managers de estrategias long/short de renta variable europea superaron al mercado en julio, beneficiándose de una fuerte contribución del beta y de otros temas. Todos estas estretegias subieron en julio.
Por el contrario, el contexto en Estados Unidos se presentó más difícil, debido a la posible normalización de los tipos de interés de la Fed y una pobre temporada de resultados empresariales. Sin embargo, la caída de las correlaciones de Estados Unidos permitió a los managers estadounidenses extraer un fuerte alfa tanto en sus posiciones cortas como en las largas. Casi todos ellos terminaron el mes al alza. El laborioso proceso de estabilización de las bolsas chinas continuó erosionando las rentabilidades de los managers del mercado asiático, aunque estuvieron mucho mejor protegidos que durante la primera fase caídas en las bolsas de China.
La rentabilidad de los fondos Event Driven se quedó rezagada. Los de Arbitraje evolucionaron peor que los de Situaciones Especiales. El sesgo regional estadounidense de las estrategias, en general, pesó negativamente. La mala temporada de resultados empresariales de Estados Unidos añadió volatilidad en los acuerdos de los sectores sanitario, de medios de comunicación y tecnológico.
Aunque la exposición de los fondos Event Driven a los sectores de las materias primas era limitada, la magnitud de lacaída en el sector de la energía y de los metales básicos en julio fue inesperada. Golpeó posiciones tanto en los fondos de Arbitraje como de los de Situaciones Especiales. Tampoco ayudó el mantenimiento de posiciones ilíquidas antes la posible normalización de los tipo de interés de la Fed no ayuda.
Los fondos Long/short de Credit Arbitrage obtuvieron un resultado decente. Con posiciones muy conservadoras, los gestores consiguieron esquivar la mayor parte del deterioro en el sector energético. También se vieron poco afectados por las preocupaciones sobre los mercados de crédito de Estados Unidos, que aumentaron repentinamente. Además, los gestores fueron capaces de beneficiarse del repunte de los ‘spreads’ en Europa, conforme se acercaba el ‘deadline’ de Grecia.
Los fondos CTA tuvieron buena evolución en julio gracias a la mejora en las materias primas. Al principio de mes se vieron afectados por la reversión de activos tras el anuncio de Grecia de la convocatoria del referéndum. Sin embargo recuperaron totalmente el terreno perdido a partir de entonces. La direccionalidad selectiva dio sus frutos. Las mayores ganancias se registraron en las posiciones cortas del sector de la energía, y las largas en los activos de riesgo europeos.
Los fondos Global Macro tuvieron un buen desempeño en unos mercados restringidos. A diferencia de los gestores de CTA, las materias primas no fueron contribuyentes clave. Sin embargo, los managers estaban bien posicionados para beneficiarse de un ambiente con riesgo sistémico más bajo, aunque aún preocupado por el ritmo de recuperación mundial. La renovada debilidad del petróleo añadió soporte para zonas de reflación.