Para los inversores institucionales de todo el mundo, es difícil encontrar diversificación entre las clases de activos tradicionales y más de la mitad (54%) considera que las acciones y los bonos están demasiado correlacionados como para proporcionar rentabilidades atractivas, según una reciente encuesta de Natixis Global Asset Management. La encuesta también halló pruebas de que los activos alternativos están adquiriendo un nuevo protagonismo dentro de las carteras institucionales como contribución a la generación de mejores rentabilidades ajustadas al riesgo, que es la prioridad de los inversores institucionales para 2016.
«En el mercado actual, la asignación a activos tradicionales es una estrategia que no proporciona retornos», comenta John Hailer, CEO de América y Asia y Director Global de Distribución. «Es necesario un enfoque de inversión adecuado a los mercados modernos. Los inversores institucionales se están orientando cada vez más hacia una combinación más amplia de activos no correlacionados junto con los valores y bonos tradicionales».
Dos terceras partes (66%) de los inversores institucionales consideran que una manera eficaz de reducir el riesgo es aumentar las asignaciones a activos no correlacionados, como la renta variable privada, deuda privada y hedge funds. Casi la mitad (49%) afirma que es esencial invertir en activos alternativos para batir al mercado general.
En la encuesta de Natixis Global AM participaron 660 inversores institucionales (fondos de pensiones empresariales y del sector público, fondos patrimoniales soberanos, compañías de seguros y dotaciones y fundaciones) que colectivamente gestionan más de 35 billones de dólares en activos.
Las instituciones se preocupan por su capacidad para financiar sus obligaciones en un mercado volátil y de tipos bajos. En consecuencia, están adaptando sus estrategias de inversión, enfoque de gestión del riesgo y operaciones empresariales para cubrir mejor sus obligaciones a corto y largo plazo.
El 84% de las instituciones afirma que los bajos rendimientos actuales son su mayor preocupación de cara a la gestión del riesgo, seguidos de la generación de rentabilidad (82%) y la financiación de las obligaciones a largo plazo (72%). Casi siete de cada diez (68%) explican que cumplir los objetivos de crecimiento y cubrir las necesidades de liquidez a corto plazo suponen grandes retos.
Previsiones de rentabilidad en un mundo activo/pasivo
Si bien los costes son lo primero para las instituciones y muchos prevén que van a ampliar el uso de estrategias pasivas en clases de activos más eficientes, las estrategias activas aún son las preferidas para la búsqueda de una mayor rentabilidad total.
Actualmente, el 64% de los activos institucionales se gestionan activamente y el 36% se gestionan pasivamente. El 58% de los inversores cree que, a largo plazo, las inversiones activas baten en líneas generales a las pasivas. Y el 67% piensa que los factores económicos, los cambios en las políticas monetarias y la volatilidad del mercado favorecerán a los gestores activos en los próximos 12 meses.
Muchos inversores institucionales coinciden en que la gestión activa es una fuente de alfa (87%), que ayuda en el acceso a clases de activos no correlacionadas (77%) y sirve para aprovechar las fluctuaciones a corto plazo de los mercados (71%).
Creciente necesidad de innovación en LDI
La gran mayoría de las instituciones se preocupa por el cumplimiento de sus objetivos a largo plazo y busca soluciones de LDI (Liability-Driven Investments) más innovadoras.
El 72% de las instituciones afirma que le preocupa la capacidad para financiar sus obligaciones a largo plazo y el 68% considera que es un reto gestionar obligaciones ligadas a una mayor longevidad. Aunque casi tres cuartas partes de las instituciones (73%) dicen que cuentan con herramientas para la gestión de activos ligados a las obligaciones, el 78% (que representa un aumento significativo frente al 60% de 2014) dice que está buscando soluciones de LDI más innovadoras para los mercados actuales.
«A medida que la población envejece y la vida de las personas se alarga, subestimar las obligaciones futuras es un riesgo significativo para los inversores institucionales», explica Hailer. «Las instituciones demandan cada vez más mejoras de los productos para gestionar mejor las obligaciones a largo plazo. Las conclusiones de nuestra encuesta siguen indicando que la innovación en LDI no se mantiene a la altura de las exigencias de los inversores institucionales».
Incorporación de la inversión con criterios ESG
Muchos inversores institucionales (64%) comentan que cada vez es más difícil encontrar alfa. La mitad considera ahora que las inversiones con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ESG) son una fuente potencial de rentabilidad y el 51% afirma que las evaluaciones con criterios ESG contribuyen a mitigar los riesgos que ocupan los titulares. La mayoría (95%) de los inversores institucionales está incorporando en cierta medida las estrategias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Más de cuatro de cada diez (41%) lo hacen principalmente porque así lo determina el mandato de su fondo.
Acerca de la encuesta
La encuesta de inversores institucionales de Natixis Global Asset Management se basa en un trabajo de campo llevado a cabo en 29 países. La encuesta se realizó por internet en octubre de 2015 con la participación de 660 decisores de primer nivel que trabajan como inversores institucionales. Las conclusiones se publican en un nuevo libro blanco, Smart Money Never Sleeps, del Centro de Investigación de Carteras Duraderas de Natixis.
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