Frente a un 2015 en el que los fondos mixtos y perfilados fueron los más atractivos para los inversores españoles, este año la aversión al riesgo provocada por fuertes episodios de volatilidad (tanto a principios de año como tras la votación del Brexit) ha hecho que vuelva el interés por los fondos más conservadores, los que proporcionan un mayor refugio, como productos de renta fija a corto plazo, de rentabilidad objetivo e incluso garantizados y fondos monetarios. “Puede parecer una vuelta hacia atrás, una apuesta más de ahorro en vez de inversión pero es un tema coyuntural en la comercialización de fondos en España”, aseguraba Rocío Eguiraun, consejera delegada de Bankia Fondos, en el VIII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por Inverco, Deloitte y la APD recientemente en Madrid.
Porque los expertos de las gestoras españolas coincidieron en que los inversores tendrán que aumentar sus apuestas de riesgo si quieren obtener retornos, y en este sentido los fondos perfilados son los que mejor encajan. Así, son la apuesta de Bankia Fondos para los próximos meses, una apuesta nada novedosa pero sí aderezada de nuevas perspectivas e instrumentos, como una gestión más activa y con el uso de coberturas que ayuden a la preservación de capital en estos vehículos. “Hemos gestionado productos mixtos desde hace tiempo, con diferentes porcentajes de renta fija y variable. Con los tipos bajos, el asset allocation se convirtió en clave y el primer cambio fue diversificar las carteras y entrar en activos y áreas más allá de las puras locales. La última vuelta de tuerca ahora ha sido una gestión más activa y global y el uso de coberturas para poder realizar una buena preservación de capital”, y ofrecer esos vehículos también a inversores conservadores, dicen en Bankia. También es una buena fórmula para la entidad gestora, porque estos vehículos permiten agilizar la gestión y captar rentabilidad “allá donde esté”.
Transición hacia el riesgo
Asimismo defiende este tipo de productos Guillermo Hermida, CIO de CaixaBank Asset Management, la mayor gestora española. “Hemos de ser capaces de responder a un entorno regulatorio y con presión de costes, donde hay que ser eficientes e insistir en la labor de asesoramiento. En este entorno, los productos de asset allocation son los que más atractivos resultan porque ofrecen mayores posibilidades de inversión en distintos activos y esa diversificación genera en torno a un 90% de los retornos”. Miguel Artola, director general de Bankinter Gestión, coincide en la necesidad de asumir más riesgo (también en renta variable) y en la apuesta de perfilados: “Era más fácil vender perfilados en la primavera de 2015 que ahora, aunque los resultados son mejores para los que invirtieron en 2016. En cualquier caso, la inversión ha de considerarse a largo plazo”.
También en la segunda mayor gestora española, Santander AM España, apoyan una transición hacia el riesgo, incorporando más renta variable a las carteras, y apoyándose en la perfilación y en fondos de bajo riesgo (garantizados y estructurados) cuando sea necesario, pero poniendo límites a la extensión de los vencimientos en ese último caso. Así lo asegura Lázaro de Lázaro, su consejero delegado: “Los tipos y la inflación estarán en niveles anormalmente bajos durante un tiempo; es un escenario extremo pero que durará un lustro. El reto de las IICs es adaptar las políticas a las necesidades crecientes de asunción de riesgo por inversores que en el pasado no lo asumían”, explica.
En la gestora trabajan con el horizonte temporal de las inversiones y el binomio entre los plazos de planificación de los clientes y el necesario periodo de maduración de las inversiones, requiriendo más paciencia y con la convicción de que “la renta variable tiene necesariamente que aumentar su peso y debe ser analizada en sentido muy amplio”. En este sentido habló de firmas con resultados y dividendos predecibles y relativamente altos. “La planificación es clave; las gestoras debemos proveedor soluciones para esta incorporación progresiva de riesgo en las carteras, apoyándonos en la perfilación y en productos como los garantizados y estructurados”, pero matizando que hay que poner un límite a la extensión de plazos, porque “no se trata de crear inversiones perpetuas –en referencia a algunos fondos garantizados con vencimiento en una década-, porque en los próximos años habrá oportunidades de inversión y no podemos hipotecar a los clientes”.
Sin renunciar a los garantizados de forma puntual
Y es que las entidades son conscientes de que, en momentos de miedo, hay clientes que piden productos de muy bajo riesgo y ahí los garantizados pueden tener sentido. “Hay un segmento de clientela que los valora muy positivamente porque no quieren riesgo y la palabra garantizado cobra valor en momentos de volatilidad; además, los clientes suelen tener experiencias positivas del pasado”, dice Eguiraun, pero matiza que es una tendencia puntual porque los tipos en mínimos harán que, poco a poco, el lanzamiento de garantizados sea casi imposible porque los márgenes se van reduciendo para crear productos atractivos. Para la experta, el mayor reto que tiene el sector de fondos en España, que ha ganado 3,5 millones de partícipes desde 2012, es cumplir con sus expectativas, ofreciendo un asesoramiento muy cercano, un buen servicio y con transparencia. “2016 será una prueba de fuego para estos clientes que han accedido a las IICs”, señala, de ahí que, más allá de los perfilados en los que centrarán su apuesta, lanzarán puntualmente algún garantizado con sentido que si se demandan.
