Las últimas semanas han dejado “huérfanos” a algunos fondos de inversión cuyo nombre estaba unido inexorablemente a la figura de un gestor que ha abandonado la entidad en la que trabajaba. El ejemplo de Bill Gross saliendo de Pimco ha sido el más notable en EE.UU., mientras en España la decisión de Francisco García Paramés de abandonar Bestinver y la de Iván Martín de salir de Santander AM para emprender un nuevo proyecto profesional han dejado a los inversores llenos de dudas, y también a las firmas de análisis, que normalmente han reaccionado poniendo varios fondos bajo revisión (el caso de Bestinver) o rebajando sus calificaciones (como en Pimco). Dudas que también surgieron el viernes por la mañana, cuando se supo que Firmino Morgado abandonaba Fidelity.
Dudas que aparecen sobre todo cuando se trata de gestores emblemáticos, señas de identidad o incluso fundadores de una gestora (el caso de Bill Gross), o cuando se trata de fondos de autor, aquellos en los que resulta vital la figura de su gestor principal. “A diferencia de los fondos gestionados por un equipo de gestores y analistas, la toma de posiciones en estos fondos suele estar basada más en las decisiones individuales del gestor que en un proceso de inversión fruto del análisis de un equipo gestor o de un modelo cuantitativo”, explican desde SelfBank. De esta forma, podemos hablar de riesgo autor en aquellos fondos en los que la gestión del fondo podría llegar a sufrir si su “gurú” viniese a faltar.
Cuando ocurren estas situaciones, hay varias alternativas para el partícipe: la primera es quedarse en el fondo, si confía en la nueva gestión del fondo o en que se mantendrá el estilo de gestión llevado hasta ahora porque, por ejemplo, el gestor entrante era antes cogestor del fondo. En el caso de Bestinver, la firma asegura que se mantendrán los cogestores de los fondos, Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, aunque en Morningstar tienen sus dudas al respecto.
La segunda opción es seguir al gestor saliente en su nueva andadura profesional si tiene intención de continuar gestionando fondos para una nueva gestora o incluso si va a montar la suya propia. Es el caso de Iván Martín (que creará una firma de gestión que contará con el apoyo de la familia Hernández, accionista de Ebro, y asesores como Crispin Odey (Odey AM) y su esposa, Nichola Pease) y posiblemente el de Paramés.
La tercera opción es buscar alternativas a ese fondo, tratando de encontrar un producto con semejante filosofía de inversión y características.
Recientemente, las casas de análisis se han lanzado a proponer, por ejemplo, alternativas a los fondos de Bestinver ante la salida de Paramés, que han sufrido reembolsos. Selftrade propone productos como las estrategias de renta variable europea de JP Morgan AM, fondos de renta variable española de Mutuactivos (la gestora de Mutuamadrileña) o la estrategia global de Robeco para invertir en bolsa global.
Otros precedentes
Aunque la salida del gestor estrella a menudo significa la muerte del fondo –como ocurrió en 2007 con el fondo insignia de Fonditel, Velociraptor, que sufrió importantes reembolsos tras la marcha de su gestor estrella Cristóbal Thomas de Carranza-, SelfBank recuerda que no siempre tiene que ser así y, en algunos casos, el fondo puede mantener o incluso mejorar su buen comportamiento. Pone el ejemplo del Metavalor, fondo que sigue cosechando 4 estrellas Morningstar tras la marcha del gestor Gonzalo Lardiés en 2007, a quien le sucedió Guillermo Escribano, entonces cogestor del fondo, que a su vez se fue en 2012 para dejar el puesto a Javier Ruiz.
También existen algunos casos sonados de salida de gestores “estrella” en Europa, como la de Nicholas Walewski de Oyster European opportunities en el año 2006 para fundar su propia gestora, Alken AM, o de Anthony Bolton, la estrella de Fidelity que se retiró en 2013 tras ganar su prestigio por el fondo UK Special Situations durante 28 años y tomar en 2010 las riendas de la gestión del Fidelity China Special Situations.