Este año los vaivenes en los mercados han sido muy pronunciados, con movimientos importantes en renta variable y renta fija, sobre todo en el espacio emergente, pero también en activos como el petróleo o las divisas, con oscilaciones en el caso del oro negro y del dólar de en torno al 20%. Pero, precisamente por la virulencia de esos movimientos, Valentijn van Nieuwenhuijzen, responsable de Multiactivos en NN IP, descarta que el próximo año pueda vivirse la misma volatilidad: “2016 será volátil pero el marco será menos turbulento que el vivido este año”, explicó en una reciente presentación en Madrid.
¿Los motivos? Es poco probable que se repitan movimientos tan bruscos como el vivido este año, a la baja, en el precio del petróleo (que se sitúa en el entorno de 40 dólares) o al alza en el caso del dólar. Ni tampoco se repetirán con la misma intensidad las caídas en los mercados emergentes, que ya han descontado en su precio muchos de sus problemas.
En este contexto, un ancla de estabilidad serán los mercados desarrollados, defiende el experto, debido sobre todo a la “participación de los hogares y los consumidores en la recuperación” (la demanda doméstica, junto con el sector de servicios y las inversiones apoyarán, dice), que está en toda Europa y también en Japón o EE.UU., donde el mercado laboral da signos inequívocos de mejora; y esas dinámicas seguirán adelante el próximo año mientras los emergentes se debilitan y además suponen una fuente de riesgo sistémico en el caso de China. “Habrá episodios de volatilidad”, reconoce, pero serán menos intensos que los de agosto de este año o los del segundo trimestre.
Eso sí, advierte de que el escenario de fondo sigue siendo un escenario de crecimiento modesto, más bajo al de las últimas décadas previas a la crisis de 2008, pero resistente. “El mundo aún parece extraño si lo comparamos con el pasado: es cierto que la Fed empezará a normalizar los tipos, el crecimiento vuelve a países como España y en general a Europa… pero ese crecimiento no es el mismo, no es el 3% de antes”, no ha recuperado los niveles pre-crisis y no lo hará, debido también al lastre emergente, mientras la inflación también sigue en niveles muy bajos, con la duda, eso sí, de si esos niveles serán los normales ahora o si habrá un repunte futuro. En su opinión, habrá tres fuerzas que marcarán la evolución de la economía y los mercados: los patrones de ahorro e inversión globales, la oferta y demanda de liquidez global y los patrones de comportamiento del inversor institucional, la regulación y los comportamientos irracionales de los inversores en los mercados (animal spirits).
Mejor dentro que fuera del mercado
En este contexto, el experto defiende que es mucho más productivo estar dentro que fuera del mercado, y apuesta actualmente por activos como el real estate, pero también la renta variable y la renta fija corporativa para añadir valor a las carteras. “Puede que la renta variable no ofrezca ya retornos totales de doble dígito pero las primas son razonables y es mejor estar dentro del mercado que estar en liquidez”. Dentro de la renta variable, favorece mercados desarrollados, sobre todo el europeo frente a EE.UU., puesto que en este último país el ciclo corporativo está más avanzado. En emergentes, solo destaca en positivo mercados como México o Polonia, por su proximidad a mercados en recuperación como EE.UU. y Alemania, respectivamente.
En renta fija, advierte de que no se debe hablar a la ligera de burbujas por doquier, aunque las primas de riesgo estén bajas, pues hay que tener en cuenta también el nuevo entorno económico en el que nos movemos, que apunta al mantenimiento de tipos de interés bajos durante un largo periodo de tiempo. Así, aunque la deuda pública japonesa sí podría presentar el aspecto de una burbuja, no ocurre lo mismo con la de EE.UU. mientras en Alemania el Bund estaría caro pero no lo suficiente como para hablar de burbuja. “Los precios en los mercados de bonos no son necesariamente ridículos siempre”, indica. Aunque está negativo en deuda pública, sobrepondera mercados como los periféricos (España –no está muy preocupado por las próximas elecciones, puesto que las encuestas descartan un gobierno a imagen del griego-, Italia y Portugal). Y, en deuda privada, apuesta por activos con grado de inversión (tanto en Europa como en EE.UU.) y por high yield europeo (en EE.UU. cree que los defaults repuntarán y no solo en el sector de la energía). Es muy cauto con deuda emergente.
En general, infrapondera deuda pública y sobre todo materias primas, mientras es positivo actualmente con real estate, y más neutral pero también constructivo con renta variable y crédito, siempre advirtiendo de que su visión es a corto plazo (de tres a seis meses) y el equipo tiene flexibilidad para cambiar de ideas y adaptarse en caso necesario. “En un escenario menos volátil en 2016, preferimos activos de riesgo que aquellos más seguros”, dice.
También por dos razones adicionales: la asignación de activos en las carteras globales es actualmente defensiva y con mucho cash, y hay más probabilidades de que se equilibre tomando posiciones de mayor riesgo que volviéndose más defensiva; y porque los bancos centrales (BCE o Banco de Japón) seguirán siendo acomodaticios, si bien la Fed subirá tipos ya en diciembre (para dar una señal al mercado de que prevendrá que la inflación se salga de control, si bien aún no hay peligro de que eso ocurra). “Es sensato que realice esa subida, aunque también hay argumentos en contra”, dice el experto.
Con respecto al BCE, habla de una mejora en el ciclo económico europeo pero la inflación sigue baja, demasiado baja para Draghi, pues no se podrán cumplir los objetivos de acercarse al 2% en al menos cinco años, sobre todo tras la fuerte caída de 2014. “Draghi necesita dar impulsos para acercarse a esa cifra porque cree que el riesgo de sobre reaccionar es menor que el círculo vicioso que podría abrirse si la inflación sige cayendo e incluso se roza la deflación, algo contra lo que es mucho más difícil luchar. Ése es el ejercicio de gestión que está haciendo el BCE, intentando evitar la deflación”, explica.