Colchester está desarrollando una estrategia comercial de largo plazo en Latinoamérica, instalando su perfil de casa especializada en renta fija en los grandes mercados de la región. Durante una gira por Brasil, Funds Society entrevistó a uno de los fundadores de la firma, Keith Lloyd, un verdadero creyente en las ventajas de los bonos soberanos en moneda local, actual Chief Executive Officer & Deputy Chief Investment Office.
Real Yield, value investing, transparencia, especialización y disciplina son las palabras clave que Lloyd repitió durante una cena con los miembros la CFA Society Brasil en Rio de Janeiro. Con 34.000 millones de dólares de activos bajo administración, Colchester es una casa relativamente fácil de entender: cuatro fondos disponibles a nivel global e importantes mandatos con institucionales en Europa, Asia u Oriente Medio. Y bonos, siempre bonos soberanos.
En Brasil, como en México, la pregunta latente es cómo ganarle a la renta fija local, que tiene buenos rendimientos y desde hace años limita las oportunidades para las gestoras internacionales. Entonces, ¿por qué Brasil?
“Colchester tiene una presencia global, especialmente en Asia y en países como Australia. También tenemos clientes en Africa y Oriente Medio. Para nosotros es interesante y entusiasmante entrar en un nuevo continente. Y Brasil, desde el punto de vista del negocio, nos resulta muy atractivo porque es un mercado joven. Los inversores institucionales brasileños tienen un límite del 10% para invertir en activos extranjeros. Y hemos visto otros países emergentes donde las autoridades empezaron con ese 10% y luego fueron pasando al 20% y fueron aumentando el rango”, explica Lloyd.
“Como especialistas en renta fija, pensamos que ese 10% puede ser colocado en assets de riesgo con altos retornos. Es una evolución natural que busquen equities para diversificar y compensar su fuerte inversión en los equities domésticos. Y luego, como hemos visto en otros países, cuando la política de inversión está más madura, los institucionales se ponen a mirar los bonos soberanos por un tema de correlación y diversificación. Así que, en conclusión, los “allocators” van primero a los activos que piensan que tienen más retornos, como los equities, pero luego buscan equilibrar sus portafolios”, añade.
Colchester está desarrollando una estrategia de permanencia en la región: “Pensamos que muchos países de Latinoamérica están en procesos parecidos al que acabo de describir en Brasil, por ejemplo México. Por eso tenemos un compromiso con la región en el largo plazo. Nosotros nunca llegamos por tres años y nos vamos enseguida si hay dificultades, cuando llegamos a una región hacemos una investigación profunda y nos comprometemos”, señala Lloyd.
Inflación, dispersión y la visión de Colchester
Las proyecciones de Keith Lloyd sobre la evolución de la inflación (que es como tratar de leer el mundo de aquí a tres años), fue sin duda el tema que más atrajo la atención de los inversores brasileños.
Lloyd insistió en que una de las características del actual momento de la inflación es su dispersión, tanto a nivel geográfico como por sectores. Y ahí empieza el verdadero desafío para la gestión activa, especialmente en el caso de Colchester, donde la exigencia de ofrecer “retornos reales” hace que la capacidad de medir la inflación y descontarla sea esencial.
“Estamos viendo cambios estructurales en el mundo para los próximos 3 años. La respuesta monetaria en el mundo emergente fue mucho más limitada y prudente que en el mundo desarrollado. Y el punto clave es que la inflación en estos países no disminuirá necesariamente, pero sí que estamos viendo cómo aumenta en los países desarrollados, y en este sentido ya no habrá tantas diferencias entre unos y otros. También vemos diferencias entre países y regiones sobre cómo impacta la inflación. Los países que tuvieron una respuesta monetaria acotada están sufriendo mucho menos el problema del shock de demanda”, explica el alto ejecutivo de Colchester.
Así, el análisis de los soberanos se hace país por país, con un enfoque value, pensando especialmente en los países pequeños, manejando las estrategias en moneda local.
La situación de las cadenas de suministro, los cambios en los precios de las materias, el impacto real del trabajo remoto sobre la productividad o las consecuencias de la inversión ESG sobre los flujos de capitales, son algunas de las variables que se siguen con atención desde Colchester.
Lloyd piensa que la volatilidad y la inflación seguirán altas de los próximos años, las condiciones del mercado y el aumento del nacionalismo muestran una pausa en el “dividendo desinflacionario” que implica la globalización. Pero todo esto no sucederá igual en todos los sectores ni en todos los países, y allí hay que buscar las oportunidades.
Especialistas en bonos soberanos
Ultra especializada en bonos soberanos, la política de inversión de Colchester no deja de sorprender por su resistencia ante las modas y coyunturas.
Keith Lloyd es un verdadero creyente en la renta fija, que se presenta como alguien aburrido, pero que en realidad, tiene detrás muchos años de éxitos porque “con el tiempo, los portafolios diversificados siempre tienen su premio”.
“Cuando creamos Colchester partimos de la base de que para nosotros el asset management es un sector en el que haces una cosa y tratas de ser el mejor en eso. Nosotros evitamos los conflictos de interés de una gestora que vende diferentes categorías de activos y que necesariamente va a buscar colocarlos en función de sus resultados comerciales y no en función de lo que sea mejor para el cliente. Por eso, pensamos que tener un enfoque exclusivo en renta fija es la mejor manera de evitar los conflictos de interés porque nunca tienes que competir por el enfoque, el dinero o el tiempo que le dedicas a tu estrategia”, dice Lloyd.
La liquidez y su correlación negativa con la renta variable son los puntos fuertes de los bonos soberanos.
“Pensamos que lo mejor es que el gestor de portafolios controle completamente la colocación de activos y busque las mejores correlaciones para obtener las mejores fuentes de liquidez y protección de los intereses del cliente”, dice el analista.
“Hay gente que dice que los bonos soberanos no han tenido una correlación negativa con los equities en los últimos cinco años, pero es porque en estos años hemos tenido una enorme intervención monetaria de los bancos centrales. El costo del capital estaba por debajo de cero y se ha venido creando una situación totalmente artificial. En este contexto anormal, algunos gestores de portafolio han olvidado las bases y de alguna manera piensan que los bancos centrales siempre estarán allí para intervenir, pero lo cierto es que están llegando a su límite”, asegura Keith Lloyd.