España es el tercer mercado de distribución de fondos luxemburgueses y los fondos y sicav de entidades financieras internacionales comercializados en el país tienen una cuota superior al 20%, tras crecer de forma significativa en los últimos años. Sin embargo, y pese a su volumen – es el quinto país de Europa por activos gestionados en fondos, por encima de 150.000 millones de euros-, los fondos de procedencia española solo suponen un 1% de los activos domiciliados en Luxemburgo. Además, no hay ninguna gestora española entre las 100 transfronterizas más grandes del mundo y tampoco en el top 10 de ningún país europeo, a diferencia de lo que ocurre dentro del país. “La internacionalización ha sido una vía de sentido único en España”, dice Carlos Pérez Parada, consejero delegado de Andbank Wealth Management. Es decir, las gestoras de fuera tienen una importante posición en ese mercado pero las españolas no lo tienen fuera. Otro dato para corroborarlo: de las 100 mayores gestoras transfronterizas, 87 distribuyen en España pero no hay gestora española en ese grupo, pese a que dos bancos españoles están entre los 20 mayores del planeta.
¿Qué ha pasado en los últimos años para explicar esta situación? Entre las razones de esa falta de exportación de la industria, de la que se habló en el V Encuentro Nacional de la Inversión colectiva, bajo el título “Evolucionando hacia la recuperación” y organizado por APD, Deloitte e Inverco, los expertos señalan la escasa inversión en salir fuera y la excesiva bancarización del mercado de fondos, aunque confían en que la crisis impulse la vena exportadora de las entidades, con los estandartes de la especialización y de la marca UCITS. Y con la ayuda de las recién aprobadas cuentas globales.
“Nos hemos planteado la batalla en el campo equivocado, en España, cuando habría que haberlo hecho en Luxemburgo o Irlanda”, dice Pérez. Esa estrategia errónea no ha sido por falta de conocimiento, experiencia o talento, defiende, sino por la excesiva bancarización de la industria y la escasa inversión en salir fuera. “Por eso hemos perdido la batalla que habría que haber jugado en otro lugar. Deberíamos haber exportado mucho más, ya no solo fondos, sino también experiencia o talento como herramientas para competir, en vez de quedarnos en el mercado español intercambiando cromos entre nosotros”, critica.
José Luis Jiménez, consejero delegado de March Gestión, se muestra preocupado por la concentración del mercado (las diez mayores entidades europeas concentran el 65% de las suscripciones netas), porque quiere decir que se vende lo mismo en todas partes, y más con el paso de la arquitectura abierta a la guida. Pero no cree sin embargo que esa ausencia de gestoras españolas entre las mayores exportadoras del mundo se deba solo a la inexistencia de cuentas globales en España, algo que ahora ha cambiado. Una de sus razones es el papel secuendario que juegan los selectores de fondos, que cree que debería impulsarse para dinamizar la industria, pues si son capaces de elegir buenos productos a nivel internacional, lo harán independientemente de su origen. También considera que el regulador debería fomentar la competencia, en vez de centrarse solo en la reducción de costes.
Tres armas: marca UCITS, especialización y cuentas globales
Para Jiménez, los fallos no han estado solo en España sino también en Europa, puesto que entre las 10 mayores comercializadoras en el continente la mitad son estadounidenses pero no al revés. Por eso defiende que se potencien los aspectos positivos a nivel continental, como la marca UCITS, como palanca que ayude a vender fuera. “Deberíamos convertir UCITS en un estandarte global, pero sin embargo parece que la marca se queda cada vez más en un nivel regional. Si no trabajamos en su internacionalización, en Latinoamérica construirán la suya y en Asia también, y perderemos la oportunidad de competir en esos mercados”, afirma.
El experto también defiende la especialización y diferenciación de las entidades españolas como arma para competir a nivel global. Luis Megías, consejero delegado de BBVA AM coincide en que las entidades han de buscar nichos de gestión a la hora de dar el salto fuera, y no lanzarse con todas las clases de activos para competir a nivel global. En su caso, acceden con la gestión de activos españoles, europeos o latinoamericanos.
En general, Jiménez es positivo por el papel que puede tener la crisis en estos cambios. “Si todo va bien no se hace nada pero la crisis puede impulsar tendencias muy positivas”. Entre ellas, la exportación. “Las gestoras españoles hemos estado muy a la defensiva pero los mercados globales cada vez nos exigen más y estamos aumentando la cuota internacional”, asegura Lázaro de Lázaro, consejero delegado de Santander AM.
El impacto de las cuentas ómnibus
Desde la mayor gestora española, reconocen también que España “no ha sido el mercado más atractivo en los últimos años y para las gestoras españolas no es fácil vender fuera”. Esa tendencia se ha revertido en parte, viendo los flujos de entrada hacia el mercado nacional, si bien ese interés está siendo canalizado sobre todo por las gestoras internacionales, gracias al poder de marca y a su presencia en otros mercados. Con todo, De Lázaro cree que está llegando dinero a entidades españolas a través no solo de fondos, sino también de mandatos. Y además, es positivo en el “paso al frente” que suponen las cuentas ómnibus, aprobadas recientemente y que entrarán en vigor en 2014, para la internacionalización de las gestoras españolas. También es positivo Megías, que considera las cuentas globales como “una gran noticia”, porque aumentará la distribución de los productos en las redes españolas, en otros mercados y dentro de las gestoras de un mismo grupo. “Nunca es tarde si la dicha es buena”, dice.