Lo mismo ocurre con CaixaBank AM, donde una IIC de gestión pasiva ha captado 3.050 millones este verano, un fondo que se acaba de reeditar: “Tratamos de ser flexibles y adaptables para responder a las necesidades que se plantean en cada momento y con los desafíos regulatorios sobre la mesa. Empezamos 2016 como un año de gestión activa y asset allocation y hemos crecido más en productos conservadores (con objetivo rentabilidad)”, dice Hermida. De ahí que, más allá también de su apuesta por los perfilados, su estrategia no descarte estos lanzamientos conservadores porque la idea es “dar respuesta a las necesidades de los clientes”.
La nueva apuesta de soluciones de BBVA AM
Con una propuesta algo diferente, más centrada en soluciones que en productos, habló Luis Megías, consejero delegado de BBVA Asset Managment, que, haciendo balance de la transición de las preferencias de los inversores desde los mixtos en 2015 hacia fondos más conservadores este año, comentó que en 2017 el entorno seguirá dominado por flujos hacia los fondos pero con cautela: “El gran reto es compaginar la demanda de producto conservador con el binomio rentabilidad-riesgo para este perfil: nunca se ha dado una situación de mercado donde para conseguir una rentabilidad tan moderada haya que asumir riesgo en términos relativos tan altos. Cómo gestionemos esto y las expectativas de los clientes serán la clave para la industria”.
Su propuesta, que empieza por dejar de hablar de perfiles de clientes, rentabilidades posibles en cada activo y tipo de productos, traslada el enfoque al cliente y a la búsqueda de soluciones de inversión para cumplir sus objetivos de ahorro. Así, los divide en cuatro bloques: en primer lugar, los clientes que buscan tener ahorros para imprevistos, para los que funcionarán fondos como los de objetivo de rentabilidad, pero no de forma masiva, sino selectiva, solo cuando el producto permita ofrecer una expectativa de rentabilidad buena y controlando mucho la venta; y los fondos de renta fija diversificada, internacional, con componente de cobertura riesgo, duraciones cortas y jugando ese riesgo en divisa, crédito, gestión activa de la curva… en lugar de esperar a que baje más la rentabilidad del bono español. En segundo lugar, clientes con ahorro finalista (para comprar un coche, para la jubilación, la universidad de los hijos…), para los que encajan los fondos por objetivo (target funds), donde la estrella es la aportación periódica y olvidarse del momento de mercado. En tercer lugar, clientes que quieren rentas, para complementar pensión, mejorar el ritmo de vida…, donde hay un gran nicho para los fondos de reparto. Y por último, clientes que quieren invertir a largo plazo, para los que funciona una gestión activa a través de fondos multiactivo y carteras de gestión discrecional.
Críticas a los roboadvisors
En el evento, y aunque reconociendo que las propuestas son interesantes, llovieron críticas a los roboadvisors, sobre todo aquellos basados en la gestión pasiva e indexada, que Lázaro de Lázaro considera “insuficiente” al dejar fuera activos muy relevantes y Megías tilda de oportunista, pues “a veces son startups que se constituyen para vender a un tercero”, aunque valoró su apuesta de valor basada en la sencillez, facilidad acceso y menores costes. “Auguro que en poco tiempo las entidades financieras tendrán servicios digitales de gestión de carteras a precios competitivos. Lo que sí será diferencial es la rentabilidad y la solidez de la marca. Nosotros no vamos a comprar roboadvisors en España y estamos invirtiendo para prestar servicios de gestión en todos los productos financieros”, afirma.
Deseos para 2017
En cuanto los deseos, Artola habló de un gran potencial para la industria de gestión el año próximo, si no hay altibajos demasiados profundos a nivel de política internacional; Hermida pidió un proceso de cierta normalización en los tipos para evitar grandes disrupciones y lograr “que los modelos vuelvan a funcionar”; De Lázaro deseó un entorno macro estable y con políticas fiscales orientadas a la recuperación, “apoyando la soledad de los bancos centrales en esa tarea y minimizando sus excesos”, además de la necesidad de poner en valor la industria de gestión colectiva frente a otra tentaciones menos transparentes; Megías pidió un comportamiento positivo del mercado, la normalización del binomio rentabilidad-riesgo (sobre todo en los mercados de menor riesgo), mucho PIB y el aumento del ahorro; y Eguiraun, un crecimiento del PIB mundial, base para normalizar tipos, y un buen crecimiento en las IICs.