Los mercados de fondos portugués y brasileño son dos animales muy diferentes. Lo sabe perfectamente Tiago Forte Vaz, responsable para ambos países de Pictet Asset Management (PAM) en España, en el equipo que dirige Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam, desde el pasado mes de octubre. Y por eso, los objetivos que se marca siguen pautas difererentes.
Según explica en una entrevista a Funds Society, Portugal es una “pequeña economía abierta” en lo que al mercado de fondos internacionales se refiere, donde las entidades no portugesas aportan toda su experiencia en otros mercados, así como economías de escala. Un mercado que, al igual que el español, afronta el reto de desplazar el capital destinado a depósitos hacia fondos o productos de ahorro a largo plazo (la ratio actualmente es de seis veces en depósitos con respecto a otros productos), y una tendencia que se acelera con la caída de los tipos y la búsqueda de rentabilidades adicionales y mayor diversificación.
En esa convergencia quiere tener un papel protagonista, junto al de otras gestoras internacionales, pues Forte Vaz dice que los objetivos de Pictet “son agresivos”, y buscan crecer teniendo en cuenta el crecimiento propio del mercado y sus desafíos. Su idea es mantenerse dentro de la lista de las 10 mayores gestoras internacionales en el país, algo para lo que apuesta por productos de la casa de acciones globales con un enfoque temático basado en las megatencias, todo un clásico de Pictet. También aboga por estar en segmentos más específicos, como el high yield europeo (activo por el que los inversores han mostrado apetito en los últimos años en su búsqueda de rentabilidad, y una buena alternativa para el inversor portugués, de carácter conservador) y, más recientemente, en deuda y renta variable de mercados emergentes.
Productos que distribuye a través de varias entidades, con el objetivo de llegar con facilidad a todo tipo de clientes: tanto minoristas (poniendo sus productos en las plataformas online, un canal particular fundamental en Portugal teniendo en cuenta que los asesores independientes no están desarrollados), como los equipos de selección de fondos de las bancas privadas o los inversores institucionales y sus equipos de gestión.
Sin embargo en Brasil, y en lugar de tratar de captar un movimiento de capitales hacia los fondos y crecer en línea con el resto de la industria internacional, la consigna es la paciencia y la estrategia de largo plazo. Paciencia para, cuando haya una mayor apertura y se superen las restricciones para las gestoras extranjeras y la inversión fuera de Brasil, poder captar parte de los increíbles números de su industria: 1.400 fondos de inversión, un crecimiento de gestoras desde las 60 existentes en 2006 hasta las más de 500 en la actualidad –tanto gestoras locales más pequeñas e independientes que aportan proximidad como gestoras extranjeras- , y su condición de sexto mayor mercado mundial. Eso sí, con una inversión fuera de Brasil de apenas el 3% en la actualidad.
Una tendencia hacia la apertura
Hasta ahora, los inversores no tenían necesidad de invertir fuera del país, puesto que la tasa del Banco Central estaba en torno al 10,75%, pero Forte Vaz explica que, con el desarrollo, las tasas tienden a converger con las del resto del mundo. Aunque reconoce que ha habido un obstáculo (el crecimiento de la inflación ha obligado al Banco Central a subir las tasas y ha paralizado esa convergencia), cree que seguirá su camino. “Aunque haya se haya tomado una pausa, puntual, el proceso ya ha empezado”, explica. El experto vislumbra una mejoría en los mercados tras las elecciones, porque “cualquier gobierno tendrá que acometer reformas”, dice. Algo que podría ayudar a recuperar la tendencia de normalidad tras el impasse de subida de tipos. En esos momentos, los inversores sentirán la necesidad de invertir fuera y buscarán alternativas en entidades que gestionan activos y proporcionen acceso a mercados como Europa, Estados Unidos o Asia, aportando diversificación y también en la divisa.
Hasta que ese momento llegue, su labor consiste en preparar el terreno, darse a conocer en el mercado y generar track record en sus productos para cuando se abran las puertas del país. “No somos sprinters ni queremos correr una maratón, la cultura de Pictet es a largo plazo”, explica. Y para ello, la gestora utiliza la experiencia que tiene en otros lugares de Latinoamérica, desde 2002, seis años antes de llegar a Brasil.
Su misión, a diferencia de las gestoras foráneas que llegan con presencia local y con capacidad para gestionar activos locales, es aportar valor internacional, y para ello no tiene presencia física y, de momento, tampoco socios locales. El equipo que lleva Brasil contacta con el mercado (sobre todo clientes institucionales en esta fase y debido a las restricciones, pero con la idea de llegar más adelante a las bancas privadas y al inversor minorista) a través de viajes frecuentes al país. Y en términos de producto, su oferta no es muy diferente a la de Portugal, si bien se centra sobre todo en renta variable global, puesto que para ofrecer renta fija habría que superar los retornos de sus mercados locales.
“Un brasileño conservador a ojos de un inversor europeo es más agresivo, porque sus expectativas de rentabilidad son mayores, debido a que su exposición a la inflación es muy diferente”, explica. Así, los retornos esperados al año no suelen bajar del 7%.
Pasos hacia la apertura
Su visión es que los reguladores, poco a poco, también van facilitando la apertura aunque considera que ahora hay más calma en esa tendencia. Actualmente, los fondos multimercado pueden invertir hasta un 20% en el exterior; y también hay fondos especializados, solo para inversores cualificados, que pueden invertir casi la totalidad de la cartera fuera. El experto también destaca que cada vez son más los fondos de pensiones que otorgan a gestoras internacionales mandatos de inversión. En general, los fondos de pensiones, sobre todo de empresas, no pueden invertir de forma directa en fondos internacionales sino a través de los llamados feeder funds (de varios tipos en función del riesgo y que invierten sin limitaciones): los fondos de pensiones pueden invertir hasta un 25% en ellos. Esos fondos son gigantes que pueden ofrecer un gran potencial de inversión y además Forte Vaz destaca los movimiendos hacia el desarrollo de fondos de pensiones del sistema privado individual, una tendencia que también se da en algunos países de Europa.
“Hay algunas iniciativas y sí hay un punto de inflexión hacia la apertura pero aún no es significativa”, resume. Y es que, a pesar del reto que supone su trabajo en Brasil, reconoce que es un mercado imprescindible en toda estrategia latinoamericana.