El próximo 8 de diciembre vencerá el plazo extendido por las autoridades estadounidenses para obtener la residencia permanente en el país mediante lo que se ha denominado la categoría de ‘inmigrante preferencial’.
Bajo esta figura, los extranjeros que invierten al menos un millón de dólares en una nueva empresa que cree 10 puestos de trabajo o 500.000 dólares en proyectos de real estate pueden obtener el permiso de forma legal, y a menudo de forma mucho más directa.
Es la fórmula ‘regional center’, que crea esos puestos de trabajo de forma indirecta, la que podría estar en peligro. Con su vencimiento, explicó la agencia argentina Telam, se especula que podrían endurecerse las exigencias para comprar inmuebles por parte de los extranjeros.
Si el Congreso no vuelve a extender el plazo, tal y como lo hizo la vez pasada, el programa EB-5 podría ser suspendido. “Dado que es un programa muy popular en el Congreso entre demócratas y republicanos por igual es probable que se amplíe el plazo, pero también existe una posibilidad razonable de que los legisladores reformen los requisitos aumentando sustancialmente la inversión mínima de 500.000 dólares a 1 millón de dólares o más”, explicó Charles Foster, presidente de la firma con sede en Houston Foster LLP en el foro de la página Invest in the USA.
Reid Thomas, vicepresidente ejecutivo de NES Financial, una firma que se dedica a poner en contacto a inversores con proyectos de real estate, cree que el Congreso podría verse tentado a aumentar la cantidad invertida precisamente porque ahora mismo existen más inversores interesados en el programa que visas disponibles.
Los servicios de inmigración estadounidenses reservan cada año 10.000 visas de este tipo para inversores y sus familias, pero el cambio en la política inmigratoria de Trump, basado en el sistema de méritos, ha levantado las alarmas entre el sector de real estate.
El programa se convirtió en una fuente importante de financiación de bajo coste para los proyectos inmobiliarios sobre todo de Nueva York, Miami o Los Ángeles después de que la crisis financiera los bancos se mostraran reacios a prestar dinero para proyectos de construcción.